lunes, 31 de julio de 2017

Acerca de DSA y otras anécdotas

Gijón en el retrovisor

Un "gol por la escuadra" en el Ateneo Jovellanos para iniciar una batalla política

Alfredo Liñero, en cuya casa de La Corolla se celebró la primera reunión de los fundadores de Democracia Socialista Asturiana, presentó candidatura para presidir la institución cultural gijonesa

31.07.2017 | 04:15
Alfredo Liñero, un empresario que siempre voló muy alto, a bordo de su avioneta.
Las aguas políticas empezaban a revolverse antes de lo que se auguraba como una muerte inminente de Franco. En la cama, por supuesto. En Asturias solamente existía "el partido" -vamos, el comunista- y ya desde la revista leída "Nosotros", en el "Ateneo Jovellanos" se había detectado que las principales voces de la oposición gijonesa a la dictadura franquista eran la del anarquista José Luis Rúa y la del comunista José Ramón Herrero Merediz. 
El secretario de la Junta Directiva del "Ateneo Jovellanos", Pedro de Silva Cienfuegos-Jovellanos, no paraba de realizar prudentes reuniones con profesionales de todos los ámbitos. Yo fui uno de los escogidos por Pedro de Silva para reunirnos en la cafetería "Europa" -el nombre era simbólico en la selección del escenario- donde soñábamos con la recuperación de los derechos fundamentales y de las libertades políticas. Allí se puso en marcha lo que inicialmente se denominó "Izquierda Regionalista Asturiana" (IRA). 
Él fue quien decidió realizar el primer ensayo para calibrar los apoyos que podíamos tener en el "Ateneo Jovellanos", cuyo presidente en funciones, Lorenzo Sarmiento, había convocado el 17 de febrero de 1974 elecciones para nuevo presidente. Inicialmente tres fueron los candidatos que se atrevieron el dar el paso adelante: Manuel Meana, Silverio Cañada y Alfredo Liñero. Sin embargo, el Consejo de Fundadores no aceptó ninguna de las candidaturas presentadas, lo que motivó la dimisión de toda la Junta Directiva, que puso sus cargos a disposición de la asamblea general, que la aceptó el día 27 de febrero, aunque además de solicitar, por unanimidad, la disolución del Consejo de Fundadores, acordó convocar elecciones generales en el plazo máximo de un mes. Tras la retirada de las candidaturas de Manuel Meana y Silverio Cañada, el Consejo de Fundadores aceptó las candidaturas de Ignacio Bertrand y de Alfredo Liñero. No obstante, Alfredo Liñero -bien asesorado por Pedro de Silva- presentó un escrito en el que denunciaba que Ignacio Bertrand no reunía la condición exigida en los estatutos de diez años como socio para poder optar a la presidencia de la entidad cultural.
Un gol por la escuadra que motivó que el desconcertado Consejo de Fundadores retrasase ilegalmente durante diez meses la convocatoria de elecciones hasta que decidió que los candidatos fuesen Claudio Fernández Junquera y Alfredo Liñero Rivero. Pero no se realizaron hasta el año siguiente.
Mientras tanto, Pedro de Silva consideró que había llegado el momento de iniciar su carrera política y, en una comida en Oviedo, en la calle de Cervantes, en el entonces domicilio de Antonio Masip y su esposa Eloína Fernández, donde estuvo acompañado por su esposa Marichón Marbán, se llegó al acuerdo de empezar a caminar. Ambos líderes políticos tenían entonces muy claro que había que repartirse el territorio asturiano. Antonio Masip coordinaría Oviedo y Pedro de Silva, obviamente, Gijón.
