jueves, 30 de junio de 2016

TEXTO EN EL CATÁLOGO EXPO INDALECIO PRIETO EN SU OVIEDO

Mi texto fue encargado por la Fundación Indalecio Prieto para esa exposición a celebrar con la corporación municipal anterior. Se inaugura, pues, mañana con trece meses de retraso.



Indalecio Prieto en su Oviedo.Catálogo Expo 7/7/2015 Trascorrales

"Indalecio Prieto en su Oviedo"

 Indalecio Prieto Tuero nace en Oviedo el 30 de abril de 1883. 

Fue en el primer piso del número,23, entonces 25, de la calle de la Magdalena, en cuya fachada el Ayuntamiento colocó una placa conmemorativa en el año del centenario de su natalicio.

Al pintor Paulino Vicente, en los años veinte,le habría dicho,"En ese mirador nací yo";afirmación que dio pie a que Paulino, prototipo del humor socarrón ovetense, preguntase presto: "Coño,¡¿en el mismo mirador?!".Don Inda carraspeó la broma y el gran artista me confirmaría,"era encima de Casa Cesáreo",como se llamaba al actual Bar Enol. 

Se bautizó en San Isidoro. 

Sus padres fueron Andrés Prieto Alonso y Constancia Tuero Vega que contrajeron matrimonio canónico el 22 de Noviembre de 1882 en la Iglesia de San Isidoro, cuyo párroco les dispensó dos de las tres "proclamas".

Indalecio nació,por tanto, a los cinco meses del matrimonio de sus padres. 

Su pariente Manuel Prieto, que llevó la documentación al Registro Civil,era inspector de la policía municipal. 

Andrés,el progenitor, nacido en Oviedo en 1823,en la parroquia de San Tirso,había estado casado en primeras nupcias con una mujer leonesa, Josefa Martínez Orvid,fallecida, con sesenta años, el 29 de Diciembre de 1881 de la que no hubo descendencia.

Constancia, natural de Villaviciosa,donde había nacido el 18 de Diciembre de 1856, trabajó como criada doméstica en casa de los Prieto Martínez, en la Puerta Nueva, hoy calle Leopoldo Alas, y no se casó con Andrés hasta la muerte de Josefa, el paso de diez meses y el mediado embarazo de Indalecio. 

Para Covadonga Bertrand ("Oviedo,Luces y Penumbra"), era muy habitual el matrimonio de viudos en la sociedad del llamado Antiguo Régimen,pero "Oviedo presenta índices más bajos"de esos matrimonios. 

Andrés acreditó la condición de hidalgos de sus antepasados a los efectos de tradicionales beneficios fiscales. 

Según me refirió el ilustre orteguiano Valentín Andrés Álvarez, también conocido como "el economista de la generación literaria del 27",Prieto recibió el nombre de Indalecio por la paterna admiración de elector hacia Don Indalecio Corugedo(1841-1912) Diputado liberal en las Cortes de la Primera República de 1873, Decano del Colegio de Abogados y suegro del polifacético sabio moscón. 

Antes,los padres de Prieto habían dado al mundo a otro hijo,Ramón, que,por ilegítimo,no pudo tener sus dos apellidos y que desaparecería luego en la guerra de Cuba. 

Tras el nacimiento de Indalecio, los Prieto tuvieron todavía a Luis Beltrán,su tercer hijo,que nació en su domicilio el 9 de Octubre de 1884, bautizado también en San Isidoro. 

Andrés Prieto Alonso,funcionario excedente de Hacienda, era depositario de fondos del Ayuntamiento, uno de los altos cargos del Consistorio ovetense. Sus retribuciones anuales ascendían a 3.600 pesetas que,en el Consistorio, superaban el Secretario(4.700) y el arquitecto municipal, gran artista de la expansión modernista de la ciudad,Juan Miguel de Laguardia(4.444 pts.).

En mi folleto "Indalecio Prieto y Oviedo.Baraza/Oviedo 1981", doy,entre otros datos,la tabla salarial municipal y los salarios medios que Andrés Prieto sobrepasaba ampliamente.

En el Ayuntamiento trabajaba también el hermano menor de Andrés, Manuel que,como "inspector de servicios", tenía asignadas 2.700 ptas/año. 

Enfrente del 23/25 de Magdalena está el Palacio de Vista Alegre, que fue la sede de la primera Real Audiencia siglo y pico antes. 

Para valorar la situación del Oviedo en ese tiempo contamos con dos libros excepcionales, complementarios, la gran novela "La Regenta", de Leopoldo Alas,"Clarín", que utiliza el topónimo Vetusta, y el llamado "Libro de Oviedo",de Fermín Canella, luego Rector de la Universidad y Cronista Oficial de Oviedo.A tener en cuanta así mismo "El maestrante",de Armando Palacio Valdés,donde la ciudad es "Lancia" y la dura impronta de los hijos extramatrimoniales, o adulterinos, como fue el caso de Ramón, tiene mayor cruel detalle en repercusiones sociolegales que en "La Regenta". 

En Abril de 1883 Clarín tenía muy avanzado su gran relato, cuyo primer tomo se publicaría a finales de 1884 y el segundo ya en 1885.

"La Regenta" pretende plasmar más el Oviedo posterior a la llamada "Revolución de la Gloriosa",de 1868,que la misma ciudad a la fecha del nacimiento de Don Inda pero la escritura está condicionada por la geografía urbana de 1883 que bien conocemos simultáneamente por la obra de Canella de 1887, dedicada por cierto al Consistorio, en el que el autor cita al concejal Leopoldo Alas Ureña. A sensu contrario, Emilio Alarcos, el admirable lingüista y académico, consideraba que el personaje clariniano "Saturnino Bermúdez",contra otras doctas opiniones,era Fermín Canella. 

