miércoles, 30 de septiembre de 2009

Lucha contra los "paraísos fiscales"


INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO ANTONIO MASIP EN LA COMISIÓN DE LIBERTADES 29-9-9 EN EL PUNTO DEL ORDEN DEL DIA REFERIDO A LOS ACUERDOS DE EXENCIÓN DE VISADOS PARA ESTANCIAS DE CORTA DURACIÓN DE LA UE CON ISLA MAURICIO, ANTIGUA, BARBUDA, BAHAMAS, BARBADOS, SAN CRISTÓBAL Y NIEVES Y SEYCHELLES

"Sr. Presidente apoyo el texto del ponente. Me parecen bien la superación de trámites burocráticos de los acuerdos y la libertad de circulación de los ciudadanos así como el carácter recíproco que han de tener todas estas actuaciones; ahora bien, con sumo respeto a todos estos países amigos y soberanos, y puesto que en el debate se ha hablado de hipotéticas inmigraciones ilegales, yo quisiera, cambiando de tercio, aprovechar nuestras buenas relaciones que evidencian estos acuerdos para contribuir a que todos estos países, insisto amigos y soberanos, se vacunen contra una pandemia aún más mortífera que la gripe: los paraísos fiscales. Ya se ha debatido en el G-20 y otros muchos foros. Los paraísos fiscales han contribuido de forma muy importante y lamentable a la crisis económica que padecemos. Se está haciendo algo, quizá no mucho todavía, para erradicar los paraísos fiscales más activos pero no seamos ingenuos, otros pueden activarse. Aprovechemos, pues, el momento, representantes de la Comisión y del Consejo, de estos acuerdos para insistir en esa vacunación que hemos, antes o después, de exigir en medio de una política más amplia y radical. Gracias, Sr. Presidente"

lunes, 28 de septiembre de 2009

A Don Alberto Aza

Jefe de la Casa de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I



Querido Alberto:

Unas líneas, desde Bruselas, para comunicarte, como parlamentario europeo, lo grato y admirable que resulta la noticia de que Don Juan Carlos, como Jefe del Estado, vaya a encabezar la delegación española ante el COI. Espero que se gane pero, en cualquier caso, la presencia y compromiso reales son encomiable. Mucha suerte, pues a Su Majestad y a Madrid.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Luis Sepúlveda en Luis Martín Santos



A una tal Belén Esteban, sin duda próxima pregonera mateína.



¿Qué pensaríamos si Clarín hubiera firmado "La Regenta" con el seudónimo “Ramón Pérez de Ayala” o William Faulkner su cuento “Monje” como “Paul Auster”? Sería, desde luego, un prodigioso adelanto de un nombre literario, virtual dicen ahora, que se fraguaría en autor real pasados los años. Acabo de leer a X.X. Sánchez Vicente, que “no existe la casualidad en política”, pero ¿qué pasa con la literatura y el arte? ¿La ficción no se adelantó siempre a la realidad?¿No es la vertebración de palabras un mero azar, un capricho, que se va repitiendo asimismo a lo largo del tiempo y que, convertido en filigrana maravillosa, es la Literatura?¿No están, como sostienen algunos, todos los escritores escribiendo a coro el mismo libro, a lo más cambiando de nombre, o de continente, o de siglo, o de lengua, o de musa?. La literatura sagrada lo tiene claro: Se llama el LIBRO a la vez a la Biblia, al Corán y al Segundo Testamento.

Sería mi primer año de Universidad cuando amigos donostiarras me introdujeron en Martín Santos, que rompía con lo que masticábamos entonces. De su “Tiempo de silencio” a estas alturas sobran elogios, si bien su relectura ya no me interesa ni quizá, de hacerlo, entusiasmaría. Tantos años después, sin embargo, me encuentro con una de esas carambolas que solo se producen en la vida al roce aterciopelado de la magia narrativa. Una biografía recién publicada ("Vidas y muertes de Luis Martín Santos" de José Lázaro) me entera que el seudónimo con el que se presentó “Tiempo de Silencio” al premio Pío Baroja fue “Luis Sepúlveda”. ¡En 1960! ¡En el momento en que el chileno Luis Sepúlveda, Lucho, vecino ahora de Gijón, era un adolescente de apenas once años! ¿Simple casualidad de un escritor, sujeto al inexorable destino, que anuncia inconscientemente a otro, tan genial como él? ¿Simple eslabón de la espiral de “oca a oca” que llegaría, con la moviola, hasta Homero y compañía y que, hacia delante, nos espera en la cara del Parnaso que aún desconocemos?

