miércoles, 28 de diciembre de 2005

Premios Sajarov 2005

El Parlamento europeo ha premiado este año con el premio «Sajarov» de defensa de los derechos humanos a las Damas de Blanco, Hauwa Ibrahim y Reporteros sin Fronteras. Se ha llegado este año a un acuerdo entre los principales partidos políticos para la concesión del premio de forma conjunta a las candidaturas del grupo popular (Damas de Blanco), del socialista, a propuesta de Elena Valenciano (Hauwa Ibrahim),y de los liberales (Reporteros sin Fronteras). Las Damas de Blanco surgió en Cuba a principios de 2004 tras los arrestos de disidentes políticos de 2003. La mayoría de los 75 hombres detenidos entonces permanecen todavía en prisión, encarcelados por criticar la falta de libertad política en su país. El intento de silenciarlos ha fracasado ya que sus esposas e hijas han llamado la atención mundial realizando protestas pacíficas todos los domingos. Esta candidatura nos recuerda una vez más la situación que se vive en Cuba, tras la concesión del premio «Sajarov» en 2002 al socialdemócrata Oswaldo Payá. Europa intenta ahora usar sus «poderes blandos» de persuasión económica y política para mitigar la situación, un país altamente dependiente del turismo y donde el 20% de la población vive en la absoluta pobreza. La nigeriana Ibrahim ha desarrollado una extraordinaria labor en defensa de mujeres condenadas a la pena de muerte por lapidación. El adulterio se castiga con la muerte. De fe musulmana, Ibrahim trabaja incansablemente, de manera altruista y bajo intimidación, contra el fundamentalismo religioso. Hauwa es la única abogada en su país que se opone a la «sharia» (la ley islámica). Como mujer, sin embargo, no está facultada a presentarse en los tribunales islámicos y sus colegas deben hablar en su nombre. Como musulmana, Hauwa ha sido acusada de traicionar a su religión. Reporteros Sin Fronteras defiende y apoya a periodistas y otros profesionales de los medios de comunicación contra la persecución y la censura. Merece la pena recordar que un tercio de los países del mundo no cuenta todavía con libertad de prensa.