Con la espiral Alas/Canella se daba,aparte sus polémicas personales, la paradoja constante en todas las literaturas cuando el arte y la ficción preceden a la realidad.La novela es un sueño que,como tal,se adelanta y predice.¿No es acaso un anuncio que en el capítulo 1 de La Regenta se hable del "ilustre autor de Vetusta transformada"que ha de corresponder con la Vetusta/Oviedo que sigue la "transformación"de la mencionada Gloriosa y que necesariamente alguien habría de escribir,suponía Clarín,en los años siguientes?

Los concejales,en su mayoría, que encargaron a Canella el Libro de Oviedo pretendían en el consciente,o el inconsciente,una imagen del Oviedo "exacto",distinta de la Vetusta clariniana, que ya estaba en la calle,y que tan poco les gustaba. 

Entre los escasos vecinos contemporáneos mencionados por Canella está precisamente "Don Andrés Prieto", autor del "proyecto" de las "vigentes Ordenanzas Municipales de 1881".

 El novelista,a su vez, era catedrático de la Universidad y, a partir de 1885, pasaba diariamente por debajo del "mirador" de los Prieto antes de sus clases y de depositar su colaboración cotidiana para la prensa madrileña en la Librería Martínez, luego Ojanguren,en la Plazuela de Riego. Su paso no tenía la puntualidad legendaria de Emmanuel Kant en su Konisgber,donde con el filósofo,prusiano universal,los vecinos ponían los relojes en hora,pues bien parece que Clarín,tan preciso en la escritura,carecía del rigor de la puntualidad.

En la calle Magdalena y la Plaza de la Constitución,en cualquier caso,tuvo que encontrarse muchas veces con los Prieto.La actual Magdalena con su continuidad en Cimadevilla y Rúa era el eje central de la ciudad inmediatamente antes de que la Estación del Ferrocarril,donde sigue,y el derribo del totémico árbol de El Carbayón,fuesen acontecimientos urbanísticos determinantes que desplazaran la vía principal a Uría/Fruela. 

Magdalena/Cimadevilla son la calle "Comercio",en La Regenta, en la que destacaba la luz de los escaparates al caer la tarde.En esa calle estaban la Banca Herrero y la Joyería de Pedro Álvarez del Río,que se trasladarían al nuevo eje frisando el fin del XIX y el principio del nuevo siglo.La Banca Masaveu,sin embargo,seguiría en Cimadevilla, donde permanece todavía la dirección del Grupo Económico Tudela Veguín que le ha sucedido.

En Magdalena tuvo también Banca y comercio de sedas la familia González Alegre, a la que perteneció el pensador Adolfo Buylla, que con Adolfo Posada, merecería la admiración de Clarín, bajo la denominación para ambos de "los Adolfos". En esa línea,tramo de Magdalena, también nació antes,en 1860, Adolfo González Posada, el gran comprometido con la renovación pedagógica krausista, íntimo de Clarín.

En el inicio de Cimadevilla se encontraba la Casa del Regente, que pasa por el domicilio,en La Regenta,de Víctor Quintanar y Anita Ozores, personajes inmortalizados por el magín clariniano.Prieto niño hubo de toparse también con el tercer,por cronología, novelista ovetense, tras Alas y Palacio Valdés,Ramón Pérez de Ayala, nacido(1880) en la cercana Campomanes,cuyo padre tenía establecimiento textil en Magdalena.

Ayala a veces se confunde con el Alcalde ovetense,su tío,de su mismo nombre,Ramón. "Tigre Juan", el personaje ayalino tenía su puesto, en el Fontán,bajando el Palacio de Vista Alegre por la calle Juan Botas, a escasos sesenta metros de la casa natal de Indalecio Prieto. Pérez de Ayala e Indalecio Prieto compartirían escaño en Las Cortes de la II República, a su vez contertulios en el Ateneo de Madrid y en casa de su paisano el escultor Sebastián Miranda.Este había nacido en 1885 en la calle Santa Susana. En Pérez de Ayala el trasunto reconocible de la ciudad de Oviedo pasa a ser "Pilares",por el vetusto acueducto que traía a la ciudad las aguas del Naranco y que Indalecio Prieto debió conocer personalmente. Y en esa mágica diadema de Oviedo como "La bien novelada" resulta que Dolores Medio, que viene a continuación de Clarín,Ayala y Palacio Valdés, en la excelsa nómina que utilizó la ciudad para ubicar su relato, escribió precisamente en la casa natal de Indalecio Prieto,en Magdalena,23, gran parte de "Nosotros los Rivero",premio Nadal 1952. 

La actual cronista oficial,Carmen Ruiz Tilve,ha dejado,por otra parte, escrito:"Magdalena es desde siempre animada y comercial, unida a la actividad mercantil por excelencia del Fontán y al empaque de la plaza Mayor y Cimadevilla. Venido a menos todo aquello, consigue Magdalena sobrevivir, con un comercio que, renovado, se mantiene en buena salud. Allí estuvo la tintorería de Pausier, que llevaba las prendas a teñir a Irún, en los tiempos de grandes lutos. No está la confitería Niza, ni don Emilio y doña Manolita en la farmacia, ni la librería Guillaume, especializada en recordatorios, ni las grandes mercerías especializadas en botones, como Ramón Puerta, ni El Cisne, ni el taller de bisoñés, heredero del que estuvo en el café Madrid, en Campomanes, ni el almacén de Herrero, ni el bazar de Saturnino Calvo, ni la guarnicionería de Geijo..." 

En el Ayuntamiento,Andrés Prieto trataría a Leopoldo Alas,que fue concejal republicano,por el Partido de Emilio Castelar,a partir de 1887.Clarín sin duda habrá visto la escena que Don Inda cuenta en sus recuerdos de cómo se acercaba a buscar a su padre a la salida del Ayuntamiento y jugueteaba con su bastón de cojo.

