lunes, 31 de marzo de 2014

1914-2014. De las trincheras a las urnas

 


En la tarde del viernes el eurodiputado Antonio Masip inauguró en el Palacete de la Lila de Oviedo la exposición "1914-2014. De las trincheras a las urnas", organizada por dos gruposde alumnos de 4º ESO y 1º Bachillerato del IES Leopoldo Alas "Clarín", dentro de su participación en la XX Edición del Programa Euroscola que promueve el Parlamento Europeo (www.euroscola.com ) .

 La exposición, que permanecerá en la Sala de Exposiciones del Palacete durante la próxima semana (tardes de 5 a 7) y el sábado 5 de Abril, formará parte de un acto de promoción de las próximas elecciones europeas que se desarrollará en la Plaza del Campoamor y también contará con la participación de los otros dos eurodiputados asturianos, María Muñiz y Salvador Garriga.

Fuente: IES Leopoldo Alas "Clarín"

 

Más información  http://puxaeuropa.blogspot.com.es/
http://clarinscola.blogspot.com.es/

sábado, 29 de marzo de 2014

EOS/EO/OVE/OVIEDO


Matías, amigo de la infancia, hijo de Pedro Rodríguez Arango, cuyo compromiso liberal tanto me influyó a contracorriente de aquel rancio Oviedo/Vetusta, frontera de los cincuenta a los sesenta, me hace llegar la magnífica edición de Juan Pérez de Ayala de los viajes de su abuelo, Ramón.

Al escribir sobre la llegada a Génova, el autor de Tigre Juan introduce una más de sus derivas cultistas...mirando del lado por donde asoma Eos con sus dedos de rosa...

Eos, en efecto, está frente a la salida de su hermano el Sol cuya llegada anuncia.

¿Eos no tuvo nunca nada que ver con Eo en singular?

Hay muchas, incluso disparatadas, etimologías del Río/Ría pero no he visto ninguna con semejante relación.

Hace ya una década, el erudito y editor Gómez Tabanera, me envió dedicado su Foro, "En Torno al Milenario del Eo", y bien me hubiera gustado perorar con él sobre el mitológico Eos, que Ayala hizo algo genovés, de forma fugaz como todos los amaneceres.

El gran Tolivar Faes insinuaba que, para otros, Oviedo, provenía de la aldea Ove, que para el geógrafo José Antonio Rodríguez no apadrina mi ciudad sino al mismo río Eo.

Todas las mañanas agosteñas diviso Ove, desde mi ventana, a media altura del Eo, como suelo ver, en Oviedo, el Naranco y el Campo San Francisco, para rumiarlos juntos, en nutrición dosificada, para tirar el resto del año.

Kraft e Ilas/Reny Picot tuvieron una pequeña factoría debajo de Ove, cuya arqueología industrial visité alguna vez, pero ignoraba, entonces, la mínima relación con mi amada Vetusta, en fraseología epistolar ayalina. En cualquier caso, no son los restos industriosos los que veo ni retendré en mi magín sino la estrecha y alargada pequeña pradería de fuerte verde, cerco bosquejo y diminutas, a lo lejos, construcciones, en el centro, que imagino habitadas y que, al menos deshabitadas, bien distingo, pese a la miopía.

Casona describía algún personaje al que se le habían puesto los ojos azules de tanto mirar al mar; por mi parte he intentado mojar la vista en el tintero de un Prunus Pisardi que brota en el Campo San Francisco antes de las primaveras, en lo que fue Jardín botánico de la Universidad. Debido sin duda a mi miedo a contraer torticolis en el lado afecto a la paresia de mi cuerpo, o simplemente a la periódica indómita fugacidad del pariente ciruelo, no contemplo la maravilla de color con la debida calma que recomendaba el escritor cangués para lograr el resultado mágico de camaleonismo ocular. Tampoco Don Alejandro tenía azules de los que robar pigmentación en su Besullo y fue la nostalgia bonaerense la que mezcló los colores del Narcea con la mar Cantábrica. La pasión por el azul fauvista en la Asturias occidental se acuñó ya en el Chao de San Martín, habitado por un patricio romano que se lo hizo servir desde Afganistán, a través de Noega/Gijón.

Si la transformación ocular me viniera de Ove la explosión cromática sería mezclilla con el azul gris de la Ría y el azul, blanco y gris, del cielo. Para el poeta Cernuda el Eo era la Estigia, en el borde del Paraíso, que ahora se reconoce universalmente. Los dedos de Eos me vienen por detrás, encima del nordeste, y se hacen más perceptibles en los atardeceres, pues, desde el cambio climático, estamos en "el mundo al revés".

Es tan breve el verde intenso de Ove que es apenas sonrisa que podría engullir las fauces del bosque, de arriba y de abajo. El sol peina a mi vista, de refilón, la aldea y su manto cuando lo habitual sería un baño de lluvia terca, condición indispensable para que el lugar sea propicio a los personajes de Cunqueiro, de su misma provincia, nacido monte por medio.

