sábado, 30 de mayo de 2020

DE LA CORDIALIDAD OVETENSE

La proverbial cordialidad ovetense

La necesidad de conservar las buenas maneras


La proverbial cordialidad ovetense
En homenaje a Benito Argüelles, la cordialidad personificada tras los sueños eternos de Paulino Vicente y Pepe Serrano, Gracia Noriega describía a Juan, en un hotelito de la provincia, inquieto por "encontrar alguien de Oviedo".
Como tengo amor correspondido por esta ciudad entendí la anécdota. Otro amigo me contó, sin embargo, hogaño que por primera vez notaba resentida la proverbial cordialidad. Un camarero había mostrado mala forma recordando la simple norma antiviral. Mi antiguo compañero cumpliría sin malos modales en las inmediaciones de la calle del ilustrado Casal.
Hace medio siglo largo, topé un pueblo, en el borde de Canadá, formado por españoles y descendientes arribados en 1928. Me quedó grabado una venerable mujer pionera que no hablaba inglés y, más aún, que su hijo había bajado a Nueva York, donde le sorprendió la falta de cordialidad. Siempre tuve a mis convecinos por abiertos sin lo que en el argot futbolero dicen tarjeta amarilla. El ranking de deportividad olímpica no debería perderse, menos en el actual desnorte político, entre Escila y Caribdis. Luis Arce, inolvidable secretario municipal, al aceptar nombre para la Biblioteca consistorial concluía: "¡Cuánto mejor abrazos que zarpazos!".
Herodoto lamenta desunión en el carácter peleón griego.
En plena reconstrucción, bueno sería no bajar cordialidad, el mejor valor. Marca astur, aperturismo europeísta, me elogiaba Madariaga. Cohesión, Herodoto dixit ha tantos siglos.
Juan Benito es irrepetible, pero todos deberíamos serlo un poco.

lunes, 25 de mayo de 2020

CHURROS, EL FONTÁN Y ELPAÍS

He disfrutado como no me podía imaginar tomándome un par de churros en El Fontán mientras leía El País

sábado, 23 de mayo de 2020

CONTRA EL AVENTURERISMO Y LOS ANTIGUOS ASESINOS

NO PUEDO MENOS DE MANIFESTARME EN LO QUE ME PARECE ES LA POSICIÓN DE NADIA CALVIÑO PUES NO ESTARÉ NUNCA NI CON AVENTURERISMO NI CON LOS ANTIGUOS ASESINOS ETARRAS EN CUESTIONES NO MERAMENTE DE TRÁMITE SINO DE ENJUNDIOSO CALADO POLÍTICO Y SOCIAL.

viernes, 22 de mayo de 2020

¡CHAPEAU!



En Fruela estuvo LA IMPERIAL, que el delicioso libro de Carlos del Cano da en el 3. Un solo producto: sombreros de caballero. Paredes en verde y letras oro de reminiscencias imperiales. Nada que ver, no obstante, con la imperial ovetense de Simploké, pues Bueno, su autor, sobrio de atuendo, jamás debió entrar. Yo solía acompañar la compra de mi abuelo las temporadas de invierno, verano y pesca. Ya tenía ejemplar para cada tiempo que guardaba a la entrada de su casa de alta burguesía sin ennoblecer, en  mueble llamado “burro”, del que colgaban, doblados, abrigos y trincheras. En la balda del burro los sombreros, siempre dos por época, apenas tapados por las prendas de frío o lluvia. García Pavón, en la nómina Bien Novelada, escribe “en Oviedo no llueve, orbaya”. La abuela hacía cepillar alas con instrumento escondido en el funcional mueble. La noche de fin de año el abuelo, tras las rituales uvas y copetines gabachos, arrojaba a la calle los sombreros de las temporadas finiquitadas, ya adquiridos los nuevos, divirtiendo en broma clasista a los nietos, todavía no autorizados a juerguear en los salones del decadente Club de Tenis, constatando, tras los visillos, cuánto tardaban, borrachos o cuerdos, en recoger, incluso en vestírlos. Iniciados los sesenta el abuelo dio lección de economía: “el sombrero entra en decadencia, los jóvenes no lo quieren, la maniobra, en la madrileña Plaza del Sol, de que “los rojos no usan sombrero” tuvo éxito pero ya nadie aparenta y LA IMPERIAL cerrará”.