Los hermanos Prieto Tuero nada se parecerían,entonces,a"Pipá"ni a otros pillastres callejeros que salpican la magna obra clariniana. Al cabeza de familia de los Prieto,según la autobiografía de su segundo hijo,"le rodeaba un ambiente de simpatía y respeto",lo que coincide con la referencia de Canella. Clarin,a su vez, es muy crítico con toda la sociedad vetustense,incluido algún funcionario municipal, al que llama "Basilio Méndez",que,"en el Casino","no se sabe si viste de artesano o de persona decente","el sueldo no le bastaba para sus necesidades;tiene mujer y cinco hijos;se ayuda con el tresillo;se le respeta(....)El va a su negocio:una casa de tres pisos junto al Espolón"que no debía ser el caso de Andrés Prieto,del que no hay fincas urbanas en el Registro de la Propiedad, estaba de alquiler en Magdalena y que,a partir del 85,se mudó con los suyos al 12,también en régimen de alquiler,de la calle Rosal, denominada en la novela "del Rosario",descrita por Canella como "muy alegre y despejada". 

Por lo que Indalecio Prieto dejó escrito, la nueva casa se derribó para abrir la actual de Cabo Noval. Es,pues,muy fácil localizar que el espacio de ese inmueble debió de estar entre los números 1 y 2 de Cabo Noval.El 15 de abril de 1910 el Ayuntamiento autorizó el derribo y el 8 de Julio de ese mismo año se subastaron y adjudicaron los materiales sobrantes de tal derribo. 

Tuve alguna duda de que el segundo domicilio de Prieto, pese a la precisión que nos legó, en lugar de estar en el hueco de la actual Cabo Noval estuviera en el de Suárez de la Riva, abierto también luego con lo que coincidiría mejor por la proximidad de la Delegación de Telégrafos,que Canella y Prieto sitúan en la calle de El Fontán. Un recorrido por el lugar con el admirable biográfo prietista,Alfonso Carlos Saiz Valdivielso, este me asegura que la memoria de Don Inda no ha de fallar,lo que admito en su cuasi evidencia.Además, el dato nos lo dio Prieto mismo escribiendo desde México y ocasiones tuvo de comprobar que se trataba de Cabo Noval y no de Suárez de la Riva. Prieto pateó su ciudad, al menos,en tres ocasiones posteriores: 

-En 1916, siendo Diputado provincial vizcaíno,dando una emotiva charla en el Centro Obrero,a la que apenas asistiría público. -En los años veinte, paseando en compañía de Teodomiro y de Paulino. 

-En mayo de 1933, en que pronuncia un discurso en el Teatro Campoamor, que hubo de interrumpirse por la emoción que le causaba la presencia en la ciudad.Luego iría andando hasta su Hotel en la calle San Francisco,donde volvería a tomar la palabra ante los numerosos ciudadanos que se le unieron en el trayecto. 

-También estuvo en Oviedo en el atardecer del 10 de Setiembre de 1934, cenando en casa de Teodomiro, en la Cuesta de la Vega, antes de asistir al desembarco del Turquesa, pero es de imaginar que no se entretuvo en deambular por el Oviedo de su infancia. 

En la calle de Rosal citada,más arriba, había nacido,en 1878, Teodomiro Menéndez, hijo de soltera.Don Inda y Teodomiro,pese a la diferencia de edad, se conocieron en la ciudad y estuvieron juntos en la Escuela del Fontán. Indalecio, que no recordaba apenas las primeras lecciones en su propia casa de un sacerdote,rememoraba,con sumo afecto, en su exilio mexicano,el primer día de clase de la Escuela,conducido de la mano por su padre, que lo encomendó a su prima Honorina,maestra encargada del parvulario. Su aula estaba a la izquierda del gran portalón al que se sigue accediendo, ahora transformado en "Escuela de Adultos".Nostálgicos recuerdos tuvo también para el viejo maestro que volcaba sus saberes. Mientras las familias de Prieto y Menéndez optaban por la Escuela Pública de El Fontán, la de Pérez de Ayala, tras hacerle estudiar en Campomanes con el maestro Juan Rodríguez Muñiz,llevaría a Ramón con los jesuitas de Carrión de los Condes, dando lugar a su primera novela "A.M.D.G.",y la de Miranda, por las monjas del Santo Ángel, también en el Fontán,pero, al otro lado de la Escuela oficial,junto al famoso "cañu", en las dependencias del Palacio del Duque del Parque. 

Si,como pudo ser,Teodomiro e Indalecio, ambos futuros políticos socialistas, hicieron entonces amistad,esta perduraría en una colaboración intensa durante la Dictadura de Primo de Rivera, en la Segunda República, en la preparación de Octubre del 34,en la guerra civil y en la posguerra. Teodomiro,tras serle conmutada la pena de muerte,la segunda,pues también le condenaron en 1934, pasaba veranos en la abulense población de Las Navas del Marqués donde hablaba maravillas del talento y la sagacidad desde la niñez ovetense de su paisano y amigo. 

El piso de Rosal debía tener un tamaño superior al de Magdalena.El mismo Prieto lo describe como "principal""con sala de muebles decorativos","dormitorios","cocina de horno grande","varias alfombras""amplio balcón,con barandilla de hierro"...La mudanza pudo deberse a ese mayor tamaño dadas las necesidades del aumento de familia, o por problemas que surgieron entre los propietarios de Magdalena que llegaron a pleito. 

Tanto en Magdalena como Rosal el predominio de votantes,siguiendo los estudios del profesor Girón Garrote, era de signo conservador, aunque a no olvidar que el nombre de Indalecio parece provenir de un político liberal moderado,comprometido con la I República, como con la misma fugacidad de ese régimen progresista, lo estuvo también Canella. 

Enfrente del evaporado Rosal,12, un poco más abajo,en la mano de los impares,tuvo su primer domicilio en Oviedo,más de un cuarto de siglo después, un oficial militar que se haría bien famoso,Francisco Franco,en una casa de huéspedes,o pensión,a la que se accedía por la planta baja, que estaba a nivel menos uno del rasante de la calle.Alguna de esas circunstancias,pensión o planta sótano de acceso,es causa de que a los aduladores del que sería Dictador se les omitiera esa circunstancia pues lo cierto es que todos,desde Joaquín Arrarás,autor de la hagiografía oficial,dan como primer domicilio del Comandante Franco el Hotel París,en la calle Uría, en el que el militar africanista efectivamente viviría pero luego. 