Ese Don Álvaro Cunqueiro, testigo cualificado del paisanaje, dio cuenta de una casa en la que por el prohibitivo precio de cien pesetas, cama y tazón de desayuno, las preñadas podían pasar una noche circulando por la entrepierna un ojo de cristal alemán para dar criaturas de ojos violeta que es capricho más rebuscado que los azules de Casona y del Chao, o mis inalcanzables lilas franciscos o, aún, de los verdes de Ove, ya que no de Oviedo, que la ciudad solo ha heredado nombradía y nada de güeyos policromos. Que yo sepa...

jueves, 27 de marzo de 2014

Adolfo Suárez


La muerte de un personaje de la calidad extraordinaria de Suárez supone la lógica reacción oficial y popular que está produciendo. La demasía sentimental y gestual, que comprendo y respeto, conlleva el parejo exceso hagiográfico donde no siempre se mantiene fidelidad historicista. Más adelante escribiré sobre Suárez,con Oviedo al fondo, pero no me resisto a adelantarme un poco.
 
Entre tanta memoria se ha deslizado la opinión de uno de los hijos de otra personalidad, Leopoldo Calvo Sotelo, de cuyo yerro he sido testigo contrario y puedo asegurar. Es cuando se considera a Don Leopoldo tan estricto seguidor de Suárez. Bien recuerdo la llegada del que fuera Ministro de Asuntos Exteriores alemán y líder de la fracción liberal, Gensher, al Hotel de La Reconquista. A la puerta nos dirigimos a cumplimentarle Leopoldo y yo como Alcalde. El expresidente se adelantó unos pasos y le susurró a Gensher que no debían nombrar a Suárez Presidente de la Internacional Liberal, que era noticia esa misma mañana, pues se entregaba con facilidad a los socialistas. La conversación cambió al hacerse más notoria mi presencia, pues creo que Leopoldo pensaba que, antes, o no oía o no entendía. Leopoldo hablaba inusualmente en inglés, Gensher se encontraba en un compromiso y contestó con una evasiva, tras la que Leopoldo insistió en que no fuera nombrado.

Armando López Salinas



Entrelos fallecimientos de Suárez y de Azcuna, ha pasado casi desapercibida la desaparición de Armando López Salinas, infatigable escritor comunista. Le conocí en el Madrid del tardofranquismo. Pepe Jiménez de Parga, abogado con el que tuve el honor de trabajar, que había sido militante, no precisamente muy constante, del PCE, describía con gracejo que cualquier acontecimiento de aquellas calendas era importante o no si los comunistas "sacaban a Armando" que era como un icono o la presencia simbólica de un obispo, casi cardenal.

Tuvo cierta fama como escritor en el llamado realismo social y quizá más como periodista de Mundo Obrero y otras publicaciones comunistas clandestinas o, luego, de la Transición, que no me interesaron mucho. En alguna novela menciona la cuenca minera asturiana y las primeras huelgas,creo recordar.

En Febrero y Marzo de 1979 compartí con él habitación en un hotel de Argel, antes y después, de visitar los campamentos de refugiados saharauis de Tinduff.

Y el 9 de Febrero de 1977 me recibió en un piso de la calle Peligros de Madrid momentos antes de que yo tuviera, acompañado por el periodista Mariano Guindal, una entrevista con Santiago Carrillo, a la que me he referido varias veces.

La tierra le será leve.

lunes, 24 de marzo de 2014

Intuición de Emilio Menendez del Valle sobre Suárez

Entre el 1 y 4 de Julio de 1976, mi hoy compañero en el Europarlamento, Emilio Menéndez del Valle, estuvo conmigo en Argel, invitados por el senador italiano Lelio Basso a la constitución de la que se llamó Liga de los Derechos de los Pueblos. Asistían también Marisa, mujer de Emilio,y el ovetense, aún estudiante, Gustavo Bueno Sánchez. Sería el 4 por la mañana temprano cuando un periodista alemán nos dijo, en perfecto español, que el Rey había designado a Adolfo Suárez como Presidente del Gobierno y que había una gran decepción por no haber sido Areilza, que se presumía aperturista.

Emilio, entonces, hizo unas declaraciones que me parecieron audaces, pero que hoy son históricas y para mí inolvidables. Consideraba que el nombre de Suárez era un acierto y que ayudaría en el camino a la democracia. Luego me reiteró a mí que lo intuía claro tras haber escuchado alguna intervención de Suárez, creo, en las Cortes.

viernes, 21 de marzo de 2014

Magdalena, atrapada en la locura procesal



En los años treinta, en la plaza militarizada de Oviedo, le exigieron sumariamente a Javier Bueno, Director de Avance, fianza  supermillonaria  porque sus encendidos editoriales habrían provocado una revolución con no sé qué cuantía de estragos. Bueno se limitó a señalar, que no llevaba consigo dinero suelto. Es una anécdota que me viene al magín cuando a mi querida Magdalena Álvarez le reclaman cantidades enloquecidas.