Borges perora sobre lo que inquietaba la operación cervantina de introducir "el Quijote dentro del Quijote" cuando en la segunda parte el Ingenioso Hidalgo conoce él mismo sus aventuras. Pese a esa inquietud borgiana y al ilógico quijotesco se respetaba una cierta cronología que se pone patas para arriba en el caso de Martín Santos haciéndose llamar "Luis Sepúlveda". Eso del “teatro dentro del teatro”, “la ópera dentro de la ópera”, “el cine por todas partes” lo desmenuzó brillantemente el cineasta ovetense Manuel Cuervo en la introducción de la actual temporada ovetense de ópera (LXII), platicando sobre “Ariadne auf Naxos“ de Richard Strauss. Ese razonable juego de homenaje al propio medio y a otros o de saltos anacrónicos puede llegar, no obstante, a la aberración que contemplé en el “Don Carlo” del Liceu barcelonés, donde el “sueño de la condesa de Éboli” se escenifica con la venta contemporánea de “pizzas” a domicilio.

En la unión Sepúlveda/Martín Santos sin duda hay algo de fenómeno paranormal, que habría divertido al gran Alarcos. Don Emilio, junto a José Luis Mediavilla, Manolo Arce, Guelbenzu, Pepe Caballero Bonald y Juan Benito, constituyó el clarividente Jurado del premio “Tigre Juan”, descubridor, en el Oviedo de 1988, de “Un viejo que leía novelas de amor”.

Luis Martín Santos viajó a Oviedo con el manuscrito de su novela para leérselo a Juan Benet en su casa del número 27 de la calle de Uría. Casi en la misma manzana se debatió, treinta años después, "Un viejo..." de Sepúlveda.

La prueba documental corrobora de nuevo que la literatura está concatenada, pero no porque Lucho se haya sentido lógicamente influido sino también porque Martín Santos, que no pudo leer "Un viejo...", no ha sido neutral frente al futuro que vislumbró con su texto, entonces de vanguardia, y con el guiño hacia nosotros de haber bendecido un nombre, que superó a su obra por ventas y traducciones.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Irán


El primer pleno de la legislatura se abrió con un encendido debate sobre la situación en Irán. Participaron, entre otros, María Muñiz, ya con residencia y militancia en Gijón, y Enrique Guerrero, nuevos diputados españoles, que sin duda despuntarán en el área de política exterior. Su mensaje es claro, debemos colaborar con la sociedad civil iraní que pide un cambio, aunque sea por el momento dentro de los cauces de la república islámica, evitando el mero aislamiento, que apoya Vidal-Quadras, y que ayudaría probablemente a las autoridades en su búsqueda de un nacionalismo exacerbado y chivos expiatorios extranjeros.

Tras treinta años de política integrista islámica, la revisión de los resultados de las elecciones presidenciales del pasado junio es la primera ocasión en la que la calle, favorecida por una división dentro de la clase dirigente iraní, pone en entredicho los mandatos del líder supremo. No se sabe cómo puede acabar este periodo de manifestaciones. Sí es claro que marca un debilitamiento del régimen de los ayatolás que no se había conseguido mediante la guerra ni las sanciones internacionales. El joven asturiano Martín González del Valle sigue, desde Londres, los acontecimientos, con diversas publicaciones y aún más Marie Walker, entrañable pionera de Du Pont en Asturias, cuya familia sufrió una feroz represión.