Y más abajo de la que sería esa pensión de Franco, hoy remozada y suprimida la vetusta escalinata del nivel menos uno,se encontraba la Delegación de Telégrafos, esquina con Fontán,de cuyos sobrantes de papel azul el niño Prieto obtenía monigotes de aviones y barcos que tiraba luego desde el balcón de casa. También nos dejó testimonio de cómo se disfrazó de Rey y una costurera le confeccionó el traje a domicilio. Ese y otros signos confirman que,en efecto,Don Andrés, pertenecía a la "clase media acomodada",con servicio en casa,"buenas relaciones con la aristocracia y la burocracia ovetenses". 

El crío se creía en un mundo feliz hasta que la muerte del padre,causada,según diagnóstico,"por uremia", vino a irrumpir dramáticamenteen el hogar, el 11 de Agosto de 1888. El mismo Indalecio dice que su padre solo"dejó un buen nombre honrado": todo el dinero sé lo llevó el pago de la factura al sacristán de San Isidoro,"por un entierro de primera". En la anotación registral la defunción de Don Andrés figuran sus dos hijos legítimos, sus esposas sucesivas y se omite la existencia del ilegítimo Ramón.Se anota también la ausencia de testamento con lo que tampoco se produjo por esa vía el reconocimiento del hijo mayor,lo que salvo por última voluntad ológrafa y sin consecuencias legales ningún fedatario hubiera aceptado entonces. 

En "La Regenta" San Isidoro es "San Isidro"y El Fontán la "Plaza del Pan". 

A no dudar que entre los próceres que despidieron a Don Andrés debieron estar Indalecio Corugedo, Fermín Canella y Leopoldo Alas.Solo una hipótesis, pues tratándose de una fecha central del verano, Alas era habitual a Guimarán(Carreño) y Canella no solía dejar Soto de Agües (Sobrescobio). 

Ese mismo verano, Clarín publica artículos en la prensa madrileña describiendo despectivamente la inutilidad de las pompas fúnebres. El sostén durante algunos años de dos familias que hubo de afrontar Andrés Prieto no habrá contribuido a atesorar ahorros como tampoco el proverbial retraso en la tramitación de la pensión de viudedad.

La familia paterna se desentendió de una Constanza que nunca fue bien aceptada.Indalecio escuchó,como un terrible mazazo moral,la crítica, desagradecida a su entender, de una criada que se ensañaba con comentarios contra su madre. Esta,no obstante,se armó de valor, poniendo en su propia casa una pensión,que resultaría ruinosa,y luego hubo de dedicarse a ayudar a otra familia para subsistir. Simultáneamente pasaron del 12 de Rosal a la buhardilla del 14, previa venta de los muebles. Indalecio y Luis Beltrán comían con lo que su madre lograba apartar de su ración en su trabajo de asistenta. 

Y ya en las Navidades de 1890,Constanza se decide,con los dos pequeños,a dejar Oviedo.El mayor,sin posibles para seguir estudiando,se va a Cuba. Prieto dejó escrito estas dolorosas palabras:"No sabíamos fijamente dónde ir...¿a Santander?...¿a Bilbao? El caso era huir de Oviedo" 

El Oviedo,de Canella,la Vetusta,de Clarín, la Lancia de Palacio Valdés, los expulsaba. La relación con Leopoldo Alas,fallecido en 1901, jamás fructificaría ni tiempo hubo.

Tampoco con Canella( muerto en 1924).Sin embargo,un cierto ovetensismo seguiría cultivándolo con Teodomiro, Pérez de Ayala y Sebastián Miranda. El arquitecto Secundino Zuazo,luego con obra, a través de técnicos superpuestos, en el Oviedo posbélico, resultó amigo de todos:hizo la vivienda y taller del escultor,repatrió la biblioteca de Ayala de Buenos Aires a Madrid(hoy recuperada en Oviedo) y fue el arquitecto de confianza del ministro Prieto y de Teodomiro, subsecretario, v.g.en la proyección de los llamados Nuevos Ministerios. 

Las relaciones antagónicas entre Franco y Prieto, en la preguerra, la guerra y la posguerra, fueron bien determinantes de las machadianas dos Españas; división radical y bélica que Prieto siempre buscó evitar, en su ideal de una nación moderna y democrática. --------------------------


- El Ayuntamiento de 1937 quiso borrar a Prieto del Registro 


________________________________________________________ La guerra había terminado el 21 de Octubre en los frentes asturianos pero seguía en España.

La Casa Consistorial estuvo afectada por la metralla bélica por lo que en Abril de ese año la Comisión Gestora Municipal, con su Alcalde,el oficial militar Plácido Álvarez Buylla,se instaló en el Palacio del Duque del Parque,también conocido ya como del Marqués de San Feliz, en el Fontán. 

Es ahí donde se celebran entonces las denominadas "sesiones ordinarias". 

En la plenaria de 2 de Diciembre el gestor José Rubio de la Riva lee una histórica y aberrante moción: "La propuesta que me honro en someter a la consideración de V.E. en el día de hoy,no abriga otro propósito que el de borrar en la historia de nuestro Oviedo heroico,aquellos manchones que la fatalidad hizo caer sobre unas páginas magníficas que son orgullo de nuestro pueblo,hemos nombrado hijos adoptivos, hermanos nuestros,a personas que se honran y nos honran figurando en la relación de ciudadanos ovetenses. Parece oportuno que en honor de todos,de ellos y nuestros,borremos de la misma aquellos otros nombres que son baldón e ignominia,que nos causa vergüenza reconocer como hijos de Oviedo.En consecuencia,y a los efectos señalados propongo: que por la Alcaldía se lleven a cabo las oportunas gestiones para suprimir del Registro Civil la inscripción correspondiente a los dos sujetos que siguen:Indalecio Prieto Tuero,José Miaja(Ex General del Ejército Español). Los gastos que ello ocasione podrán llevarse al apartado 1artículo 7 del Capítulo IV de nuestro presupuesto,cuyo título dice:"Para la destrucción de animales dañinos en el término municipal". 