No dudo que todo eso de los EREs sureños es un abominable monstruo de varias cabezas, pero no concibo responsabilidad alguna, ni aún remota, de Magdalena, persona tan sería, estricta y ponderada, que no se habrá quedado con nada, que luego fue Ministra, buena Ministra, Parlamentaria Europea, buena Parlamentaria, y gestora del Banco Europeo de Inversión, buena y sobria Vicepresidenta Ejecutiva. ¿Es éste el instrumento que tienen algunos jueces para fiscalizar al Ejecutivo y al Legislativo disparando a bulto y por elevación? Luis Yáñez, compañero de ambos, me pregunta, y no sé responder con antecedentes que conozca, salvo el esperpento del legendario periodista, cómo se puede fijar una fianza tan descabellada y aberrante en un procedimiento cuya hipotética imputación ni tan siquiera es firme pues pende de un recurso. Y abracadabrante, como he escuchado a Iñaki Gabilondo, lo de que junto al que incumple una ley se procese al que la hizo porque otros la incumplieron.

Más bien creo que, puesto que lo ocurrido con los EREs andaluces no es cuestión baladí, debería de haber criterio rigoroso, decía Ortega, para acometer su reparación y no afectar a la rebatiña a quién se limitó a su función.

Durante décadas ha sido intriga mediática el contenido de los bolsos de la Reina de Inglaterra, de la Thatcher y hasta el anaranjado de la Sra. Merkel; el de la instructora de los EREs, dotado con ruedecitas, es ya castizo también. Se comenta que en plena modernización informática arrastra papel con pasión filosófica por Diógenes, pero para mí que lleva consigo un comecocos, o incluso una playstation, con una aplicación para sortear marcianos, digo, aforados, que en su particular guerra de las galaxias, no le explosionen, obligándola a cambiar la casilla de jugador, digo de ju(z)gador.

En aquellas calendas, Javier Bueno, fue salvajemente torturado para qué pagase una falta que ni tenía ni podía cuantificarse de esa forma en semejante procedimiento. Por fortuna, ya no estamos en los famosos métodos del llamado crimen de Cuenca y a Magdalena ya nadie pretende torturarla físicamente, pero no es desdeñable la tortura moral que padece y también la sufrida por los que nos consideramos sus amigos.

Espero, desde mi Brubru, que la Justicia con mayúscula, en la que sigo creyendo, lo ponga todo en su sitio pronto.

jueves, 20 de marzo de 2014

Criterio inmunidad del Parlamentario en las Comisiones Jurídica del 19 y 20 de Marzo

Durante diez años he asistido a esta Comisión Juri respetando los criterios sobre inmunidades en lo referente a la libertad de expresión,  pero expresando muchas veces, sino todas, mi incomodidad por lo que se ha venido decidiendo. Creo que debe cambiarse radicalmente el criterio a favor de mantener siempre la inmunidad del parlamentario cuando no se analizan delitos por daños a la vida o a la propiedad ajena, o delitos sexuales o económicos, sino por sus libérrimas palabras, que debe expresar sin condiciones y que el electorado debe conocer y valorar. No es sólo un derecho del parlamentario sino de la misma institución parlamentaria. Ya lo dije en el antiguo caso Goldnist,que fue acogido en su día por el Tribunal de Casación francés, y lo repito con ocasión de los casos Seeber y Borghezio. Las opiniones de este último me parecen aberrantes, como toda su trayectoria, que incluso ha sido expulsado por su Grupo de euroescépticos, que lo ha tachado de racista, pero esa posición mía, desde las antípodas políticas, no me quita de considerar que la libertad de expresión del diputado es acogible siempre, nos guste o no, aunque la detestemos.Y no hago distinción, como en el caso claro Seeber, de si el parlamentario se expresa en el hemiciclo o como tal parlamentario,para mí el diputado no cambia en sus opiniones políticas de casquette, como dicen en francés, varias veces al día. Es siempre parlamentario durante su mandato y todas las opiniones son hechas con la connotación de que es diputado.

domingo, 16 de marzo de 2014

Suiza, en el desamor



Es bien conocida la práctica constitucional suiza de recurrir al referéndum, precisamente lo que no hacen los alemanes, sus tan próximos de suelo, fortuna y, en parte, lengua, pues consideran haber escarmentado con consultas plebiscitarias vergonzosas en época hitleriana.

Javier Ballina, mi excelente colaborador, - al que auguro porvenir político, para bien de Asturias, - ha estudiado esa peculiaridad helvética, tras haber escuchado, a un entusiasta especialista, Daniel Ordás.

Sin embargo, el resultado refrendario sobre la emigración es espantoso y está emponzoñando las relaciones entre Suiza y la UE, pues no es de recibo la ficha que se acaba de mover limitando a cupos la movilidad laboral. Afecta, incluso, a investigadores y los llamados Erasmus, que tanto nos enorgullecían antes de los desprecios hacia la juventud emprendedora de un tal Wert. Los primeros contactos Suiza/UE revelan distancia pese a tanta frontera y civilización comunes.