Se pueden considerar las últimas revueltas como una reacción natural en un país con dos tercios de su población por debajo de los treinta años, hambrienta de libertad de expresión. No se explica, sin embargo, que hayan tenido que pasar esas tres largas décadas para que existan muestras públicas tan rotundas e inequívocas de rechazo a un régimen teocrático que niega los derechos de las mujeres, olvida su cultura preislámica e impone, por decreto, la tristeza de sus gobernantes. Los jóvenes iraníes, cada vez más, reivindican un pasado persa cargado de poesía y música sensuales donde se cantan el amor, el vino y las rosas; acogen con entusiasmo la música moderna extranjera, prohibida por los ayatolás; y escapan del férreo control de los medios de comunicación nacionales mediante móviles, correos electrónicos o las redes sociales.

En fin, este joven país, cuna de grandes civilizaciones de la historia de la humanidad, ha empezado a poner en entredicho el inhumano régimen de los ayatolás.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Desde el Derecho a disentir

Reproduzco el brillante artículo de Leopoldo Tolívar Alas en el Comercio criticando los honores a un miembro de Gobierno cubano, represor de los derechos humanos. Por razones familiares no pude asistir a la ceremonia de entrega el pasado 7 de septiembre pero con esta reproducción me sumo por completo a la argumentación de mi amigo Leopoldo. Cuba es una Dictadura y los demócratas no podemos apoyarla sino que hemos de contribuir a la llegada de la Libertad, las elecciones libres, la libertad de expresión, el fin del partido único, el respeto a los derechos humanos.