Todavía conocí varios. Así empresario de baja estatura, que, en el sarcasmo tertuliano,  motearon “sombrero con patas” o  marchante operístico que hacía sobresalir sus llegadas de neoyorkina GRAN MANZANA, aunque en esta hubieran ya desterrado la prenda de Bogart, Robinson, los chicagüenses Ness y Capone…como antes el clac que tanto daba prestancia a Álvaro Mesía a ojos de Ana.

Úrculo, creador de sombreros a la manera de Eduardo Arroyo, dibujó a Gracia Noriega para acompañar sus sabrosos artículos contemplando El Urriellu. El mismo Úrculo, en homenaje a Emilio Alarcos ante la Facultad de Humanidades, puso sombrero que, aunque no le recuerdo, cabe, se hubiera calado.

El picarón Distel, promocionado por amores al icono Bardot, cantaba “Mon Beau Chapeau”.
Cuando ya no quedaban testas cubiertas en el Paseo de Uría, ¡ni paseo queda!, me dio por el sombrero. Recibí comentarios desnortados pero el recuerdo antepasado era fuerte y también la opinión de mis amigos, los Presidentes Rodríguez Vigil y Maldonado, y del ministro Martínez Noval:”libra de catarros invernales”. Manolo Díaz, alcalde adjunto de París, y Paco Rodríguez me los proporcionaban de chez Bérthier. No deja de doler que adoptemos la palabra mágica Chapeau mientras los establecimientos galos colocan rótulos anglicistas, “Shop Hats”

Con la primera salida tras el confinamiento vírico tuve la nostalgia de romper el síndrome de la cabaña junto a mi olvidado sombrero, pero la escafandra protectora de metacrilato resultó incompatible. ¿Alguien se acuerda de las polémicas que blandía en el aire quijotesco Joaquín Manzanares versus foriatos escafandristas, manoseadores de restos arqueológicos?.
CHAPEAU entra en el lenguaje, también en Basket con jugada magistral debajo del aro.
Espero, esperamos todos, termine el coñazo del COVID.

La respuesta social, que no política, es CHAPEAU pero ya jamás Imperial. 

Queda ALBIÑANA…

viernes, 15 de mayo de 2020

ALARMADO POR EL ESTADO AUTONÓMICO



Lucharemos en las playas, las calles, las colinas... ¡Nunca nos rendiremos!” Churchill, W.S,

Al principio del Estado de Alarma me referí a la necesidad de que cese Torra, sin duda el peor político de los varios cientos que he conocido, incluidos otros cuatro ocupantes de su importante puesto entre ellos el ladronzuelo Pujol. Es intolerable que semejante personaje conforme, en cuota parte, la Administración Española. Ahora enseña también la patita de la estulticia la Presidenta de Madrid, enredada con la desescalada contra técnicos y consejeros.

No solo debemos salir juntos y libres de este trágico COVID-19 sino liberados de la misma coyuntura, o tacada, de políticos que no dan, ideologías aparte, mínima talla y son estorbo. El fato esperpento que estamos contemplando llega a colmos con Torra y Ayuso. Recuerdo a Álvarez Rendueles cuando, al frente del Banco de España, me dijo que la Política es profesión difícil y valiosa; tengo para mí que las decisiones es el momento de la dimensión de los electos. Oí muchas veces a Rafael Fernández, primer presidente autonómico, que es cobarde moverse solo por clientelismo, temerario en este caso, en la confianza que, con o sin pataleos, se trasladan complejas decisiones hacia arriba o hacia otros lados.

