
En cierta ocasión coincidí con Eduardo López Albizu, “Lalo”, en los estrados para invitados de la Junta General del Principado. Se conmemoraba un Día de Asturias. Mi compañero vasco extrañaba que cuatro parlamentarios, cada uno por su grupo, intervinieran en acto institucional: “En Euzkadi, solo hablaría el lenhendakari”.Eso recordaba al ver la imagen firme y serena de Patxi López, hijo de Lalo, en las escalinatas del Ayuntamiento bilbaíno, el sábado pasado dirigiéndose a la gran manifestación contra ETA. Luego, con emoción desbordante, tomó la palabra Francisca Hernández, viuda del policía Eduardo Puelles. Con esa reacción popular, con un Gobierno autónomo fuerte, un Ministerio del Interior en pleno éxito y la inestimable colaboración francesa, me da que Eta está en los últimos momentos. Me presta intuir, sin que el deseo me ciegue, que antes del fin del mandato europeo que hora inicio, la banda terrorista, la última que resta en Europa, desaparezca. Desde luego, socialistas y populares en la Comisión LIBE (Libertades) vamos a estar más próximos que hace un lustro. Ese es mi compromiso y estoy seguro que también del PP, que antes jugó en exceso al desmarque. No desconozco, sin embargo, la pesadilla de que una lista afín a Batasuna, tuvo 826 votos asturianos. Ya sé que es muy bueno que no haya obtenido escaño y que esos votos son la sexta parte de los que sacaron, ahí mismo, en 1989.
El descenso de los proetarras es, en efecto, espectacular pero- ¿qué quieren que les diga?- se me hace doloroso constatar la abyección de paisanos nuestros, siniestros y cobardes.
Patxi López, con el apoyo valiente y lúcido de Antonio Basagoiti, escribe una página histórica a favor de la Libertad, el País Vasco y España. En primera fila, estaban Bruno Delaye, embajador de Francia, e Iñaki Azcuna, Alcalde de Bilbao, que no vacila como otros del PNV.
En este nuevo periodo quizá haya un acercamiento sobre la Alianza de Civilizaciones, que es grata al nuevo inquilino de la Casa Blanca. El desarrollo de esas ideas favorecerá la prevención del integrismo y del terrorismo internacional. De nuestra parte tenderemos puentes una vez que el PP europeo se ha desprendido de algunos euroescépticos y conservadores recalcitrantes que le permitirá centrarse un poco si tiene verdadera voluntad política. Volveríamos al origen fundacional de la construcción europea entre democristianos y socialdemócratas. Sin olvidar, no obstante, ahora, a los ecologistas.
Lalo estaría feliz viendo cómo la voz de su pueblo es la de su hijo. ¡Y qué bien orientada!