Más adelante,el mismo libro de Actas da fe de que la Comisión Gestora acordó trasladar esa moción al Gobernador para que esa "Autoridad la eleve a la superioridad que corresponda". La medida contra Prieto y Miaja, sin embargo, no era original, Rubio de la Riva la había tomado de La Nueva España que el día anterior da cuenta de la orden del Gobernador Civil de La Coruña para destruir el acta de nacimiento de Casares Quiroga,oficiando al Obispado,a los efectos de hacer lo propio con la inscripción bautismal. La Nueva España reproducía un comentario lapidario:"Ni Galicia ni España podrán mostrar al mundo otra cosa que la ficha policiaca del asesino más sanguinario y cobarde que registra la historia".Incluso la referencia a las "alimañas"en Oviedo es una directa influencia de la pretensión sobreactuada de José María Arellano, gobernador coruñés,que decía en su decreto:"(...)siendo indigno figurar en el Registro Oficial de Nacimientos,que se lleva en el Juzgado municipal, instituido para seres humanos y no para alimañas". El periódico oficial Ovetense de la FET y de las JONS ensalzó el 3 de Diciembre la propuesta del "camarada Rubio" insistiendo en que Prieto y Miaja serían suprimidos del Registro. José Rubio era un joven comerciante que se convertiría luego en próspero empresario de la "construcción"en Asturias y Cantabria. Sin embargo, a la semana siguiente de la moción anti prietista,el 9 de Diciembre,el Alcalde Álvarez Buylla suspendió la ejecución del siniestro acuerdo.No se dan razones en el libro de actas para semejante paralización, pero pude saber por Paulino González García,que trabajaba en el Juzgado,que el Juez titular, Sancho Arias de Velasco,se había negado tajantemente a que se alterasen los libros registrales. Arias de Velasco era carlista y su reacción parece coherente con otros detalles de su personalidad que, pese al exaltado ambiente bélico, trascendieron a varios testigos que le conocieron. En concreto, y muy significativamente, el gran pintor Luis (Louis) Fernández, admirado de Picasso, escribió desde París sobre la amabilidad del Juez que le facilitó la documentación de su natalicio y que Don Sancho le adjuntó con una amistosa carta personal. 

Sea como fuere, la inscripción natal de Don Inda permanece ahora con la anotación marginal de su fallecimiento en México el 12/2/62 que figura registrada el 16.

lunes, 27 de junio de 2016

BALESQUIDO


BALESQUIDO SUM
Bien valdrá, como creo, un vaso de bon vino.
Berceo, Gonzalo de

No fui educado, como Hölderling y Machado, por los árboles pero los que quedan del jardín botánico de la Universidad del XIX son el tintero en el que mojo la mirada todas las mañanas.
Se los quisieron cargar en un abracadabrante aparcamiento subterráneo en permuta de pago por deuda sospechosa.  Pisadas de raposu solía calificar Lorenzo Cordero en la desaparecida Voz de Asturias del tardofranquismo, que mucho glosaban Emilio Vigil y Tito Miaja en la tertulia Los Puritanos. Por eso, aunque jamás comparta referentes ideológicos, siempre estaré agradecido a Roberto Sánchez Ramos, pieza importante del ajedrez virtual de semejante catástrofe ecológica conjurada.
Pronto llega la gran fiesta del Campo en forma de Martes de la Balesquida.
La Sociedad Protectora está cumpliendo sus históricos deberes y, siguiendo la memoria senderista de Juan Uría, se ha marcado el intelectual reto de una revista ejemplar, a modo de Anuario, que hemos de agradecer a Alberto Polledo, siempre vinculado al Libro y a Oviedo, ambos en mayúsculas, y a un encomiable equipo. Como Don Juan, Polledo es un filósofo del Camino, que se inicia en El Salvador.
La Balesquida tiene la fuerza de sus muchos siglos. Hubo tiempo no muy lejano que los ovetenses nacíamos con los carnets de la Balesquida, la Sof, el Oviedín, la Cocina Económica... Que me perdonen mis amigos, republicanos a su especial manera, el citado Rivi y Ana Taboada, que no lo ven así, pero si algún día los "premios" admitiesen asociados, sus breves cuotas también formarían parte principal de la dieta ovetensista.
El sabio Emilio Campos estudia los vetustos linderos del Campo. Concejal hubo, antiguo Alcalde, que, para romper la valiente y adecuada reforma del tráfico patrocinada por Jesús G. Aparicio y Pepe Fidalgo, me propuso suprimir la acera derecha de Santa Cruz facilitando más amplio viario a los coches; a sensu contrario el eminente Severo Ochoa se me quejaba de la excesiva tolerancia policial, ahí mismo, con la velocidad y el ruido provocador de carburadores. Antes, en la predemocracia, cuando ya se debatían dificultades financieras, un 
empresario, con éxito familiar en los sectores de la química y de la construcción, sugería solares edificables en Paseo de los Álamos, como un magnate norteamericano soñaba urbanizar todo el malecón habanero. Mil disgustos le costó a Luis Arce, admirable Secretario donde los ha habido, informar contra un Alcalde en funciones que el primer tramo del margen derecho de Uría, en el que tenía su comercio, no podía elevarse con el cómputo de ese Paseo y el trazo de una geométrica bisectriz reglada que no saldría calculada de la mitad de la calle sino casi desde los aledaños de La Rosaleda. Lo que a nosotros llega, pasados por Doña Velasquita Giráldez, sastres y alfayates, la desamortización  de la huerta francisca, la supervivencia al siniestro parking y demás intencionales aberraciones, bien merece la Fiesta y la conmemoración. 
Reclamaba Berceo, desde el origen del castellano, unos tragos de vino; en nuestro caso, junto al auténtico logro social del bollu preñaú.