Sé de yerros. No solo por el que cometí de forma irreparable con la antigua Estación del Vasco y sin duda por otros. Entiendo, sin embargo, nula la capacidad de rectificación de Torra y Ayuso. Es aquello de “Salamanca non presta”

Me duele, en cualquier caso, que en la probada madurez de nuestro país haya Política tan deficiente a todos los niveles de la Administración. Como ha dicho Fernández Varas no cabe competir con lo sufrido y por sufrir. No tenemos en Oviedo las playas de Sir Wiston pero sí calles y colinas, aún sin Torra ni Ayuso que confunden esfuerzos deshonrando sus obligaciones con la agilidad autonómica y descentralizadora.

CONOCÍ A GENOVÉS EN EL MUSEO DE BILBAO AL TÉRMINO DE UNA MANI DEL 1 DE MAYO.SIEMPRE TUVE LA SENSACIÓN QUE "EL ABRAZO" SE INSPIRÓ EN LA SALIDA EN CARABANCHEL DE LOS PRESOS DEL 1001 EN EL QUE ESTUVE

Muere el pintor Juan Genovés, el artista que retrató a las multitudes

El artista, figura fundamental de la cultura de la Transición, ha fallecido por causas naturales en el hospital de la Zarzuela pocos días antes de cumplir los 90 años

Juan Genovés, en Valencia en 2012.
Juan Genovés, en Valencia en 2012.JOSÉ JORDÁN

lunes, 11 de mayo de 2020

VITIN EN GASEOSA



De nuevo por LNE me entero del triste fallecimiento de otro amigo, Víctor García Carrasco, íntimo compañero en el Colegio de los Dominicos. En aquellos entonces había irrumpido “Un millón de muertos” al que el régimen replicaba con otro mamotreto más afín, ”LOS MUERTOS NO SE CUENTAN”. Ambos títulos podían ser del hogaño pandémico, más de sesenta años pasados.

Vitín, para mí que sus compañeros de televisión y LA HOJA DEL LUNES llaman simplemente VITI, se sentaba detrás mío en clase y la tele, inexistente, no era su inicial vocación sino un negocio familiar que se torcería. Una buena tarde fue el único compañero en defenderme para una nota que todos los demás deseaban a otro. Ese domingo fuimos juntos al BUENAVISTA, donde el padre de Vitín nos compró, en el descanso, una gaseosa para compartir pero que, siempre generoso, permitió que yo bebiera más de la mitad:”Olvídate de falta de apoyos, me tienes a tu lado y esta tarde ganará el Oviedín”. A continuación, celebrando el proverbial triunfo, le acompañé hasta la calle Rosal arriba donde vivía y supe bien luego había nacido otro ovetense olvidado pero irrepetible Teodomiro Menéndez, gran oviedista también.

Nunca olvidaré, siempre lo consideré de mi lado, o yo del suyo, con o sin gaseosa, como otros amigos idos antes, Faustino, más joven, Ávila, Nacho Gracia, algo mayores…

viernes, 8 de mayo de 2020

MI RESPUESTA AL SR.ESCRIÑA, de la FÁBRICA de TRUBIA


EL COMPROMISO ASTURTRUBIECO

En LNE, 6/5/2020, don Juan Escriña, director de GDELS-SANTA BÁRBARA Sistemas reitera, con un punto de admonición pedagógica paternalista, el COMPROMISO CON TRUBIA Y ASTURIAS. 

Es una buena letanía de su parte pero, testigo cualificado que soy de perversiones en el reciente pasado, no me puedo callar. Y no lo hago pues he constatado cómo impunemente se portaron de forma cruel y arbitraria con los llamados 55 de Trubia, a los que engañaron vilmente cerrando la Fábrica de LA VEGA y despidiendo luego contra la promesa a las autoridades públicas, tras unas semanas de trabajo en Trubia, sustituyéndolos incluso cuando se precisó por otros de menor antigüedad y experiencia.

Ha quedado superada en nuestra sociedad la tentación a la disyuntiva moral de negar cuidados por el COVID-19 a los mayores si entrasen en colisión con jóvenes.

No soy precisamente un creyente en las bondades morales del sistema capitalista imperante, pero las relaciones sociales tienen límite de decencia con los trabajadores y hasta con este Concejo del que he sido dos veces Alcalde, en que tampoco olvido estuve en el Teatro fabril celebrando el centenario de la incorporación a Oviedo.