09.08.09 - LEOPOLDO TOLIVAR ALAS CATEDRÁTICO DE DERECHO ADMINISTRATIVO DE LA UNIVERSIDAD DE OVIEDO


Me gustaría trasladar de manera muy breve el mensaje del presente artículo. Pero el compromiso con el medio y el deber de explicar fundadamente las cosas me impiden expresarme telegráficamente. En verdad, todo lo relativo al telégrafo acabará desapareciendo del lenguaje coloquial como ya está ocurriendo con los servicios públicos que, en algunos países, venían gestionando este ingenio transmisor cuyos orígenes se remontan a 1833, el año de la división provincial española. Los telegramas avisaban de sucesos inmediatos cuando las comunicaciones eran lentas y las distancias casi insalvables. Traían buenas y malas noticias; felicitaciones y pésames. También, en su historia, llevaron miles y miles de peticiones de clemencia a los dictadores que se sentían dueños de las vidas de sus enemigos y, también, a sistemas democráticos incapaces de abolir la espeluznante pena capital.
Hasta Cuba, a cuyo vicepresidente del Consejo de Ministros acaba de otorgar el Gobierno del Principado la máxima distinción regional, seguro que llegaron, en este medio siglo de dictadura, multitud de peticiones de gracia, no sólo desde cancillerías y organizaciones humanitarias, sino también desde la conciencia de particulares plasmada en las escuetas palabras de un telegrama. En Cuba hay tele y Granma; la primera oficial y censurada; la segunda, con nombre de una provincia meridional, es el diario del que se dotó el Partido Comunista, el único, en 1965.
La información de Amnistía Internacional para el Grupo de Trabajo del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre el mecanismo de Examen Periódico Universal, constataba en febrero de este año 2009 que «Cuba mantiene la pena de muerte para delitos graves, como los actos de terrorismo. Sin embargo, en los últimos años se ha aplicado en muy contadas ocasiones, y Cuba se abstuvo en la votación de la resolución sobre la moratoria del uso de la pena de muerte que tuvo lugar en la Asamblea General de la ONU en diciembre de 2007. En abril de 2008, el presidente cubano anunció la decisión del Consejo de Estado de conmutar las condenas a muerte de un grupo de presos por penas de 30 años de cárcel. Sin embargo, también dejó claro que esta medida no implicaba la abolición de la pena capital».
Pero el informe añade que «en abril se llevó a cabo la última ejecución de que se ha tenido noticia: la de tres jóvenes condenados a muerte por secuestrar una embarcación para huir de la isla». Y recuerda que para Amnistía Internacional «la pena de muerte es la forma más extrema de trato o pena cruel, inhumano y degradante, por lo que se opone a ella en todas las circunstancias».
En el Informe, AI plantea otras cuestiones, como las relacionadas con las restricciones a las libertades fundamentales y la limitación del derecho a un juicio justo, e insta a la ratificación de instrumentos internacionales de derechos humanos. Igualmente destaca su preocupación en relación con las personas que sufren prisión por motivos de conciencia; la limitación del derecho a la libertad de expresión, asociación y circulación; las detenciones arbitrarias; las detenciones sin cargos ni juicio; los juicios sin las debidas garantías; el hostigamiento y la intimidación a disidentes y críticos; la referida pena de muerte; las trabas a las tareas de observación de la situación de los derechos humanos; y las consecuencias para los derechos fundamentales de la ciudadanía, del embargo impuesto por Estados Unidos sobre el que existen promesas de reversión de la Administración Obama. Entiendo que estos datos debieran ser suficientes para no galardonar, desde un país democrático, a uno de los jerifaltes de un régimen incapaz de evolucionar desde el lejano derrocamiento del sistema corrupto de Fulgencio Batista. Pero siempre habrá quien diga que un vicepresidente es absolutamente ajeno a las 1.099 ejecuciones habidas en la isla desde 1976 (42, todavía en 2007) y a los 3.357 condenados a muerte, que se aferran a la promesa de Raúl Castro de suspender tan irreversible castigo.
Digo ahora lo mismo, desgraciadamente, que hace ocho años, cuando el alcalde de Oviedo, con su mayoría absoluta, otorgó la distinción de hijo adoptivo al mismo mandatario: una democracia no puede premiar a quienes han contribuido a cercenar las libertades públicas de todo un país. Que la persona a reconocer sea en sí bonancible y hospitalaria es indiferente para el caso; o que practique deporte desde joven, como se ha destacado en notas oficiales y oficiosas. A los tiranos y sus cómplices tampoco les debe servir de atenuante su vinculación familiar con una determinada región, en este caso Asturias. Cada comunidad da a la historia trigo y cizaña y la notoriedad no es de por sí timbre de gloria. Creí que esta forma de pensar, en la que años atrás encontré el absoluto respaldo del PSOE ovetense, era moneda corriente de casi toda la clase política española. Pero se ve que no; que además de algún añorante del apogeo soviético sigue habiendo personas que no han perdido la fascinación por el régimen castrista y sus míticos logros sanitarios y educativos. No es mi caso, desde luego y no dormiría tranquilo si no lo dijera o lo dejara escrito públicamente para que nadie piense que aplaudo, como es el caso de los demás galardonados ahora y en anteriores ediciones con las Medallas de Asturias, esta condecoración. No he cambiado de parecer y aunque me figuro los encajes de bolillos que requiere el día a día de un gobierno de coalición, lamento que un Ejecutivo salido de las urnas y respetuoso con los derechos individuales y colectivos de los asturianos quiera colgar oro en uno de los pilares vivos de una dictadura de hierro.
Yo creo que es hora de superar determinadas actitudes que tuvieron un origen romántico y revolucionario, porque la épica del Che y su iconografía, con todos los respetos, no parecen la referencia o la simbología más adecuadas para una Comunidad inserta en la Europa del siglo XXI. Lo digo -y no es la primera vez en estas columnas- desde el deseo de que los cubanos, sin injerencias externas, vean abolidos el bloqueo exterior y el interior, sean dueños de su futuro y alcancen la reintegración territorial, porque Guantánamo no sólo es una cárcel.
Muchas veces me he preguntado qué sentirían los gobernantes de las potencias occidentales que se retrataron abrazados a tiranos y genocidas posteriormente condenados, incluso al patíbulo, unos años más tarde, al ver aquellas fotos. Igual nada. Pero de momento permítame esta bendita democracia disentir respetuosamente con esta concreta decisión. La misma disidencia que, por ejemplo, haría de alguien sospechoso de peligrosidad en cierto lugar del Caribe.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Elección de Barroso


Mi estimado Salvador Garriga escribía en El Comercio de 9-9-2009 en defensa de la candidatura de Barroso, un político "hábil, consensual,...que ha dotado a la Unión Europea de perfil propio en la lucha mundial contra la crisis económica", criticando que los socialistas "bloquean la elección de un Presidente de la Comisión Europea" y "se comportan como hooligans parlamentarios".