sábado, 24 de diciembre de 2005

Asturias y Blair

EN 'Cuentos y cuervos' menciono a mi manera la mañana en que conocí a Tony Blair, anfitrión en los salones de la londinense Cámara de los Comunes. Veinte años después me lo he topado varias veces en Estrasburgo y Bruselas como presidente del Consejo Europeo, cuyo mandato finiquita estos días. Su presidencia no ha sido muy brillante en los logros europeos, pero ha conseguido al menos, a última hora, el consenso básico para unas Perspectivas Financieras (2007-2013) que se había presentado, probablemente por culpa suya, muy difíciles de alcanzar.Desde el momento en que la ciudadanía de Holanda y Francia dio un portazo a la Constitución se abrió una profunda crisis de identidad y de objetivos en la Unión Europea. ¿Qué habría sucedido si los jefes de Estado y de Gobierno no hubieran aprobado el último borrador que les presentó el 'premier' británico? Las complejas instituciones que conforman la Unión Europea, cuyo funcionamiento diario es ya un milagro, se resentirían sin Carta Magna ni presupuesto; en tres palabras, sin norte referencial Se ha puesto ahora un parche que ayuda a cicatrizar algunas heridas abiertas. Con el cuerpo principal de estos nuevos presupuestos se aborda una insistencia del Gobierno de Rodríguez Zapatero en las últimas cumbres: convertir en europeas las políticas de emigración y de innovación para las que, en beneficio de España, hay ya créditos en marcha. La UE reconoce así la trascendencia de la frontera sur y ofrece un primer respaldo.Como miembro de la misión europarlamentaria que viajó a Ceuta y Melilla hace unas semanas, bien he podido comprobar sobre el terreno la necesidad y el éxito de la política de los ministerios de Trabajo, del Interior y de Asuntos Exteriores, así como de las secretarías de Estado de Emigración y de Cooperación Internacional, de las que son titulares dos personalidades extraordinarias, Consuelo Rumí y Leire Pajín. En materia de 'innovación', la necesidad de implicar a Europa en los objetivos modernizadores españoles ha sido otro paso que han de apuntarse en el triunfo negociador Moratinos y Solbes al alimón.Sin embargo, lo mejor está en que los fondos de cohesión para la convergencia española se mantengan hasta 2013 («¿y puede que más allá!»,insinuó un entusiasta José Luis Rodríguez Zapatero). ¿Quién lo iba a decir en el año 2000 cuando España reclamó esa partida por «última vez» reconociendo que renunciaba a prórrogas debido al desarrollo esplendoroso del producto nacional? La bondad del actual presupuesto aprobado por el Consejo hay que verla desde ese ángulo. España había aceptado, en tiempo de Aznar, la renuncia a esos ingresos, incluso antes de que entrasen los diez países nuevos en 2004, que naturalmente desequilibraban aún más cualquier aspiración a obtener subsidios.No todo han sido parabienes en la cumbre. Hay un tema que no fue bien recogido en el texto final, al menos documentalmente. Se trata de la marginación de Asturias y Murcia, junto a Basilicata y Algarve, con respecto a otras siete regiones (alemanas, griegas y una austriaca) que salen con mejor trato del objetivo y del 'efecto estadístico', subida virtual de la media de renta per cápita por la entrada de países más pobres. El Gobierno regional asturiano había venido trabajando muy bien preventivamente desde la legislatura anterior, reuniendo en la 'Declaración de Oviedo'de 22 de marzo de 2004 a todas las regiones afectadas por esa circunstancia. Cuando se habla por algunos, con medias verdades, de la disminución de las grandes cifras del periodo anterior se olvida malévolamente el crecimiento de la economía patria y también que gracias a la movilización de las regiones, con Asturias a la cabeza, el 'efecto estadístico' ha sido reconocido con una fuerte compensación en las nuevas perspectivas económicas de la Unión Europea.La marginación parcial que fue introducida en el documento de trabajo de la presidencia luxemburguesa hace meses es un completo absurdo que va contra la entraña democrática europea y la igualdad entre las regiones. Es una injusticia que he tratado de poner de relieve en el hemiciclo parlamentario y en la prensa internacional. Nadie sabe con rigor por qué se introdujo esta anomalía tan aberrante. Para mí que fue una 'aportación' de la actual canciller Angela Merkel hacia su 'Land' de origen, entonces en plena campaña electoral. En cualquier caso, con el mandato de los diputados de Basilicata y del Algarve me entrevisté en ese tiempo con el primer ministro, señor Juncker, al que hice ver lo intolerable de la situación creada. En junio de 2005 recibimos directamente del político luxemburgués palabras que no se plasmaron en la realidad documental. Eso mismo, incluso manejándose varios borradores positivos para Asturias, nos volvió a ocurrir con Blair y su equipo, algunos de cuyos próximos, mis compañeros de escaño Gary Titley, Michael Cashman, Elund Morgan, David Martin, Arlene McCarthy, Mcavan son personas de extrema sensibilidad política que creo que apoyan la superación de cualquier marginación vergonzante y absurda como esta.Cuando ya parecía que todo estaba arreglado para superar esa diferencia entre regiones de Europa, la representación española (Moratinos, Alberto Navarro y Miguel Ángel Navarro, con el presidente a la cabeza) se apunta el gran tanto negociador de introducir varias mejoras generalizadas para España, cifradas en miles de millones de euros, lo que me hizo pensar enseguida, y así se lo hice saber al Gobierno asturiano, que tamaño éxito en plena cumbre haría resentirse la solución entrevista para el 'efecto estadístico discriminado' murciano-asturiano. Sin embargo, el presidente del Gobierno español, que ha seguido muy de cerca todos los avatares, en contacto con el presidente de Asturias, atajó de inmediato que las regiones que perdían algo en beneficio del conjunto serían compensadas en las otras partidas del propio presupuesto europeo. Estamos, pues, de doble enhorabuena. Se gana para España y para Asturias. En conclusión personal que me hago, si la hipótesis del ingreso, en caso de igualdad con las regiones privilegiadas, se podía establecer en 263 millones de euros y ya se especifica otra partida finalista favorable a Asturias de cien millones de euros, parece evidente que habrían de rescatarse de los fondos de cohesión o de otros, 163 millones para neutralizar sobre el papel la marginación astur.En eso están el Gobierno de Asturias y el de España. No obstante todo lo anterior, el proceso parlamentario no está terminado y sería importante que al final no hubiera ningún estigma a las cuatro regiones, incluso más allá del resultado económico. Asturias tiene derecho a que se le trate igual que a las demás de su misma circunstancia. Lo han dicho en la región su Gobierno autónomo, los sindicatos y los empresarios en un loable seguimiento de los temas europeos y de la letra pequeña de los acuerdos. De ahí que el pasado martes, 20 de diciembre, con el apoyo del presidente Borrell, de Enrique Barón, presidente de la delegación española, y de la responsable de presupuestos Bárbara Durkop, sacase yo el tema en el grupo socialista europeo y luego lo reprodujéramos, haciendo equipo con los diputados Jamila Madeira y Gianni Pitella ante Tony Blair y Durao Barroso, en lo que insistió con indudable mérito y reflejos el diputado Salvador Garriga. Barroso prometió un seguimiento de esa marginación y Blair, tras sonreír, nos escribió una carta en la que pide al ministro correspondiente de su Gabinete la búsqueda de una solución.En política no hay jamás que tirar la toalla, y en todo caso hay que sudar la camiseta hasta el final. Esas fueron mis palabras ante el consejero Valledor en rueda de prensa cuando iniciamos esta campaña. El Parlamento verá esta cuestión en Estrasburgo en la segunda semana de enero y luego en diálogo con el canciller austriaco Schussel a finales de mes. Es una cuestión muy difícil, pero el no ya lo tenemos y lo ya conseguido es mucho. De lo aprobado por el Consejo se modificarán al alza a no dudar otras partidas referidas a cultura y juventud. Es de desear que también la de nuestro lacerante desequilibrio. Sería preciso para ello que entre los mandatarios del Parlamento haya alguno de España, Portugal o Italia.Será, pues, ya con Presidencia del Consejo de Austria, aunque, si saliese bien, no desdeño felicitar a Blair como le dije en el Parlamento de Estrasburgo el pasado 12 de diciembre. Y es que los insultos a la inteligencia y a Asturias por parte de un líder tan cualificado de la actualidad mundial sería bueno que se rectificasen. No importa que haya un poco de retraso si la dicha es buena. En todo caso, plantearlo de nuevo es una obligación consustancial al mandato de diputado.