Visité varias veces Suiza, lugar, en principio paradisiaco. Los Alpes superpuestos, entrando en coche, desde Francia, es de los mejores paisajes del ancho mundo, con algún parecido, además de Picos, a la llegada a San Antolín de Ibias por las alturas de Tormaleo, o a la salida hacia el Pozo de las Mujeres Muertas, que no muchos conocen, o, aún la vista, con o sin nieve, en día despejado, desde el Acebo cangués.

Me alojé alguna vez en el ginebrino Hotel Cournevin del que supe antes por las historietas de Tintin y Milou, a las que fui adolescente adicto. En la ciudad de Calvino había, entonces, un fuerte Centro asturiano que lideraba un antiguo clérigo del movimiento minero de 1962, Bernardino Fernández; tipo admirable. Con Jesús Arango, visité a María Zambrano, a la que tanto cuidó Isolina Cueli, comisionados del Presidente Rafael Fernández, escoltados por José Ángel Valente; en otro viaje, ese mismo grandísimo poeta orensano me condujo, con los míos, por la sede europea de la ONU en la que era funcionario, y ante la que acababa de comparecer Arafat, que carecía de visado para Nueva York.

Y aún tengo muy viva la pena de una última carta manuscrita de Doña Emilia, la viuda de Don Salvador de Madariaga pidiéndome que fuera a verla a Locarno "pues ya queda poco".

En Lausanne visité las obras del Museo del Deporte Olímpico que tanto entusiasmaban a Juan Antonio Samaranch, con el que congenié mucho, a raíz de prohibir el boxeo en mi ciudad y de promover el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes. 

En el Paseo Charlot de Vevey donde, como abogado, negocié para un consorcio francés, que encabezaba un asturiano de origen, la mayoría de la emblemática sociedad de Cuevas de Rochefort.

Estuve también con los admirables esposos Bérthier, que simultaneaban la concejalía socialdemócrata con el oficio de pastores calvinistas. También con el Alcalde de Vernier, Fulvio Moruzzi. Amigos todos plenamente solidarios con la emigración que, si viven, imagino seguirán contrarios a esta pirotecnia extremo derechista, de auténtico desamor europeísta.

Y en Suiza, cerca de Montreux, vivió un exiliado muy vinculado a nuestra tierra, Andrés Saborit, cuyo nieto me ha visitado ahora en mi despacho de Brubru.

Tuve aún otros contactos profesionales o de solidaridad política junto al lago Leman, playa verde con un chorro de agua como no conocía antes otro. Recuerdos suizos todos con nostalgias que no  borran el impacto del mal paso refrendario, cuya respuesta estamos ponderando en la Unión Europea, con "presión en todo el campo" que dicen en el basket y otros deportes de equipo. No cabe ahora poner la otra mejilla ni continuar permitiendo la libérrima circulación del dinero sucio, con el absurdo de que un luxemburgués encabece el centro derecha para las elecciones. 

Mi paraíso para Suiza, al que me apuntaría de nuevo, era otro, no el de la vergüenza de su referéndum ni de su refugio y opacidad fiscales.

Daniel Cohn Bendit, tantas veces clarividente en el hemiciclo de Estrasburgo, advertía que, con el sesenta por ciento del comercio vinculado a la UE, son los suizos los que han de poner sus famosos relojes en hora.

sábado, 15 de marzo de 2014

JONÁS FERNÁNDEZ ME SUSTITUYE EN EL ESCAÑO ASTUREUROPEO

                                                      


LA NUEVA ESPAÑA

La FSA respalda al economista Jonás Fernández para relevar a Masip en la lista europea

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 Su designación recibió ayer la "bendición" de Antonio Masip, el eurodiputado al que podría relevar en Bruselas. "Estoy encantado, es un cielo. Hace unas semanas presenté su libro en el Parlamento Europeo y formó parte de mi ejecutiva en la Agrupación de Oviedo", celebró el ex alcalde. La negociación en la comisión de listas deparó el puesto número 21 para la eurodiputada María Muñiz, gijonesa que hace cinco años entró apoyada por los socialistas españoles de Bélgica y que se ha afiliado recientemente a la agrupación de Gijón.


EL COMERCIO

El PSOE sitúa al asturiano Jonás Fernández en el puesto 14 de la candidatura europea

[...]

Antonio Masip, que ya había anunciado su disponibilidad «tanto a repetir en la lista europea como a dejarla», indicó ayer que «es una salida muy digna y un orgullo que me sustituya un tipo tan estupendo como Jonás Fernández, que estuvo en mi ejecutiva municipal de la AMSO y que tiene una grandísima calidad humana y profesional. Cuando ejercía responsabilidades en Oviedo era muy evidente que estaba llamado a más altas cotas».

Masip subrayó que «recientemente presenté su libro, 'Una alternativa progresista', en el Ridea y en Bruselas, y tiene un finísimo análisis de la realidad económica y de las actuaciones que habría que emprender en los mercados financieros». Respecto a su propio futuro, Antonio Masip, que este año cumplirá 68 años y que tuvo su primer cargo relevante en política al ser nombrado, en 1982, consejero de Educación, Cultura y Deportes en el primer Gobierno del Principado, adelantó ayer que «no abandono la política»

miércoles, 12 de marzo de 2014

Intervención sobre la situación de Ucrania


En Ucrania, en la plaza de Kiev, ha brotado, en pleno invierno, la primaveral utopía europea con la que tanto hemos soñado siempre los que padecimos dictadura.
 