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Alepo sin pediatra

ALEPO SIN PEDIATRA

Alepo, en pleno dolor sirio, se quedó sin el último pediatra, muerto en medio de la locura bélica.

Mi afecto hacia los médicos pediatras.

Fui íntimo de Emilio Rodríguez-Vigil, al que puse el nombre de una calle, y con el que estuve muy compenetrado. Incluso, al final, era apoderado civil suyo, compartiendo mandato con el inolvidable Tito Miaja. De pequeño me trataba don Luis Azcoitia, del que hablo en mis libros, no siempre bien considerado por sus compañeros galenos, en el que mi madre, sin embargo, tenía fe ciega. No en vano me logró hace setenta años ¡siendo sietemesín!.

Antonio García Oliveros fue un pediatra, intelectual asturianista, que a su muerte legó a través de su hijo J.M.García Navia su cuidada biblioteca al Ayuntamiento, enseguida cedida a la Ramón Pérez de Ayala de El Fontån. A García Navia le otorgamos, a iniciativa del bueno de Rodrigo Grossi, la medalla de Oviedo, en el acto que proclamamos hijos adoptivos a la ex diputada doña Veneranda García Manzano y al canónigo don Luciano López G Jove. Cuánto hemos de agradecer  la labor del Dr.Melquiades Cabal reseñando las biografías de sus colegas y boticarios y no digamos a Tolivar Faes, también galeno, cuya admirable obra, Nombres y cosas de las calles de Oviedo, bien requiere ya una cuarta edición ampliada.

Del entrañable equipo de Emilio ha desaparecido no ha mucho Matilde Roza que cuando dirigió el HUCA tuvo acierto con mi situación neurológica y rehabilitadora.

Dicen que mientras una parte de la Humanidad padece hambre otra tiene obesidad y patologías derivadas. Lo mismo pasa con las guerras y la paz, que tan poco se valora donde se tiene. Nunca comprendí bien ese regusto pro belicista  que, de maneras sin duda tan diversas y literarias, tenían Jesús Evaristo Casariego, o Ernst Jünger, a los que traté.

No me valen las guerras ni de unos, ni de nadie.¡Me valen la Cruz Roja y Médicos sin fronteras!

En fin, tengo a Alepo en el corazón, y a ese desconocido último pediatra.


Lahoz y Braunstein

LAHOZ y BRAUNSTEIN AL RESCATE DE LA FASCINACIÓN Y LA MEMORIA

Tamara, mexicana del altiplano, ha sido condenada por un codazo de la naturaleza a vivir casi a la altura del mar. Esa espiral desequilibrada montaña/planicie ha animado a esta extraordinaria mujer a recuperar para su respiración el ambiente llanisco que fue de su abuela, Veneranda García Manzano, primera mujer diputada asturiana, a la que Eloina y yo seguimos queriendo. Con Tamara desde las raíces del tiempo vino Néstor A. Braustein, escritor y médico argentino, que nos ha maravillado con su conversación y "Memoria y Espanto", uno de sus libros.

Quiso la casualidad que Ignacio Quintana, mi gran amigo, antiguo Subsecretario de Solana, que fue currante de Siglo XXI, la editora de Nestor, sea ahora contertulio imprescindible en este Oviedo decadente de atragantadas magdalenas; calatravas que no abren; asturcones sustituidos por jamelgos y rocines para blanquear; seudo SPAS nonatos y un polvorín de pelotazos, que si no llegan a las secuelas de Marbella o Detroit, no andarán conceptualmente lejos. Todo aflora y aún se espera más de la basurilla,  en esotérico lenguaje del venezolano Maduro, tachado de cabra loca por Pepe Mújica, el entrañable uruguayo.

Néstor con su introspección en la memoria me ha actualizado a Julio Cortázar, que antes había bajado muchos enteros en mi mito de antaño, cuando creí descubrir Rayuela y aún cuando en mi Brubru, que tomo de Cabrera Infante, pernoctaba, en Ixelles, frente al bendito lugar de su nacimiento. LEA y Carlo, próximos en las afinidades de ilusión y parentesco, vieron primeras luces en ese exacto lugar un siglo después.

El Dr. Braustein me ha conducido entre las mejores referencias culturales, desde Borges a Piaget, de Woolf a Freud y Lacan, por ese paraíso de la memoria, fascinador de Lezama Lima, que Cortázar dejó establecido a su manera como inicial puro espanto.

Recuerdo al gran Carlos Fuentes, que colocó al padre de su Artemio Cruz en el cerco bélico de Oviedo, probablemente en la naranquina Loma del Canto, tan disputada, cuando me dijo que lo mejor de García Marquez era " Vivir para contarla". Significaba elevar la autobiografía por encima de las ficciones universalmente veneradas. Me ha faltado tiempo para perorar sobre eso con Néstor.  Gabo, con el que estuve en Trascorrales, rememoraba entusiasmado el papel de los Centros Asturianos transatlánticos, murió, no obstante, con la memoria perdida, como Julio, hermano de mi padre, erudito total. ¡Ese es el temible espanto no para el sí mismo del monólogo interior sino para el convencionalismo de los próximos! ¡¡Qué maravilla de sencillez y cercanía en el libro de otro neurólogo al que admiro y quiero: Carlos Hernández Lahoz!! Carlos nos animó hasta el convencimiento a ponernos en marcha en la atención preventiva con el Alzheimer y la solidaridad y el cariño a familias y cuidadores, apelando al Papa Francisco, a Cicerón y a Gandhi:"la calidad de vida social desde el afecto".