Inmigrantes de Almería

Aquí, en el Parlamento Europeo, las exposiciones sobre los temas más variados son continuas. Cada uno de los setecientos treinta y dos europarlamentarios tiene derecho a organizar una exposición por legislatura (cinco años). Hay quien promociona una industria de su región o quien patrocina a un artista y así da a conocer su producción de paso que nos enriquece a todos con la variedad de formas y expresiones artísticas que existen en Europa. Recientemente, Daniel Varela, diputado del PP, presentó «Mar de Fondo», exposición del pintor gallego Ramón Trigo, que se centraba en la relación entre Galicia y el mar; Miguel Ángel Martínez, una muestra sobre el Quijote en los veinte idiomas de la Unión Europea; Francisca Pleguezuelos, una exposición sobre jóvenes artistas granadinos, con un magnífico catálogo de poesía y pintura. Más recientemente, ha habido una que me ha llamado sobremanera la atención. «Las Manos del Campo», presentada por la andaluza Mabel Salinas. Es una exposición fotográfica de 80 retratos que pretende mostrar la cara de la realidad del campo almeriense, las personas, llegadas de todos los rincones del planeta, que conviven y trabajan en ese rincón de Europa. Se trata de una mirada directa a la cara, manos y ojos representativos de quienes hacen posible el llamado modelo económico de Almería, reconocido y estudiado por Administraciones y Universidades de todo el mundo. Es un homenaje y una apuesta por la convivencia de los seres humanos, lejos de las diferencias por razones de nacionalidad, sexo, religión o etnia. El trabajo une en Almería a las personas que buscan en esta tierra una salida a su situación social, laboral y política que viven en sus países de origen. En Almería residen personas de más de 110 nacionalidades diferentes. Para la realización de esta muestra se fotografió a 71 ciudadanos representativos de esos países, que se ganan la vida en el campo, junto a trabajadores españoles. Aquí, en Bruselas, Mabel Salinas ha demostrado cómo aportar un original granito de arena al mejor conocimiento del crisol de culturas que constituyen la Europa del siglo XXI.