Una comida clandestina con Rojas Marcos. En aquellos tiempos se vivía una auténtica proliferación de pequeños grupos políticos por toda España con miles de siglas. Al pensar en una posible colaboración futura, invitamos a venir a Asturias a Alejandro Rojas Marcos, líder de la Alianza Socialista de Andalucía. Me encargaron a mí que organizase un almuerzo en un lugar de seguro y entendí que el menos sospechoso era un lugar oficial. Así que hablé con el director del Parador Nacional de Turismo "Molino Viejo", José Ramón León Espejo -con quien mantenía una excelente relación profesional y lo consideraba un hombre de talante liberal, por lo que le dije la verdad- quien nos dio todo tipo de facilidades para reunirnos a comer en la sidrería, reservada exclusivamente para nosotros. Para una reunión clandestina nada mejor que un parador turístico a fin de no levantar sospechas en la Brigada Político Social. En el transcurso de la comida, Alejandro Rojas Marcos preguntó si creíamos que llegaríamos a tocar "pelo de Gobierno". Y Pedro de Silva, sin pestañear, respondió: 
-Estoy seguro de que tendremos que asumir la responsabilidad de gobernar Asturias,
Pero aquella relación con el líder andalucista duró poco tiempo, ya que su Alianza Socialista de Andalucía se integró en la Junta Democrática -que estaba controlada totalmente por el Partido Comunista- a la que eran totalmente contrarios Pedro de Silva y Antonio Masip.
La primera reunión para crear la DSA. Unos meses antes, a finales del año 1974, Pedro de Silva, de acuerdo con Antonio Masip, decidió que la primera reunión para iniciar la constitución del grupo político Democracia Socialista Asturiana (DSA) fuese en la casa que el empresario Alfredo Liñero Rivero tenía en el alto de La Corolla, en Somió. Desde Oviedo y, al tratarse de una reunión clandestina, los asistentes tuvieron que seguir desde su automóvil las luces de otro coche que los llevó hasta el chalé de Alfredo Liñero, que en aquel entonces carecía de vegetación que lo hiciese más discreto a los ojos de los demás. Quienes acompañaron desde Oviedo a Antonio Masip solamente fueron el ilustrado Ramón Cavanilles Navia-Osorio y el arquitecto Ramón Fernández-Rañada. Por parte de la delegación de Gijón -por llamarlo de alguna manera- asistimos, además del organizador Pedro de Silva y del anfitrión Alfredo Liñero, el dueño de "Discoteca", Sergio Morán de la Huerta, el arquitecto Gerardo Fernández Bustillo y yo. 
Allí se habló de todo, aunque desde un principio quedó meridianamente claro que tanto Ramón Cavanilles como Ramón Fernández-Rañada no iban a formar parte de aquel grupo regionalista, dado que sus miras políticas estaban en un contexto político con horizontes más universales: la Junta Democrática de Asturias.
Mis recuerdos personales de aquella reunión fueron tan excelentes como el vino con el que nuestro anfitrión Alfredo Liñero tuvo la gentileza de obsequiarnos: botellas de la cosecha de 1970 de "Vega Sicilia", quizás la mejor de toda su historia. En aquel encuentro con personas de ideas progresistas se habló de todo -hasta de ovnis, que tanto Alfredo Liñero como Ramón Cavanilles confesaron que habían visto- y, como colofón, nuestro anfitrión nos sorprendió con un impresionante descapotable "Hispano Suiza" del año 1917, que guardaba en su garaje.
Como entonces no dominaban Gijón, Ramón Cavanilles y Ramón Fernández-Rañada, a quienes les gustaba gozar de la excelencia de la buena gastronomía, le preguntaron a Pedro de Silva dónde podían ir a cenar algo y éste les recomendó el drugstore que, en primera línea de playa, tenía el inolvidable camarero leonés que había revolucionado la hostelería gijonesa, Eustaquio Caballo Sánchez, "Caballito". Los solomillos que degustaron, a juicio de ese paladar exquisito que posee mi amigo Ramón Fernández-Rañada, eran incomibles.
Desde luego, nunca nadie podrá afirmar que Pedro de Silva sea un gran experto en los placeres de la buena mesa, al menos que yo sepa por mi experiencia personal compartiendo muchas comidas con él. Sin embargo, ello no es óbice para que sea una de las cabezas mejor amuebladas -si entonces lo era, ahora, mucho más- de la política asturiana. De eso, no cabe duda.
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sábado, 29 de julio de 2017