La histórica empresa militar, con los actuales gestores, se ha superado en sus formas lacerante y caprichosa. Ya sé que en este momento no exigen prácticamente readmisiones ni desde ambientes sindicales ni desde el Ayuntamiento, que, siguiendo a MAFALDA “piensa en borrador”, pero permítase reír con cierto fundamento de ese compromiso con el empleo del que olvidan la enorme injusticia con los llamados 55, sea hoy la que sea su situación individualizada. 

A Gonzalo de Berceo en los inicios de la lengua española, le bastaba un vaso de bon vino para compensar sus versos, a mí, en la pedestre prosa de hogaño, con mi propia coherencia y, en Trubia, serena seriedad.

No me creo, en definitiva, ese autoproclamado COMPROMISO CON TRUBIA Y ASTURIAS.

miércoles, 6 de mayo de 2020

UN AGENTE QUE VUELVE AL TAJO SOLIDARIO

Se recupera del coronavirus y acude a donar para ayudar a los demás

Xosé Manel Rubio, ayer en el edificio de Seguridad Ciudadana. / PIÑA

Xosé Manel Rubio, uno de los primeros agentes infectados por COVID-19, vuelve al servicio y participa en la donación de plasma hiperinmune

ALBERTO POLLEDO EN LNE

El ocaso de una era

El nuevo mundo tras la pandemia

06.05.2020 | 00:54
Una gran parte de mis artículos surgieron en el ensimismamiento de los paseos. Los argumentos y el texto se ensamblaban a golpe de trancos y todo era más sencillo a la hora de su redacción. Hablo en pasado porque tras un largo encierro y una tímida apertura de una hora diaria para caminar por los alrededores del domicilio, los trayectos prometedores, de momento, han pasado a la historia.
¿Me pregunto si acaso será el confinamiento sufrido la razón para que el pensamiento colectivo se encuentre bloqueado? Pienso que no. Quizás se deba, más que nada, porque vamos de cabeza al precipicio sin fondo de lo inaudito, a un universo edificado con dudas y sombras. Desdichada combinación para el conjunto de la humanidad.
El individuo, por naturaleza, prefiere enfrentarse a situaciones concretas por muy peligrosas que estas resulten; más que nada porque asomarse al enigma de lo desconocido le causa terror. Pandemia y futuro halagüeño son dos campos antagónicos, dos líneas paralelas que corren a la par de dos acontecimientos inmediatos: sanidad y economía. De ninguno de ellos conoceremos el desenlace hasta que no se produzca.
Ya me gustaría ser discípulo de Zaratustra, Elías o Merlín para profetizar lo que ocurrirá "el día después", cuando el coronavirus se retire a los cuarteles de invierno (si es que lo hace), dejando en herencia un mundo caótico con millones de enfermos, fallecidos y parados. Todo ello a causa de la globalización. Lo siento, aquí es donde me asalta la gran incógnita. A la par de aclarar quién fue primero si el huevo o la gallina, en la actualidad el gran interrogante se cierne sobre la globalización ¿anterior a?, posterior a?, causante directa del covid-19?
Es evidente que nos encontramos ante un cambio de era y no es de extrañar. Sabemos que el ser humano tiene sobresaliente capacidad de adaptación, tanta que no imaginamos cómo reaccionará su conjunto tras este largo periodo de restricciones, aún más agudizado si sumamos el que te rondaré morena y la obligada desaparición de un estilo de vida que se fue al garete. ¿Sobrevivirá la sociedad de consumo? ¿Seguiremos hacinándonos en las ciudades? ¿Proseguirá el abandono del campo o retornaremos a él?
Es notorio que todos estos pensamientos no implican ningún sentimiento dramático, ya que, para bien o para mal, ni tan siquiera sospechamos en qué puerto atracarán. Por supuesto que nos encontramos en la nube de las conjeturas, si bien todos los indicadores avanzan en la misma dirección. Por una parte, la inexorable muerte de la civilización tal como la concebimos y practicamos hasta ahora. Por la otra, está cantado, el cambio generacional con la aportación individual y colectiva, más la exigencia -llegará por su propio pie- de que el ser humano se repiense y adapte a los tiempos venideros.
Lo ideal es imaginar una sociedad que abandone el culto y la adoración a los dioses de barro. Por ello hemos de luchar, para conseguir que el ritmo de nuestras vidas conlleve hacia un mundo sostenible en el que las agresiones al medio ambiente se conviertan en historias del pasado.
Perdonen por penetrar en el relámpago de los sueños. ¡Qué poco cuesta asomarse a ellos! Llegará el día en el que las cuestiones primordiales de hoy se conviertan en anécdotas del pretérito. Sin ir más lejos, dejar de amargarse la vida por conseguir una gran casa, un coche de alta gama, viajar a los confines del mundo, cambiar de traje todos los días, pisar a los colegas para conseguir un ascenso?
Nuestras mentes evolucionarán hacia un estado de bienaventuranza en el que los valores primordiales sean solidaridad y convivencia. Además, hemos de autoconvencernos que la felicidad se encuentra en el polo opuesto del capitalismo, que la encontraremos en la ausencia de ambición. Hay un dicho que jamás me cansaré de repetir "lo pequeño es hermoso"; nunca se pasó de moda y en él está parte de nuestra dicha. Admirar una flor o un roble, un paisaje agreste o el mar bravío, un abrazo, un roce y un beso, libros y música, conversar alrededor de unas copas de vino, la familia y tantos más, son placeres de dioses al alcance de todos.
O mucho me confundo o la llamada clase media no saldrá indemne de este insólito parón mundial. Los ricos cada día lo serán más, ya que la mayoría iremos a parar al pozo sin fondo de la pobreza.
Por puro optimismo retorno al ensoñamiento y vislumbro que el pueblo toma el poder y las riendas en busca de un mundo feliz. Así me gusta pronosticarlo porque se ha de convertir en el mayor tesoro de la nueva era. Sin duda, será el renacer del caos.
Y ahora la pregunta del millón ¿llegarán a convertirse en realidad todos estos deseos o, por el contrario, el principio del fin? ¿Quién lo sabe?