Tenemos qué apoyar esa lucha de Ucrania por la libertad y la soberanía territorial.
 
La invasión rusa es intolerable e ilegítima como lo fue en Praga-68 y, antes, en Budapest.
 
Ya Napoleón invadió mi país diciendo que era llamado por el rey y el pueblo.
 
Y salvando las distancias, intolerable siempre la ocupación militar de parte de Chipre, o la no menos ilegítima del Sáhara Occidental por Marruecos.
 
Estemos, sin ambigüedades con nuestros hermanos europeos de Ucrania, de tanta vocación probada europeista, que no es, ni debe confundirse,con la acción de los corruptos con intereses y evasiones de capital en la City londinense, ni tampoco nada que ver con la extrema derecha que, aquí, es tan euroescéptica

domingo, 9 de marzo de 2014

Sebastopol

En los años cuarenta, la dueña de "La Cloya", de Grado, de cuya familia saldría luego Alfonso Álvarez Miranda, ministro en el último gabinete de Franco, llamaba Sebastopol a uno de sus pupilos, industrial catalán, que resistía todas sus artes de celestinaje con que trataba de matrimoniarle en la villa. En aquellas calendas se mantenía popularmente viva la legendaria memoria de una ciudad lejana y oriental que tardaba en rendirse al asedio. En el Sebastopol de hogaño, el Estado Mayor ruso, consciente de que le faltaba todavía el trámite formal de la aprobación de la Duma, por más que careciera de prestigio democrático alguno, procedió a una invasión de Crimea con un Ejército pretendidamente anónimo como si se tratara de una obra de Bradbury/Truffaut, ocupantes apátridas, disfrazados de la flagrante contradicción de "bomberos incendiarios". 

La escenificación de ciencia ficcional duró poco y el atrezzo no engañó a nadie como ocurre en los montajes teatrales por muy veristas que sean. Putin mostró enseguida su rostro de antiguo jefe de la KGB, dispuesto a diseñar las más siniestras operaciones, intranquilizando sus fronteras. El nombre Ucrania hace temblar al mundo con semejante vecino expansionista, como otros predecesores soviéticos lo hicieron ahogando incipientes democracias en Budapest-1956, Polonia, Praga-68, Georgia... El Papa Francisco, a cuya intervención dominical del Ángelus asistí en la Plaza de San Pedro, iniciaba sus palabras, como era de suponer, por la dolorosa preocupación de Ucrania. 

Mientras constataba yo, zapeando, que, a un lado y a otro del Atlántico, todos los telediarios abrían con semejante noticia y comentario de Ucrania, para la tertulia de los desayunos de RTVE del lunes, no obstante, era el tercer motivo de debate, tras el hipotético aumento del IVA y la elección del Presidente del PP andaluz, habida dos días antes. No me entra en la cabeza que Julio Somoano, director del Ente, ovetense espabilado, se haya dejado meter semejante gol en propia puerta. Menos mal que, a continuación, mi colega de la Comisión JURI, López Istúriz, del que tanto discrepo partidariamente, le daba en su brillante entrevista la máxima y evidente prioridad.

Si el principal medio de comunicación patrio jerarquiza la actualidad de esa forma, qué esperar del grueso de la opinión española. Sin embargo, en el tablero de Ucrania/Crimea, la Humanidad se juega mucho; la partida no ha terminado cuando esto escribo y estoy viajando de Roma a Brubru.

Bien sé de Crimea por Anton Chéjov, por los acontecimientos que desencadenaron la primera guerra mundial, de la que se cumple el centenario, y también porque recuerdo cómo el Ejército soviético aprovechó la vacación agosteña allí de Gorbachov para su golpe, del que la Perestroika quedaría tocada ya para siempre. Sabemos algunas cosas, en efecto, de la Literatura y de la Historia, y aún de la Geopolítica, pero más me interesa el padecimiento de un pueblo, el ucranio en general, que con tanta capacidad de movilización y ansia europeísta fue capaz de echar a Yanukovich y se merece consolidar pacíficamente su libertad, su democracia y su soberanía sin injerencia de Ejércitos vecinos, con o sin ropa de camuflaje.

Aquel joven catalán, apelado metafóricamente Sebastopol, se terminó entregando al encanto amoroso de una asturiana; ojalá que sea el amor a la Libertad la única rendición del genuino Sebastopol de hogaño.

jueves, 6 de marzo de 2014

Pregón de la Fiesta Gastronómica de la angula de Soto del Barco


Querido Presidente de la Junta General del Principado, alcaldes y amigos.