Estuve en La Granda en el Interesantisimo debate del sector lácteo que debe repetirse en Madrid


El sector lácteo fía su recuperación a la internacionalización de sus productos

Los productores coinciden en la necesidad de diversificar el mercado con la "elaboración de natas" para no ser sólo "envasadores de leche"

29.07.2017 | 04:05
La sala de conferencias de La Granda logró ayer su primer lleno del verano. 
"Importamos un 30 por ciento de la leche que necesitamos para nuestro propio consumo. Ese 30 por ciento está ocupado por los países comunitarios. Si ampliamos nosotros nuestra producción no quiere decir que podamos desplazar a quienes ocupan ahora ese 30 por ciento. Para nada. Luego si aumentamos nuestra producción, debemos exportarla", explicó el empresario Francisco Rodríguez, el director del curso que analizó ayer la situación en que se encuentra el sector lácteo. 
Rodríguez rechazó el mantenimiento de un mercado desregularizado -lo estuvo en el momento de las cuotas-. "Desde una posición liberal a ultranza lo que va a pasar es que nos vamos a quedar sin ganaderos. Y eso no lo podemos permitir", aseguró. "El problema lácteo es nacional, no se puede abordar desde un punto de vista autonómico. Esto es global". 
Y sobre esta globalidad, ayer se analizaron aspectos tan lejanos como complementarios. Francisco Sanmartín, el director general de la Central Lechera, destacó la oportunidad que supone el fin de las cuotas: "Ahora podemos empezar a hacer las cosas bien para ser competitivos", apuntó. La competitividad es una ambición de ganaderos e industriales, sobremanera, ante la fortaleza de los sectores lácteos de Francia y Holanda. 
Ramón Artime, el presidente de Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) en Asturias, puso sobre la mesa dos problemas: las indemnizaciones a los que se retiraban del campo y la alta edad de los titulares de las explotaciones ganaderas. "¿Qué hacemos si no hay sucesor? Nada, porque cierra", apuntó el también portavoz del Partido Popular en Gozón. Invocó un nuevo movimiento de cooperativa "para aglutinar el sector". Recordó, en este mismo sentido, el alto endeudamiento de los ganaderos que se dedicaron a comprar la cuota del productor vecino porque, en palabras de Rodríguez, "era la única manera de crecer". Román Santalla, de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), deseó que "ningún ganadero cierre por culpa de la crisis". Sobre esta idea central recayó el desarrollo de la cumbre que se alargó durante más de 4 horas
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viernes, 28 de julio de 2017

Acerca de la Libreria Ojanguren



DESAPARECE, DICEN, OJANGUREN AUNQUE NO ME CABE CREERLO.

Mariano Abad, compañero de aventura europeísta, me mentaliza que Ojanguren, su segunda casa, desaparecerá. 

Puede ser aunque no quiero creerlo.

Antes, mucho antes de nosotros, fue de Cipriano Martínez, y primero de Juan Martinez y de su viuda, donde Clarín depositaba colaboración diaria para la prensa madrileña. Eran los Paliques, título que ridiculizaba, o pretendía desvalorizar, Umbral, tan buen escritor como desmedido iconoclasta. "Juan Santana"- prosa perversa, Casariego dixit- tuvo el acierto de dedicar ingreso en IDEA a las librerías del XIX.

Alas bajaba por Peso desde la Puerta Nueva pasando por las casas natales de sus adolfos, Posada y Buylla, e Indalecio Prieto, las de crédito de Masaveu y Herrero, Vista Alegre, el Caserón de Agüera, la capilla de la Magdalena, los paños de don Cirilo Pérez Ayala, la joyería Álvarez del Río, las consistoriales, la trasera del Español, donde algún día se toparía con Valero de Urría, su colaborador en la traducción de Zola. Clarín era afamado impuntual por lo que los comerciantes no pondrían en hora sus relojes tal sucedía con Kant en Könnisberg. Un sucesor mío ha escrito, como hipérbole, que determinado canónigo hubiera merecido inmortalizarse en La Regenta sin darse cuenta de que el Cabildo no sale bien parado en la gran novela.

Ojanguren, entonces por tanto Martínez, tendría probablemente el mismo escalón de la entrada con el que Alas habría tropezado más de una vez, como me aseguraba de Tenesse Williams un librero neoyorkino en su no menos sabroso establecimiento, plagado de anécdotas.

Era aquel entonces krausista el mejor instante de la Universidad, como dijeron Santiago Melón y Joaquín Costa. Pero hay otro tiempo menos ensalzado por su mugor ambiental y cercanía, los años cincuenta y un poco más, donde coincide Alarcos y su proyección de Ángel González u otros poetas no ovetenses (Blas de Otero, José Ángel Valente...). Se habla mucho de las revistas Cuadernos del Norte y Clarín, pero cómo se alcanzó, por ejemplo, el nivelazo de Archivum o de los estudios en torno a Feijoo, Casal y el siglo de ambos. Sin Ojanguren no hubiera habido difusor cultural de envergadura.