viernes, 1 de mayo de 2020

EN LA MUERTE DE MINO, "MINO"


Hace ya mucho el General Sáenz de Santamaría, que hoy hubiera cumplido cien años, héroe de la transición española, me dijo que no comprendía mi negativa a leer esquelas y evitar tristezas:”se van todos pero de momento te quedas y debes ser feliz de hacerlo”. Ahora, sin embargo, las esquelas se han quedado muy atrás y es todo el periódico el que te anuncia indefectiblemente una nueva caída cercana. Así hogaño con Mino, que se da como fundador de autocares y periplos para esquiadores. 

Resulta que no creo haber montado jamás en esos autocares ni desde luego, pues al subir a un gasómetro para mediar entre la antigua ENSIDESA y dos docenas de trabajadores, me quedó un vértigo como enfermedad profesional, no pude volver a los telesillas, con lo que tampoco al esquí. 

Sin embargo, la desaparición de Mino me afecta. Casi todas las mañanas me animaba a superar, como él mismo, las secuelas del ictus con palabras sencillas que siempre llegaban hondo. Como soy abuelo a mi viajera manera, ni autocar ni esquí, utilicé los servicios y las colaboradoras de Mino para llevar a mis nietos a París y Venecia y aún quería hacerlo a Nueva York y Sudáfrica, que resultaron médicamente imposibles para esos ictus contra los que, con el aliento de Mino y tantos amigos, sigo luchando.

Se me hace increíble que un personaje habitual desaparezca. Sin esquelas, cuya no lectura no evita muerte y pena, General Santamaría dixit.

COMER GUSANOS



“Gregor Samsa se despertó siendo monstruoso insecto” KAFKA, F

Luis Yáñez me une a La Tortilla, legendaria foto de jóvenes  sevillanos que irrumpieron en el partido societario arrastrando decenas de náufragos.