Hace unos momentos, llegando desde el aeropuerto hasta aquí, una de las magníficas colaboradoras que tiene la alcaldía de este Ayuntamiento me puso al corriente de que este lugar, en el que tan buena rehabilitación se ha hecho, dio cobijo al Mariscal Ney. Y dado que hay alguien, y me parece estupendo, que tiene interés por estas conotaciones entre históricas y legendarias, se me ocurre lanzar para que algún otro lo investigue mejor, que entre los colaboradores más cercanos de Ney estaba un lugarteniente al que a su vez acompañaba su familia. A Asturias, puede que entonces a Soto del Barco y este Palacio-Hotel, vino Aurora, una niña de apenas ocho años, hija de ese alto oficial francés. Pues bien, con el tiempo Aurora devino George Sand, la famosísima escritora que tanto se reivindica por el nuevo feminismo. Fue amante de Guy de Maupassant y Federico Chopin.

Tras este exordio, paso a leerles el texto del pregón

 Cuando a las llamadas de la Alcaldesa de Muros y del Alcalde de Soto acepté esta encomienda pesaron en mi ánimo mi mucha cercanía a este trozo del Paraíso, mi compromiso en la defensa de la pesca de la angula en el Parlamento Europeo cuando se quiso prohibir totalmente las que no alcanzaran el gigantismo de doce centímetros, y mi añoranza de un producto exquisito de sabor excelso y refinado por más que infrecuente.

Esa añoranza forma parte de mis íntimos recuerdos, cuya mínima remembranza es bálsamo que ayuda a cicatrizar las heridas vitales como le sucedía al caballero con el Fierabrás, entre mítico y utópico.

Como he vivido una infancia muy acomodada, las prácticas consuetudinarias clasistas de los míos también lo eran y, entre ellas, de forma muy destacada, mi abuelo materno nos arrastraba al lujo de exquisitos condimentos para la cena de Nochebuena y las comidas de Navidad y Año Nuevo. El rito se depuraba minuciosamente ya en el verano planificando quiénes y cómo traerían, desde la frontera francesa, los champanes, los caviares y el foie para toda la familia, contando muy especialmente el cálculo de los que se iniciarían por edad pues nunca se esperaba baja alguna entre los mayores. Lo del paso de la aduana, con riesgo de decomiso no era asunto menor en tiempos de aislamiento y cuando, por ejemplo, desde Irún a Avilés, el fundador de la Alianza Francesa, ingeniero Jefe de Cristalería/ Saint Gobain, de La Maruca, solo se cruzó tres coches, ¡en casi medio millar de kilómetros!, como dejó en un significativo documento, que yo mismo le oí de viva voz.

Ya cerca de las Navidades se encargaba el capón y, con las fechas encima, las angulas que jamás faltaban y eran objeto de una jerigonza especial sobre calidad, color del lomo, temperatura y levedad del aceite, tipo de cazuela y madera del tenedor, sonido inconfundible y la saltarina guindilla; en fin, preparación, no menos ritual. Fui, por tanto, un niño adicto, que relacionó en su paladar angula con Navidad y Año Nuevo.

Como efecto colateral no descartaría que mi ancestral aversión a la fumadera del tabaco tuviese alguna recóndita relación con que se utilizaba como lenitivo para terminar, insisto en la naturaleza de los ritos, con las angulas que llegaban a la cocina "vivitas y coleando". Horribles efectos del tabaco que repugnantemente mascaban el Capitán Haddock, inseparable de Tintín, de Tintín y Milú, y algún que otro cuatrero de los tebeos western de mi tiempo.
Quizá para justificar la adopción familiar de una espera más o menos ansiosa por las angulas, que ninguno de mis compañeros de clase del Colegio tenía en su casa familiar, se había ido construyendo la leyenda de que, aún sin muchos recursos, nuestros bisabuelos también practicaban los mismos ritos en el País Vasco, en tiempos de menor escasez angulera y que el mismo bisabuelo Don Floro echaba la barca para el autoabastecimiento de la suculenta cena. En La Regenta, Clarín hace alusión a la pesca de un viejo aldeano que, con sus artes, y medio podrida barca, se adentra nocturnamente en el río Celonio, nombre que debe corresponder al Nalón, de cuyos productos, anguila incluida, hace muestra la mesa de manjares de los Vegallana, la casa más exquisita y, digamos, potuda, de Vetusta. La descripción de Leopoldo Alas introduce el adjetivo polisémico de "monstruosas" para las anguilas de las que van a dar cuenta los comensales invitados.

 Aquel entrañable antepasado mío, riojano, traspasado de Santo Domingo de la Calzada a la ría del Nervión, profesor de árabe, que escribía ese alfabeto exótica y ortodoxamente de derecha a izquierda, se negó a trasladarse, como traductor de textos clásicos, al Centro de Lenguas de El Escorial por no abandonar su bote de vela y remo, en el que una tarde tuvo el privilegio de recibir de la Naturaleza el enigmático zig/zag del llamado rayo verde, que Don Rafael Altamira, tan vinculado a Clarín y a la mejor época de la Universidad de Oviedo, situaba como frecuente entre los conspicuos a San Esteban de Pravia y/o San Juan de La Arena.

Y como en mi ideario político escoro, dentro de mi ideología social, a lo que se suele llamar "prietismo", no puedo olvidar que Don Inda calificaba a los anguleros como los más pintorescos y clásicos pescadores de un tramo del Nervión, tierra que hubo de acogerle cuando su familia, en la indigencia, abandonó Oviedo, su solar natal.