Un tiempo de transición fue propiedad de Bernardino Maside, funcionario de la Universidad, que giraba a nombre de su esposa "Enedina F.Ojanguren,sucesora de Cipriano Martínez". Maside era topadizo en la tertulia del Florida, hoy Reloj de Porlier, cerca de la entrañable librería, casa natal de Dolores Medio por medio. También fueron asociados, por probable pura pasión bibliófila, Pepe Serrano y Guillermo Estrada.

Cuánto he sentido antaño la desaparición de Gráficas Summa, con cuyo escaparate te deslumbrabas encendiéndolo por curiosidad nocturna, de don Alfredo Quirós y su tarabica de liberal irredento, de Santa Teresa("Santa Teresa,mon amour", capítulo de uno de mis libros), o la fugacidad de Atenas...Vale con que Cervantes sea una maravilla reactualizada por Conchita, que Santa Teresa también se haya remozado con mixtura cafeteril, cuyo modelo original acabo de ver en Helsinki/Alvar Aalto, con que sigan Polledo, Valdés y Maribel, para sentir, sin embargo, muy dentro el inminente deceso de Ojanguren.

Además de Julio, inolvidables me son Rafael, José María y el gran Ricardo Cepeda...Evoco a Cepeda, en sus característicos boina y gabán, cerrando en Arzobispo Guisasola su permanente catálogo, cuando nadie soñaba internet. Por allí paraba los sábados Antón Rubín, del que apenas alguno recordará tras írsenos Nacho Ruiz de la Peña("). 

Ignacio Gracia Noriega resaltaba el gran valor de la revista radiofónica dominical Fenestra Universitaria finalizada con abrupto atentado fascista en 1963. Antón, tan derechoso él, había sido crítico implacable de esa vanguardista iniciativa pero fue, nobleza obligaba, el primero en lamentar la pérdida cultural.

En la vecina Lugo hicieron de la misma tacada dos objetivos de la Unesco: rellenaron de libros los huecos de la muralla; aquí la familia Rojo Castillo se había adelantado a su manera ampliando su show room junto a los vestigios de la delimitación medieval de Alfonso X.

Mariano llama segunda casa a Ojanguren, como habrían hecho los Sela, Prieto, Caravia, Galmés, Juan Uría, el Deán Arboleya, Gendín y tantos, incluso inolvidables fugaces tal Clavería, Codoñer, Baquero, González Campos, Elías Díaz... que no sintieron este amargo trago que no soy a creer. 

En Viena atribuyen a Francisco José, el viudo de Sissí, lamento de su longevidad que permitía ver "fachadas céntricas con ventanas sin pestañas". Supongo que Abad tampoco habría deseado constatar el fin de la librería clásica. Es el atípico desahucio moral que nos deshabita. Puedo jurarlo sin faltar en absoluto al precepto bíblico de la vana invocación.

(")Me consta que Ruiz de la Peña fue legatario de su testamento ológrafo sin que hubiese ejercitado su derecho a retirar cualquier libro de Historia que le interesara.
www.antoniomasip.net

martes, 25 de julio de 2017

Pedro Cervilla sobre euroescepticismo,xenofobia y populismo

PEDRO CERVILLA | Director de los servicios jurídicos y registro del Comité de las Regiones

"El euroescepticismo está relacionado con xenofobia y populismo, suelen coincidir"

"En las instituciones europeas hay menos funcionarios que en el Ayuntamiento de París; el gasto administrativo es ridículo"