En su fantástico viaje Marco Polo se dirigió a la ciudad de Tamara. Marco era veneciano, de una urbe mágica donde mis hijos y nietos, tan lejos para siempre quizá de las lenguas muertas, no me creyeron hace unos días que correspondía al latín veni etiam, ven otra vez. A Joan Brossa, creador inclasificable, que conocí en Tassili de Toto Castañón, no le gustaba Venecia,"¡demasiada agua para bendecir!". Tampoco a Marcel Proust, decepcionado ante lo mucho mejor que se la había imaginado. A Proust, como en Cortázar, la memoria empieza con el terror; Néstor dixit.

Doña Veneranda era, al final, tal Borges, Sábato y Juan Benito, el Juan Bendito de Alfredo Bryce, ciega. Un ciego, veterano de guerra, condujo las naves al óptimo gradiente playero del desembarco de Normandía. Homero cantó sin ver la gesta troyana. Néstor y Tamara iluminan de consuno el camino a la leve altura del mar y aún más arriba en este cerebro del que tan poco se sabe y en el que se afana el encomiable mérito de Carlos H.Lahoz. A mi lado, en el apañado hemiciclo del Colegio de médicos, Félix Payo, gracias al que he podido soñar sueños reparadores sin fatigosas apneas tal recomiendan Carlos y Néstor, entre un sin fin de admirables galenos, compañeros de Eloína.






El Ciervo sigue ahí



EL CIERVO SIGUE AHí.

Como mi particular dinosaurio, Tito Monterroso dixit, en larga noche de medio siglo me ha reaparecido El Ciervo, publicación barcelonesa de la que ya no quedan los hermanos Gomis, mantenedores de entonces, pero otros familiares y colaboradores han tomado relevo. No puedo menos de atender a su entrañable encuesta para el número de Mayo/Junio que está en los quioscos. Se nos pregunta a los ex; en mi caso ex alcalde, con esta respuesta:

"Fui Alcalde entre 1983 y 91, pero soy exalcalde ya para siempre.Y suelo ejercer de tal.

Desde niño, como mi padre era Alcalde y falleció, con cierto arraigo popular, en el cargo, cientos de veces conocidos y desconocidos me pronosticaban "serás Alcalde" lo que se redobló en cuanto, lo que también fue siempre, manifesté indudable vocación política.

Cuando lo dejé tuve miedo que el mundo, cierto mundo al menos, se me viniera encima. Pero no, enseguida se me hizo habitual aquel dicho de "otro vendrá, que bueno me hará", sobre todo en esos lacerantes asuntos de la corrupción y el endeudamiento excesivo, que trae de cabeza a los ciudadanos honestos, y que desgraciadamente invadieron la vida pública y también el Ayuntamiento de mi ciudad.

También por suerte encontré fácil adaptación profesional y una posterior reintegración a la gran política vía Europa. Había hecho mía la divisa de Marañón: "Vivir no es sólo existir,/sino existir y crear, saber gozar y sufrir /y no dormir sin soñar. /Descansar, es empezar a morir".

En medio del itinerario, un par de ictus paralizantes de la mitad de mi cuerpo que para la doctora Roig, neurosiquiatra de la clínica Guttman de Badalona, no afectaban la que hubiera sido natural depresión por mis ganas indomables de hacer. Desde los márgenes y los tiempos libres, fui escribiendo una decena de libros y casi un millar de artículos.

Temo ligeramente la actual jubilación y la muerte pero tengo conmigo las benéficas recomendaciones del querido polifacético autor del Condeduque y de la  neurosiquiatra badelonesa.

En Oviedo y fuera me consideran exalcalde, en mayor medida que otros cargos que tuve, porque lo importante es seguir en la brecha,en cualquier brecha,pero en la brecha."

Al medio siglo se le puede llamar académica y rebuscadamente, decalustro; el ciervo no alcanza nunca esa longevidad, pero fue soñado en la Barcelona de los cincuenta para Paz y Libertad duraderas.


Shostakovich por un casual


Shostakóvich POR UN CASUAL

"Bulla en vez de música"
Titular de Pravda (A los escritores se les condenaba en primera; a los compositores en la página tres)


Por mis amistades literarias, tan reñidas entre sí en el Olimpo, no soy ferviente de Elvira Lindo, aunque me descubra ante Muñoz Molina, su marido, en cuya pista me puso ha mucho el gran Emilio Alarcos y muy luego mi compañero de Deusto J.A.Zorrilla, que llevó al cine "El invierno en Lisboa".

No obstante, acabo de dar cuenta de "Noches sin dormir", obra sin duda menor de Elvira, en la que hallo un sustantivo singular:brooklynistas. No el entrañable buquinistas, del francés bouquiniste, sino del habitante del gran característico barrio neoyorkino, el del Puente de Miller y de Woody Allen. Este Brooklyn está bien recogido en la famosa peli Smoke de Paul Auster/ Wayne Wang. pero aún mejor en el sensacional comienzo de El Puente de los Espías de Spilberg.

La vi tres veces en Los Prados y aún los estudiantes del Instituto de Pando, premiados en Euroescola, me la obsequiaron en versión original. No me canso de repasarla y compenetrarme con el papel del abogado Jim Donovan. Difícil entender cómo esta producción apenas obtuvo Óscar al actor de reparto.

En su excepcional personaje, el espía soviético, Rudolf Abel/Mark Rylance, se siente feliz escuchando a Dmitrievich Shostakóvich:"Gran artista Shostakovich", llega a decir. Ahí ya Spielberg, como de forma manifiesta en la escena final del canje en El Puente berlinés, toma partido no a favor de un duro ortodoxo comunista soviético sino de quien siendo leal a los suyos y a su sectaria bandería, está muy por encima del maniqueísmo con que tantos, y yo mismo, sentimos aquella guerra fría de los sucesos de Abel, del piloto fotógrafo Pauwers, del telón de acero y demás sucedidos, grandes y/o cotidianos.