(Prieto, con británico humor, no dejaba de propalar que en 1891 entró en Bilbao a la vez que el cólera que tanto daño causó ese mismo año)
Sea como fuere, el arraigo consuetudinario de las angulas es, repito, conmigo fortísimo.

Conciencia de precio desorbitado que, en el Fontán vetustense, tuve cuando a mi entrañable pediatra, Don Luis Azcoitia, al que envidiosos de su gremio hipocrático le llamaban "Herodes", se quejaba que al matrimoniar su hija única deberían repartir sus dos raciones de angula con el nuevo miembro de la familia.

 Casualmente el tal yerno, que nunca las había degustado, las desdeñó…La gran discusión fue entonces que la chica animaba a probarlas a su enamorado y don Luis se quejaba de que le iniciara en semejante absurdo para todo el que no fuera ni  él ni su querida hija, pues se negaba a alterar el presupuesto.

 Ya en la madurez vine múltiples veces a la entrada de la La Arena donde en la trastienda de Mi Tienda, el matrimonio propietario nos hacía a mis queridos amigos moscones, los Queipo, los Álvarez Areces, Juan y Emilia,tan triste y recientemente idos, y los Prieto, con la incorporación, desde Somado, de los Uría, nuestros íntimos.

Nos las preparaban, casi clandestinamente, dadas las jubilaciones de Mi Tienda. Eran opíparos almuerzos de tortilla de angulas, angulas y aún más angulas para terminar.
He recorrido mucho mundo y me he sentado a la mesa de los más afamados chefs, sin conocer manjar igual.

El gran Paco Ignacio Taibo I, nos dio cuenta de una exótica fabada asturiana en New Orleans, con el nombre francés de cassoulet, y en cuanto a otra exquisitez de nuestra latitud, los percebes, se encuentran y degustan también en Bélle Île frente a la costa bretona, pero lo de las angulas, como aquí, haberlas haylas, pero no las he encontrado ya en los cuatro continentes que conozco y me extrañarían en Oceanía o en la Antártida que renuncio a conocer, salvo que si las hubiera, en cuyo caso prometo viajar hasta donde las sepan pescar y preparar, virtudes para mí, solo de por aquí, del Norte cantábrico.

El afán a la prohibición, que he sentido en Bruselas, me la explican las lecturas del gran Don Álvaro Cunqueiro, cuando se refiere a las del Baxo Miño, y a su amigo, al que conocí, Néstor Luján, que con el acreditado seudónimo culinario de Picwich, se extiende en que las angulas son del Sur europeo mientras que en el Norte se aferran a lograr anguilas.

Al poco de mi intervención en favor de las angulas en el Parlamento Europeo, en contacto con los pescadores cántabros y asturianos, me entero de que en la Albufera, de Valencia, la de Blasco Ibáñez, tras años de desaparición las angulas han vuelto.Mi compañero Vicent Garcés, al que mucho quiero, me habla del viaje ancestral de estos pequeños animalitos entre la Albufera y el Caribe.

Pasando los años establecí un estrecho contacto con otras buenas gentes de la Arena.
Junto a Eloina, mi mujer, otros matrimonios se nos sumaron a la peregrinación sabatina a establecimientos varios, entre ellos el mítico Gurugú, que creo vuelve, ya sin angulas, como servicios del Puerto Norte, hasta recalar nuestro grupo en la entrañable La Escollera, de la familia Faedo, y el trato habitual con esa popular Banda La Garabuxada, que dio nota de color en las fiestas mateinas y me acompañó por las calles de Bochum, la ciudad hermana de Alemania.

Tuve, por aquellas calendas, un aparatoso accidente en el que nos dimos contra un rebaño de ovejas que el pastor enfrentó temerariamente a nuestro paso, con muerte de veintitantas cabezas y el correspondiente trauma. Esa misma tarde recibí un delicado mensaje de los amigos de La Arena sobre las diferencias entre corderos y angulas.

Pero si soy político no menos me tira la literatura y de La Arena me cautivó además de ese trato humano y culinario, el que uno de los mejores poetas de toda la civilización hispana, Rubén Darío, encontró en ese mismo trozo de Paraíso un solaz esparcimiento, del que también hablan Pérez de Ayala y Azorín.

Mucho debemos agradecer al abogado y escritor asturnicaragüense Heradio González la insistencia constante de esa relación de Rubén con sus veraneos en Riberas de Pravia y La Arena. Antes Gamallo Fierros, Ramón García de Castro y Juan Antonio Cabezas me habían llamado la atención sobre la trascendencia de la espiral del Bajo Nalón/Rubén

Una emoción como con el poeta nicaragüense, que tanto impactó en los españoles, que reconocerían Juan Ramón Jiménez y Valle Inclán, que lo haría personaje de su Luces de Bohemia, sentí redobladamente cuando me topé, en la Escollera misma, con el irlandés Seamus Heaney que dedicó su canto a la anguila, en manuscrito que exhiben orgullosamente, y no es para menos, los Faedo.