25.07.2017 | 03:48
Pedro Cervilla. 
El asturiano Pedro Cervilla regresa a Asturias desde su cargo en la Unión Europea como director de los servicios jurídicos y registro del Comité de las Regiones. Fue el primer director de Asuntos Europeos del Principado y defiende ardientemente a la UE y el europeísmo, pese a las enormes dificultades que atraviesa. 
- ¿Qué significa "participación ciudadana"'?
-Todo y nada. El ciudadano participa en la vida política a través de sus representantes, pero lo que aquí discutimos es cómo ese ciudadano no se siente participe del proyecto europeo y cree que está formado por unas élites que están en Bruselas donde deciden sobre la vida de cuatrocientos millones de habitantes.
- ¿Y es así?
-Por supuesto que no. Quizá lo que falta es mejorar la comunicación para paliar ese sentimiento. En el Comité de las Regiones estamos intentando darle la vuelta al sistema y promover diálogos ciudadanos donde esa participación se plasme en algo concreto.
- Suena complicado.
-Lo es, pero hay que hacerlo. Nosotros estamos organizando desde finales del año pasado, 135 eventos locales de participación ciudadana. El primero se celebró precisamente en Gijón en octubre del año pasado, con el Consejero de Presidencia del Principado, Guillermo Martínez
- ¿Cómo participa el ciudadano?
-Hay varios modelos: conferencias con debate final, cafés debate, y debates en la red abierto a cualquiera que quiera participar. También hemos desarrollado una aplicación móvil donde a través de preguntas muy sencillas conocemos la opinión de residentes en todos los países. 
- ¿Qué se hace luego con las respuestas?
-Cuando se agrupen las suficientes comenzará un proceso para que estas consultas ciudadanas tengan una expresión política a través del Comité de las Regiones. Se enviarán a los jefes de Estado y Gobierno para que se materialicen en políticas concretas. 
- ¿Ya han sacado alguna conclusión?
-Por ejemplo, de momento, estos son los mayores problemas del ciudadano europeo: Paro, seguridad y terrorismo, integración de inmigrantes, medio ambiente, políticas juveniles y movilidad y transporte público. Otras preguntas que se hacen son en cuanto a qué autoridad pública se confía más, donde gana la Unión Europea. 
- ¿Cree que aumenta el número de euroescépticos?
-Es muy difícil responder objetivamente. Según algunas encuestas sí que ha crecido, pero también depende de cada país. Por un lado tenemos el "Brexit" y por otro las elecciones de Francia. 
- ¿Cómo definiría usted a un euroescéptico?
-Creo que suele estar relacionado con xenófobo y populista. No tienen por qué coincidir los tres, pero en gran medida, es así. 
- En el caso de que hayan aumentado, ¿Por qué?
-Muchas veces a los políticos les da miedo la palabra Europa. La han usado durante muchos años para acusar a Bruselas de todos los males y era mentira. Los problemas estaban aquí y Europa trataba de mandar soluciones, luego se ponían medallas que nada tenían que ver con la realidad. Volver a poner a Europa como centro del debate va a ser importante. 
- ¿Cuál es la mayor evolución europea para usted?
-Justo lo hablábamos mi mujer y yo. Para venir a Asturias desde Bruselas no hemos tenido que cambiar de moneda. En nuestros primeros viajes había que cambiar tres veces de moneda. Ahora eso parece obvio, pero hace unos años era muy diferente. 
- ¿Los grandes males?
-La toma de decisiones. No puede ser que un Ministro de agricultura diga cómo van a ser ciertas políticas y que Asturias, Galicia o Cantabria, por ejemplo, no tengan nada que decir. 
- ¿Sobran instituciones?
-No. En las instituciones europeas hay menos funcionarios que en el ayuntamiento de París. El costo de los eurócratas, el presupuesto comunitario global es el 1% del PIB de todos los estados miembros y, de ese 1% el 5% es el gasto administrativo. Es un gasto ridículo. 
- ¿Qué ocurre con los refugiados?
-Europa no es la culpable, sino cada estado que no acoge al número de refugiados que le corresponde. Últimamente se está hablando mucho de mecanismos para echar a los estados miembros que no cumplen las normas, como Polonia o Hungría. 
- Pero, ¿no hay otras soluciones?
-Creo que no se hacen todos los esfuerzos que se podría, pero no quiero meterme en ese asunto. 
- ¿Qué significa la Unión Europea para usted? 
-Es un espacio de libertad y democracia, de progreso económico y social y un espacio de movilidad. 
- ¿Cómo ha cambiado Asturias desde la entrada en la UE?
-Antes estábamos encerrados en las montañas, mirándonos el ombligo. Hubo mucho escepticismo. Muchos decían "¿qué vamos a hacer en Europa?, eso no es para nosotros". Costó romper con la mentalidad y no estoy seguro que se haya conseguido del todo, pero está claro que nos ha beneficiado por completo. 
- ¿Habrá más encuentros en Oviedo?
-Estamos pensando en celebrar otro durante la celebración de los premios Princesa de Asturias a la unión euro. Creo que podría ser interesante, sobre todo girando alrededor del premio de la Concordia. 
- ¿Contento por volver a Asturias?
-Llevo 23 años viviendo en Bruselas pero soy asturiano de nacimiento y es una alegría volver a mi tierra.