Conferencia de Barcelona

Este fin de semana se celebra en Barcelona el décimo aniversario de la Conferencia de Barcelona de 1995, en la que se reunieron los gobiernos de Europa y del Mediterráneo para intentar una estrategia de colaboración permanente. Fue un éxito de los anfitriones, Felipe González y Javier Solana, actualmente Sr. PESC (el principal responsable de la política exterior y de defensa de Europa). Como preparación de la cumbre de jefes de Estado mantuvimos el pasado fin de semana en Rabat una reunión extraordinaria de la Asamblea Parlamentaria Euromediterránea con el fin de implicar a los representantes de los ciudadanos en el conocido como «Proceso de Barcelona». Hoy, aún más si cabe que ayer, el Mediterráneo es una de las prioridades de España. También lo debería ser de la Unión Europea. No obstante, la ampliación al Este de la Unión Europea en los noventa se hizo sacrificando la atención que merece el Sur. Ahora, diez años después de la Declaración de Barcelona, Europa debe reequilibrar su flanco más vulnerable. No en vano, suele recordar Josep Borrell, presidente del Parlamento europeo, se trata de la frontera de mayor desigualdad económica del mundo. Las alternativas en el Mediterráneo, siguiendo a Raimon Obiols, son urgentes y graves: guerra o paz en el conflicto israelo-palestino; desigualdad o reequilibrio socioeconómico entre el norte y el sur del mar compartido; democracia y derechos humanos o autoritarismo y represión; gestión solidaria de las migraciones o éxodos masivos y caóticos; emancipación o represión de la mujer; choque de civilizaciones o diálogo-alianza de culturas, como defienden Rodríguez Zapatero y Kofi Annan; degradación del ecosistema o preservación de los equilibrios medioambientales. Dicotomías que se resumen en una: solidaridad o barbarie. La «alianza de civilizaciones» será un eje fundamental de las decisiones que se adopten en Barcelona. En Rabat, como resaltó Pasqualina Napoletano, por impulso del Parlamento europeo, se ha dado un paso importante: una moratoria para la pena de muerte en todos los países del área. Ojalá que pronto se ascienda otro peldaño fundamental en los derechos humanos: el ejercicio de la autodeterminación para un pueblo que lo reclama desde hace décadas, el Sahara Occidental.

OPA, punto final europeo

El pasado martes 29 de noviembre me sentaba, como todos los martes, en mi escaño de la Comisión Jurídica del Parlamento europeo, cuando la señora Neelie Kroes, que estaba en estrados, se dirigió hasta mí para darme simplemente los «buenos días», bajo los flashes de los fotógrafos. Era un gesto significativo. Atrás quedaba la polémica que habíamos sostenido durante mes y medio sobre si la jurisdicción correspondiente para tratar la OPA de Gas Natural/Endesa era Bruselas o Madrid. En el origen de aquella discusión, que tuvo ribetes agrios y extraños, creí ver en la poderosa comisaria de la Competencia la imagen de una personalidad dispuesta a ceder ante la recomendación de sus correligionarios del PP español. No obstante, era de todo punto evidente que solo cabía rechazar de plano lo que no se ajustaba a la normativa y a la jurisprudencia comunitaria: ¿Cómo avalar el cambio de campo de juego si lo que exigiría tan solo el 66,6% de volumen de negocio en España alcanzaba más del ochenta por ciento? Así las cosas, el itinerario procesal de la OPA estuvo pendiente durante semanas de una decisión que tardó demasiado en producirse. La señora Kroes actuó, por fin, como correspondía, dando, no obstante, una pataleta con la que lamentaba la insuficiencia de la legislación comunitaria y su personal obligación de someterse a estrictas normas que le gustaría en el futuro cambiar. A la larga reafirmaba la competencia española a la luz de las disposiciones vigentes y ridiculizaba la calumnia de que tuviese algo que ver con los fondos de cohesión que dependen de autoridades jerárquicamente distintas del derecho europeo. No sé cuál será el resultado final de la OPA que depende de los mecanismos reguladores del mercado y de los accionistas. Da la impresión de que tanto esfuerzo en el problema formal de la jurisdicción, haciendo creer que lo blanco es negro, conduce a pensar que las marrullerías no son socialmente nada buenas. En cualquier caso, la comisaria Kroes me daba la mano tras poner punto final a la opa de las opas. La política, aquí en Bruselas, es, por lo menos, elegante.