Seamus fue luego Premio Nobel y se acaba de morir pero definitivamente vinculado a esta costa, marítima y fluvial

La angula es nuestra, recóndita y legendaria, ¡cuidarla y difundirla!

Forma parte del trabajo artesanal y, aunque queden pocos pescadores mantengamos esa calidad de trabajo, preparación y gusto al que desde niño le soy fiel y debe de seguir dando riqueza y actividad y emblema que es vuestro, y más nuestro que nunca cuando estas actividades pesqueras y gastronómicas son dignas de defensa y, aún, de prudente expansión.

La angula es de aquí pero por algo resiste en este trozo, como vengo calificando, del Paraíso, sencillamente porque sois los amigos, sus amigos, los mejores amigos. Nada a su misma altura de imitaciones o afeites. No hay gulas que valgan ante un producto como las auténticas angulas que vosotros mantenéis y os estoy profundamente agradecido. Las gulas lo que hacen es resaltar más la calidad, gusto y esfuerzo laboral y cultural del cedazo con el que se capturan las auténticas. Y he llegado a la conclusión que no solo hemos optado nosotros por la angula, ellas han hecho un viaje milenario buscando, como insinúa también la gran obra clariniana, San Juan de La Arena, Soto  y el Castillo, para distinguir excelsamente a  la Escollera, los Faedo, Cubillo, Andrés y Mari, Alvarina, la Cofradía pixueta, "Casa Javier" del Castillo, "El Pescador, Chispa, Matagatos, Marquinos... 

miércoles, 5 de marzo de 2014

El PSOE pide al Parlamento Europeo ayudas para paliar los daños en el norte de España

OVIEDO, 4  (EUROPA PRESS)
 
El eurodiputado socialista, Antonio Masip, ha presentado este martes una pregunta en el Parlamento Europeo para solicitar ayudas económicas para paliar los daños del temporal en la costa cantábrica.
La pregunta, a la que ha tenido acceso Europa Press, se ciñe en estos términos: "¿Podría la Comisión Europea adoptar un criterio amplio para unas condiciones de ayuda como las que reclaman en la Comisión del Arco Atlántico?"
 
Masip destaca que con anterioridad al temporal de este lunes, el 5 y el 27 de febrero, continuos temporales han asolado la costa cantábrica y, en especial, la asturiana, desde comienzos del año. Una vez más, esta semana el temporal ha vuelto a golpear muy duro
 
Y señala que se ha reunido con los damnificados de los sectores de la pesca, la agricultura, el turismo y las comunicaciones. "Los daños han sido muy cuantiosos", añade.

sábado, 1 de marzo de 2014

Ucrania, oreja cortada y wáter de oro


Las masas han derrocado a Yanukovich, que se negaba al acercamiento europeo y reprimió hasta la muerte a los manifestantes. Cuando las puertas del Palacio presidencial se abrieron, el pueblo no encontró al inquilino ni tampoco el wáter de oro que la leyenda le atribuía, aunque sí, en el garaje, la colección de coches de lujo de sus hijos.

En Kiev lucharon por la idea de Europa, pero no la de unos oligarcas, evasores fiscales con intereses corruptos en la City londinense ni la de la extrema derecha filofascista, cuyos partidos fraternos de la U.E., de Le Pen y Compañía son precisamente euroescépticos. La Europa de las ansias ciudadanas en la plaza Maidan es la de las libertades que nosotros, en España, estuvimos añorando durante el largo franquismo (*). Esa y no otra, la utopía, que aglutina a los sueños europeos y a la que seguimos aspirando frente a los sucedáneos y paliativos del dominio del Becerro de Oro del texto bíblico.

Sería bueno no confundirse pues hace años conocí, aquí, en el Parlamento, a Timoshenko, con su blonda trenza característica que soltaba exóticamente hasta el suelo; desde entonces, tengo la intuición de que no es la líder que Ucrania necesitaba, o, al menos, no era el único dirigente que podía protagonizar las nobles reivindicaciones de un pueblo honesto, democrático e infatigable, que sufre corrupción generalizada. Sigo en las mismas. Timoshenko ha resistido con indudable coraje en la cárcel y en el hospital la deriva enloquecida del régimen pero algo, será ese mi viejo olfato político y moralista, opinión que compartí con mi sabio compañero Raimon Obiols, la distancia de un reconocimiento carismático total.

Ni me convenció cuando la vi ni ahora en su libertad, que siempre hemos exigido.

En cualquier caso, las expectativas ucranianas con Europa son muy intensas y deberíamos cuidar mucho de no defraudarlas desde la Unión Europea.


(*)Por cierto, otra de las muchas similitudes que encuentro con el franquismo es el sanguinario episodio de la oreja cortada a un dirigente pro europeo. En la primera impresión de "Diario de una Bandera", lo que desapareció en las ediciones que siguieron a 1939, el Comandante Franco ensalza al soldado a su mando que corta la oreja de un prisionero moro, acto atroz que, pasando por la Mafia siciliana y los narcos mexicanos, se ha repetido en Kiev.