viernes, 10 de enero de 2020

DE MACHADO A ÁLVAREZ SANTULLANO PASANDO POR DÍAZ FEIXAT Y MARCELINO ARBESÚ


BANCO ANTONIO MACHADO

Díaz Feixat, que me rememora a Marcelino Arbesú,  pues mi compañero almario le tenía afecto grande por objeción armamentista, infrecuente en ese entonces, conserva el banco en que había dormido Machado la última noche española.

Tomo en Gracia Noriega el letrerito que en habitación de huéspedes habría puesto Juan Benito Argüelles, “Aquí durmió Ángel González”, lo que es leyenda improbable, o simple cabeceo, pues el poeta, amistad íntima en el ajedrez, antes que en la literatura y el republicanismo, tenía piso cerca. Sí recogió Juan, tras trasnochar la PLAZA DEL PARAGUAS, a Ian Gibson, Gil de Biedma, ¡de su noche ovetense los últimos versos!, Julio Ramón Ribeyro...

En banco unicolor a diferencia de los arco iris de la Escandalera, dejó olvidada la merienda Marcel, muchacho atraído enseguida por madalena en té, sin duda militante anti homofobia de llegar al XXI, que, inmediatamente antes, en la ficción de Fernando Quiñones, otro invitado de Juan Benito, visitó a Clarín en el tiempo recobrado de la verdad literaria. La merienda era contrapartida de Onofre y Leopoldo Alas para gastar liquidaciones de derechos de autor. Ni meriendas ni genuinas autorías de este dos veces veinte, en el que pervive malamente la antigualla búsqueda del tiempo perdido o desmedida afición a libros envejecidos y librerías.

De chez Díaz Feixat, Machado alcanzó Collioure, donde renacería muy luego la creación intelectual española. Allí le despidió póstumamente Luis Álvarez Santullano, ovetense, azañista, del que María Ablanedo, concejala PP, logró nominar calle. Es gesto que emociona tal Señoría Coto, CIUDADANOS, ante mixtura presupuestos/palabra dada/ciencia hipocrática/semiótica de compraventa semoviente. En España, de denigrar a los partidos, salvo FET y de las JONS,  se pasa a interpretación entre rígida y agobiada del art.6 de la CONSTITUCIÓN. Aunque suelten denuestos, hay deudos sin leer, diestra o siniestra, del  “¿Qué hacer?” de Lenin.

El último escrito de Antonio Machado fue a su amigo ovetense.

Precioso si la rúa Álvarez Santullano se inaugura por Ablanedo subida al banco de Díaz Feixat. No es probable, sin embargo, cumplir acuerdo municipal anterior, azañista y/o machadiano, con imaginación y tolerancia en la carrera con la Presidenta de Madrid por la tontuna.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo muy buenos recuerdos de Marcelino sobre todo de su bondad y buen humor. Un abrazo M

Anónimo dijo...

Gustóme mucho!!👁🤗🤗🤗🤗P