Este genial invento

Se habla a menudo del desconocimiento de las instituciones europeas. Cierto es que no se conoce a fondo cómo funcionan las tres instituciones fundamentales de la Unión: el Consejo (reunión de los gobiernos de los países miembros), la Comisión (o «ejecutivo» comunitario), y el Parlamento (único órgano de representación directa de los ciudadanos de Europa). Nos falta tiempo a todos, además, para cubrir esas lagunas. Pero, si hemos necesitado siglos para entender la división de poderes de Montesquieu, ¿cuánto tiempo necesitaremos para popularizar este genial invento que es Europa? Con el fin de acercar la Unión Europea a los ciudadanos la delegación socialista del Parlamento invitó la semana pasada a periodistas de varios medios asturianos -La Nueva España, La Voz de Asturias, El Comercio, Oviedo Diario, Radio Vetusta, RNE, SER, COPE, EMTUSA, etc- que se reunieron con algunas de las principales personalidades del Parlamento. Se entrevistaron, con Josep Borrell, presidente del Parlamento Europeo; Enrique Barón, jefe de la delegación socialista española y ex presidente del Parlamento Europeo que les habló del reto del dragón chino; Daniel Conh-Bendit, líder del mayo del 68 francés, que trató la nueva revuelta, que no revolución, de los suburbios franceses; Eluned Morgan, diputada laborista por Gales que destacó las similitudes de su tierra con Asturias; Emilio Menéndez del Valle, embajador de España y eurodiputado que nos hizo un vuelo político de ida y vuelta hasta Singapur; Francisca Pleguezuelos; Carlos Carnero; Raimon Obiols y un largo etcétera de caras menos conocidas en Asturias, pero que hacen que la maquinaria de las instituciones funcione día tras día. La entrevista con Borrell fue apasionante. Su velocidad de análisis es vertiginosa: disecciona los problemas, encuentra excepciones, explica... y, además, cuando no sabe algo, así lo confiesa, sin más. Le intentan tender una trampa y le preguntan si el momento del descenso de las ayudas sería el momento adecuado para apoyar la innovación. Pepe sale airoso: la innovación hay que apoyarla con y sin subvenciones. Para el Presidente «que abramos este quiosco europeo todos los días es simplemente un milagro cotidiano... El Parlamento Europeo es una entidad que crea una democracia continental sin parangón en el mundo». Ante la urgente necesidad de conocer todos más a fondo lo que pasa en Europa, yo pido: periodistas asturianos, ¡ayudadme a explicar esta fascinante aventura europea!

Desmanes urbanísticos

No hace falta recurrir a la estadística para darse cuenta de que al ritmo de construcción que algunos pretenden quedará en la costa española poco espacio sin urbanizar. El crecimiento del hormigón costero merece una reflexión en estos veinte años de autonomías, incluso para plantearse sinceramente si algunas de las competencias transferidas deberían ser recuperadas por la Administración central. Junto a la barbaridad que se proyecta para Murcia, es la Comunidad Valenciana la que se lleva el triste mérito de la chapuza ostensible y el atropello medioambiental por su polémica LRAU (ley reguladora de la Actividad Urbanística), con expropiaciones escandalosas, indemnizaciones bajas, ausencias de criterios de impacto y posteriores reventas a precios de mercado. Tras dos años de debates y estudios, este asunto ha sido debatido en el Parlamento europeo, donde acaba de aprobarse por 550 votos a favor y 45 en contra, 19 correspondientes al PP español -algún lobby tenía que oponerse-, la exigencia a la Generalitat de que ponga fin a la ley en vigor y que se eviten los casos de indefensión. Hubo, además, en el debate un agrio enfrentamiento, que puede ser un definitivo precedente para otros supuestos, entre un clarividente Joan Calabuig e Ignasi Guardans (CiU), defensor esporádico del principio de la subsidiaridad (que se intervenga a nivel comunitario sólo cuando los otros niveles de actuación sean ineficientes; momento que para el nacionalista catalán no habría llegado todavía). Guardans se queja de una pretendida actitud neocolonial y de que supuestamente no haya más base jurídica que «una genérica defensa de los derechos humanos». Sin embargo, el principal valor del Parlamento europeo, en casos como éste, es la presión moral que puede ejercer. También ha llegado al Comité de Peticiones del Parlamento europeo, gracias entre otros a Carlos Carnero, Inés Sabanés y Roberto Tornamira, el desmedido proyecto del alcalde Ruiz-Gallardón de soterrar la M-30 que asusta a los mismos diputados del partido conservador europeo. Aquí, en Bruselas, se siguen, con distancia variable, asuntos de muy distinto fuste, grado y magnitud, pero que no dejarán de llamar la atención parlamentaria en los próximos tiempos como la denuncia preventiva de los vecinos de Santa María de Grado y quizás, algún día, la amenaza que para el lecho del alto del Nalón suponen balsas de cianuro que tanto preocupan a los ecologistas de verdad.