A Shostakovich mismo le tocó penar con su música ("¡burguesa, caótica, snob, enemiga del pueblo, reaccionaria, decadente!") frente a Stalin. Y, como me dijo mi librera de cabecera: tan poco comprendido en Estados Unidos, cuando logró llegar hasta allí. La novela "El ruido del tiempo" de Julian Barnes recrea esa circunstancia y tal Spilberg, Muñoz Molina/Lindo y compañía es canto a la tolerancia, la libertad y la creación. "Limónov" de E.Carrère ¡dice igualmente tanto! Barnes cuenta, sin embargo, que el mancebo de una farmacia neoyorquina puso en su escaparate, "Sostokovich compró aquí aspirinas".

Hace tiempo, sería fin de siglo, estuve en el MET en una esplendorosa representación de Lady Macbeth de Mtsensk. La policial NKVD soviética y el demencial macartysmo habían cedido. Ojalá no resuciten ahora los viejos fantasmas como se pudiera temer de Donald Trump y de las réplicas a surgir de los castizos antiamericanismos.



EL CORAZÓN DE AUSTRIA SE LLAMÓ BRUNO KREISKY

El Bar Americano del Hotel de la Reconquista tenía un no sé qué de sabor especial, parecido al Oak también desaparecido del neoyorquino Plaza, donde me encontré con Salman Rushdie en plena persecución iraní a los versos satánicos.

El salón ovetense era al final, junto a su butaca del Campoamor, el lugar preferido de nuestro Severo Ochoa. En ese entrañable espacio, elevado a la narrativa por Soledad Puértolas, hogaño académica, me tomé un café con un tal Bruno Kreisky, mito de la socialdemocracia. Emilio Menéndez del Valle, compañero en las lides bruselenses,y antes en otras muchas,lo conoció bien. Bruno había participado en un Jurado de los premios principe de Asturias y esperaba confirmación de que un avión suyo se acercara a Ranón para llevarle de regreso a Viena.

Tenía mucha historia encima,antes y despuès de la cancillería austriaca, pero me pareció algo ingenuo cuando me dijo:

-Voy a llevar a Kurt Waldheim, que es buena persona y al que apoyé en su momento a la secretaria general de la ONU

En efecto el antiguo alto mandatario estaba también en Oviedo, escala de Nueva York, y había perdido las maletas. Eloina hubo de acompañar a Elisabeth Waldheim, y a Carmiña Martin Gaite, a comprar al Corte Inglés, no sé si por entonces Galerías, lo más imprescindible.

Digo "ingenuidad" pues nada más aterrizar en Viena el hierático Kurt fue acusado de colaboración juvenil con los nazis.

Durante mis años  europarlamentarios tuve ocasiones varias de profundizar en los recovecos de aquella conversación ovetense con Johannes Swovoda, nuestro líder europeista, colaborador próximo  de Kreisky. Este fue un personaje extraordinario que desde un inicial judaísmo agnóstico tuvo la visión de acercarse a Arafat tendiendo un puente a la paz y profundizando en una Austria pacifista y moral. Menéndez del Valle tiene anécdotas valiosísimas de su trato y acciones comunes, que algún día espero publique.

¿Qué ha pasado en esa pequeña, y gran, Austria, y en general en toda Europa, para que un país que fue gobernado por Bruno, en la que por su pasado Waldheim no pudo renovar presidencia, estuvo a treinta mil votos de la extrema derecha racista?

¡Ojo a la Francia que pretende la Le Pen!. La pésima situación de las perspectivas económicas y financieras y la espiral inmigración/refugiados, que no son lo mismo, nos puede llevar allí y aquí a la tiniebla política.

¡Mucho más ojito si a la sanidad impoluta de nuestra democracia!

Brexit

BREXIT, VIEJA IDEA, FUTURO INMEDIATO

A la memoria de JO COX

En mi segundo verano en Inglaterra, el director del Anglocontinental de Bournemouth me lamentaba "le gran Non à l'Angleterre" que habría pronunciado el General De Gaulle.

Mi confusión sí que era grande.En aquel 66 el Mercado Común y el gigante estadista galo me eran muy lejanos. Han pasado muchos años y no son los ciudadanos británicos los que exigen entrada alguna sino que, al contrario, refrendan la salida de un Club que para un personaje de Ian Mcwan era una sociedad enloquecida a la que conducía el premier Harold McMillan.

El jueves 23 han decidido irse y abrir un complejo proceso de desenganche empobrecedor, aunque Escocia y su petróleo podrían volver pronto. Si estuve de recién veinteañero muy lejos, me tocó, sin embargo, no ha mucho debatir con la Embajada UK en Bruselas su apartamiento de la directiva de asilo político,por entonces "informe Masip Hidalgo", y pertenecer luego a una mesa de negociación con unos comisionados de la Cámara de los Lores que buscaban la radical salida de la jurisdicción del Tribunal de Luxemburgo en todo lo referente a JAI, "asuntos de Justicia e Interior".

El brexit estaba cantado en la actitud de muchos euro escépticos, que, envejecidos, tienden al extremismo de corto alcance; suicidio muy parecido al de la piel de toro con unos cuantos catalanes, algunos incluso de apariencia izquierdista, partidarios de la llamada decimonónicamente "acción directa".

"¡Que se vayan y nos dejen en paz!", escuché cómo repetían en los pasillos varios colegas de todo el espectro lingüístico, ideológico y climático en la Bruselas y el Estrasburgo que conocí durante un decenio.

Con desesperante actitud genuflexa la Comisión Europea no supo negociar. Para mí, que tras aquel 66 del director de mi colegio inglés deberían haberse dejado las cosas claras y exigentes desde la que fue mi Brubru, que nuevamente adolece de la mirada larga de Delors, Spinelli, Kolh y Felipe González. Veremos ahora qué sucede con las dudas danesas y holandesas, el crecimiento de la extrema derecha, la desestabilización griega, el efecto contagio, los exasperantes nacionalismos, la federalización de la zona euro, la derechización electoral a muy corto plazo y la multa y el déficit españoles.

Los ciudadanos deberíamos estar más atentos si cabe.En cualquier caso es una bendición que contemos en Asturias con un eurodiputado de la calidad y perfil de Jonás Fernández.