De nuevo por Luis, o por Carmeli, su compañera, supe que Cristóbal Colón hizo su épico viaje, SERENDIPIA  en el ingreso RAE de Félix de Azúa, dando de comer a la marinería en oscuridad  para evitar desdén a gusanos.

Hormigas rojas salían en su cassoulet, mal traducido por fabada, a personaje de Céline, que, disfemismo, limpiaba el trasero con un ficcional boletín asturiano. Alvar Núñez Cabeza de Vaca encuentra, en prodigiosa caminata, nativos que comen «arañas, hormigas, gusanos…». Los astrónomos llamanDEL GUSANOla luna plena del pasado 9/Marzo porque las lombrices salieron a la superficie.

García Márquez, coherente entusiasta de Kafka, exalta pueblos comiendo huevos de araña. Gracia Noriega, Monterroso, Sartre, Juan Ochoa, Machado, Golding…, disímiles, usan moscas en sus creaciones. Truchas, reos y salmones se engañan con imitaciones. Las víboras anudadas de Mauriac y los primeros pobladores de MOSQUITO no fueron insectos sino metáforas y una desaparecida tribu humana.

ERNST JÜNGER, con el que pude hablar mediante el germanismo de Aida, mi hija, peroraba sobre insectos.

Divagando en la intrincada gastronomía de Álvaro Cunqueiro, un sorprendido Manuel Rivas se pregunta cómo los insectos no están todavía en menús convencionales. En “LA VENTANA INDISCRETA”, Hitchcock menta, por boca de L.B.Jefferies/James Stewart, la comida de bichos que ¡no podrían mirarse vivos! Carlos Suárez, sabio donde los haya, me escribe:he comido gusanos a la brasa en Zimbabue, hormigas en China y chapulines en Méjico. En la dieta futura los insectos serán esenciales por proteínas, energía y (des)contaminación”. Lástima del colungués Paco Grande Covián, el más afamado nutricionista. En los albores del caso pestoso, que fue luego otra cosa, de EL ACEITE DE COLZA, un bien olvidado ministro hizo célebre el delirante aforismo “bichito que si se cae al suelo se mata
.
¿Las angulas, cuya pesca evité prohibiese la Unión Europea, que en rechazado primer informe debían crecer solo en anguilas, no son deliciosos insectos, que añoraba el pintor Luis FERNÁNDEZ, copiados incluso en sucedáneas harinosas baratijas?

La entomofilia de la película MONDO CANE/PERRO MUNDO se pretendía aberración pero, sin ingestión de bichitos, no hubiera sido el feliz grito de Rodrigo, vigía de LA PINTA, andaluz como los Yáñez
.
En cromos, cambiables en el Bombé de los cincuenta, la KON-TIKI topaba peces voladores para sus navegantes.

Me fotografié en la réplica de LA NIÑA, NIÑA II, extrañamente varada en océano que EL ALMIRANTE nunca navegó, El PACÍFICO, contrapuesto al ATLÁNTICO, o EL TENEBROSO. En colmo redundante, Richard Nixon tenía mansión, LA PACÍFICA, en SAN CLEMENTE (Pacífico). Hay pasaje hermoso del asturpanameño Renato Ozores que ve de primeras, y a la vez, el Pacífico y los bellísimos ojos de Rita, Tita, que, encantado, sería ya para siempre su amada.

Los antepasados de mi amigo Miguel Niño, originarios del Moguer luego juanramoniano, acérrimos defensores de Colón, fueron dueños de la primitiva Niña. Me pregunto si Carlos Etayo, que comandó el periplo evocador de esa copiada II, distribuía gusanos comestibles

¡No hubo gulas en Colón, Cunqueiro, Hitchcock, Luis Fernández u Ozores!¡No sé en Nixon y Etayo de los fraudes WATERGATE o la Niña II!

En cualquier caso, el silente Covid pone la sociedad y las antiguas pestes negras, venecianas o egipcias, patas arriba; en términos prioritarios, alimentación, leyenda literaria y lejanía.

Cené muchas alsacianas veces con Yáñez, pero no tortilla española; gusanos, tampoco, ni en fritanga ni a oscuras.