lunes, 24 de julio de 2017

Declaraciones de Joaquín Sabina


Uno de sus grandes amigos era asturiano: Ángel González. Se van a cumplir diez años de su muerte. ¿Aún le añora?
La gente que vive conmigo sabe que hablo de él y lo recuerdo todos los días de mi vida. Fueron demasiadas noches en este mismo sofá desde el que le hablo bebiéndonoslo todo, fumándonoslo todo, leyéndonoslo todo, cantándonoslo todo, muriéndonos de risa. Ángel cantaba a Juanín de Mieres. Era fantástico. Pasábamos unas noches maravillosas. Primero fue un maestro y luego un amigo, el mejor amigo que he tenido nunca.
¿Qué aprendió de él?
El pedazo de persona que era, el pedazo de corazón que tenía, su exquisita discreción. Era un dandy de la discreción.
¿Le duele que su fundación se haya quedado en nada?
Sí, claro que me duele… Hay un cáncer ahí que se llama cáncer de las viudas de los escritores. En fin, me dicen que me calle. No merece la pena. Lo que tienen que hacer los asturianos es conservar como un tesoro la memoria de Ángel.

Acerca de El desván de los Vencejos Azules

VENCEJOS AZULES

La gaviota ha sido para mi una obsesión
Gabriel Celaya

Por un par de días consecutivos una gaviota, que presumo es la misma, ha picado ruidosamente en uno de los cristales de mi ventanal que da al San Francisco. En esa proximidad mi mujer ha colocado flores moradas de tela sobre una maceta, también de imitación. Esa gaviota parece insistir atraída por el colorido soleado del trapo y su falsa creencia quizás de avidez alimentaria, o-¿por qué no?- simplemente estética.

Mucho me gustaría que Lucio, mi nieto de cinco años, se percatase de este fenómeno visual tan sugerente, en pleno colorido del verano. La mente me vuela hacia los colores traspuestos del entrañable escritor tevergano Celso Peyroux en su memoria onírica de antiguo niño inquieto: ¡los vencejos azules! Y antes del imposible yerro cromático, el de la misma especie,  no eran golondrinas sino vencejos. Prosa novelera que enriquece con su relato corto, casi poemático. El azul se vinculó a Asturias, traído desde Afganistán por un exquisito patricio romano que lo llevaría inicialmente a Salime/Chao de San Martín.

"La  gaviota" era un periódico mecanografiado que yo mismo dirigía en 1956, con diez años. El título de pájaro costero habrá sido escogido no por mí sino por mi padre, que hacía también teclear mis artículos sobre política francesa, el Tour de Francia y aún la inoportuna  conmemoración del veinte aniversario de un tal Calvo Sotelo. Mi progenitor sorprendía, o eso buscaba con mIs pinitos periodísticos, a las visitas a las que obligaba a escucharme. La gaviota era coto vedado a Salinas, San Juan de Nieva o San Balandrán hasta que en mi tiempo de Alcalde don Emilio Olabarri, el campechano último Magistral del Cabildo, al que debo la filtración de la extraña conspiración para que Juan Pablo II no visitase Oviedo, me abordó en su queja antipajarracos.

Don Emilio quería terminar con las gaviotas y las palomas de Oviedo que embadurnaban la torre de la Catedral¿También, persona tan docta y bondadosa, habría atentado contra los linajudos ancestros de esta gaviota que, aún peor si cupiese, que la paloma de Alberti y sus desorientados puntos cardinales, se confundía  en su torpe avaricia por los colores mágicos de falsas flores? 

Los equívocos vencejos azules...mis flores de atractivo trapo morado...

www.antoniomasip.net

domingo, 23 de julio de 2017

Nacho Quintana y el imprescindible Museo de Oviedo

Alfonso II y el necesario Museo de la Ciudad de Oviedo

23.07.2017 | 03:42
La estatua de Alfonso II el Casto junto a la Catedral. 
Existió un legendario guerrero, cristiano y de origen noble, que en la segunda década del siglo VIII, concretamente desde el año 718, acaudilló a los astures norteños contra los musulmanes, que habían invadido la península Ibérica en el 711. Pocos años después, en el 722, los derrotó en la conocida Batalla de Covadonga, fundando el Reino de Asturias. Asentó su monarquía en Cangas de Onís, reforzada por sus primeros sucesores: su hijo Favila y su yerno Alfonso I. Siglo y medio después, esta historia la cuentan los cronistas de Alfonso II, noveno rey de este recién nacido reino, algo nebuloso, sobre todo en esa primera etapa oriental en Cangas. Alfonso II, denominado como el rey Casto, estableció definitivamente en Oviedo la corte del Reino de Asturias, que había sido un tanto ambulante hasta ese momento, pasando de Cangas de Onís a Pravia. 
Alfonso II fue proclamado rey el 14 de septiembre de 791 y, como novedad, ungido por el rito visigodo. Este rey manifestó así la voluntad de ser heredero y continuador de la monarquía hispanogoda, reivindicando con ello el derecho del Reino de Asturias a recuperar la histórica Hispania romana, así como la visigoda, invadida por los musulmanes, aquel viejo reino cristiano con capital en Toledo. Alfonso II pasaba de la valiente rebelión y resistencia de Pelayo y sus continuadores, a la decisiva Reconquista de la España perdida, extendiendo su reino hacia nuevas fronteras. El Reino de Asturias finalizó a la muerte de Alfonso III el Magno en el 910, trasladándose su capitalidad de Oviedo a León. Empezaba así otra etapa de la Reconquista. A los actuales astures que quieran profundizar en esta historia, les recomiendo vivamente el libro "La Monarquía Asturiana (718-910)" de J. Ignacio Ruíz de la Peña, que fue uno de los mejores historiadores sobre la Edad Media de España. 
Alfonso II el Casto se instaló en Oviedo como capital de ese pequeño reino de astures, cántabros, gallegos y vascones, esa ciudad que treinta años antes habían poblado el abad Fromestano y su sobrino el presbítero Máximo, como también su padre el rey Fruela. Este Casto rey tuvo un largo y fecundo reinado (791-842). Convirtió la sede ovetense en un importante centro de poder político, cultural, artístico y religioso. Mantuvo estrechas relaciones diplomáticas con el emperador Carlomagno. Con el "descubrimiento" en Galicia del sepulcro del apóstol Santiago, creó el camino de peregrinación más importante de Europa desde la Edad Media hasta la actualidad: el Camino de Santiago. Al mismo tiempo, ordenó a su arquitecto Tioda que levantara un potente conjunto de edificios civiles y religiosos en su capital, para que Oviedo se semejara a una "Nueva Toledo". 
Por esto acertó la dirección del diario LA NUEVA ESPAÑA al organizar este verano la exposición: "Santullano, viaje al siglo IX". En ella se recrea la época de este rey Alfonso II hace 1.200 años y su iglesia San Julián de los Prados, llamada también Santullano, con una impresionante reconstrucción digital de sus excepcionales pinturas murales. Una exitosa exposición que ha recibido 14.000 visitantes en Oviedo, y que repetirá en el pabellón del periódico en la Feria Internacional de Muestras de Asturias en Gijón. A su vez, el concejal de cultura del Ayuntamiento de Oviedo, Roberto (Rivi) Sánchez Ramos de IU, ha organizado, muy oportunamente, la interesantísima exposición "Los rostros de la monarquía asturiana", que aproxima y explica la existencia de nuestros doce reyes astures. Es un doble éxito de dos exposiciones, lógicamente efímeras, con una semejante línea medieval que recrea el pasado de Asturias de una forma gozosa. 
Llevando el agua a mi molino, planteo que la combinación de los contenidos de estas dos exposiciones proporcionan suficientes materiales, lógicamente definitivos, para crear la primera sala de este deseado Museo de la Ciudad, que se debería construir en el llamado "martillo" de la calle Santa Ana, ese museo que pretende dedicarse a la historia de Oviedo desde el principio hasta la actualidad. Hace un par de semanas nuestro Alcalde, Wenceslao López, clausuró y presentó las conclusiones de aquellas intensas jornadas sobre el "Modelo cultural de Oviedo a debate", organizadas por la AMSO-PSOE. En ese acto (LNE, 24-5-2017) anunció que echa de menos el Museo de la Ciudad entre las infraestructuras culturales de Oviedo. Alea iacta est. La suerte está echada.