Las elecciones del 7 de junio al Parlamento Europeo han conferido al PP europeo una mayoría relativa pero afortunadamente, con 265 de 736 escaños, no "arrasó" como asegura Salvador. Aunque Barroso se presentaba como adalid de la liberación a ultranza cuando llegó a la Comisión en 2004, tras la crisis ha moderado su discurso y ha realizado algunas propuestas sensatas de recuperación económica. Sin embargo, utiliza cifras que se han visto superadas por la magnitud de la crisis (paro, déficit y deuda). ¿No existe, sin embargo, margen para la duda?¿No es lícito que pula sus argumentos y que finalmente convenza a un Parlamento que tiene todo el derecho del mundo a la crítica y al escepticismo?

Es cierto que normalmente el Presidente de la Comisión suele ser confirmado o rechazado por el Parlamento en su primer pleno tras las elecciones. No se ha hecho así está vez en respuesta a las precipitación de los Estados Miembros, que son quienes proponen, a apoyarle antes de las Elecciones Europeas. Éstas no eligen directamente a la Comisión pero sí es evidente que el papel del Parlamento es cada vez más decisivo a la hora de examinar a los candidatos. Si algún día tenemos una campaña para las elecciones europeas en las que se hable de temas europeos, lo que ha evitado en todo momento el PP, el resultado de éstas debería ser la determinación de la mayoría que elija directamente al presidente del "Ejecutivo" europeo. Desanima a votar el que se sepa de antemano cuál va a ser el Presidente de la Comisión, lo que lleva a un alejamiento de los temas europeos, en sentido contrario al objetivo de las elecciones al Parlamento Europeo, única elección directa de representantes en temas europeos.

Además, existe un elemento que ignora Salvador en su artículo de El Comercio: el Tratado de Lisboa. Si éste es finalmente aprobado por los irlandeses en referéndum el 2 de octubre, y ratificado luego por checos y polacos, serían más exigentes las mayorías para apoyar a los comisarios que al Presidente de la Comisión, lo que no tiene mucha coherencia.

Los socialdemócratas no buscamos "business as usual" como dicen por aquí, seguir como si nada hubiera pasado. El nuevo Presidente de la Comisión será sin duda Barroso pero ya ha tenido que enriquecer su programa, debatirlo con nosotros ayer mismo y acercar posiciones. Hay que buscar la alianza europeísta de los orígenes de Europa frente a tantos euroescépticos y faciosos como han surgido también el 7-J. No simplemente "arrasar" como quería Salvador. Por cierto, el PP perdió la elección en Asturias donde los socialistas no arrasamos pero ganamos por más de dos puntos porcentuales. Que al PP no se le olvide tampoco.

jueves, 3 de septiembre de 2009

OBITUARIO de Joaquín Ruíz-Giménez: Muerte del primer defensor del Pueblo


JULIÁN ARIZA RICO 28/08/2009
EL PAIS

Ha muerto don Joaquín. Ésa será la frase que la mayoría de los trabajadores de la antigua Perkins Hispania habrán utilizado si les ha llegado la noticia. Y lo harán de la manera especialmente cariñosa, casi familiar, con que a lo largo del tiempo se ha recordado al que hasta los primeros años 60 fue presidente del consejo de administración de la empresa, una de las cunas originarias de Comisiones Obreras. Le entregamos en un acto sencillo un conjunto de pliegos con las firmas de la práctica totalidad de la plantilla, por entonces cercana al millar de personas. Lo hicimos como reconocimiento al casi insólito hecho de que, siendo presidente del consejo de administración, testificara a nuestro favor ante Magistratura de Trabajo, como consecuencia de la decisión del director de la compañía de eliminar un derecho adquirido. Este, si se quiere, pequeño detalle de su extensa y relevante biografía creo que sirve para medir la dimensión ética y social de don Joaquín, pues era consciente que le suponía perder la presidencia de aquel consejo.

Inmediatamente después empezó su promoción de Cuadernos para el Diálogo. Nos pidió que colaboráramos en la revista. Lo hicimos. Personalmente y durante bastante tiempo formé parte de su consejo editorial. Allí conocí al amplio espectro de demócratas antifranquistas que nos reuníamos para debatir sobre la revista, sus contenidos y su contexto. Allí se reflejaba fielmente el propósito de don Joaquín de reunir, sin ánimos conspiratorios, a cuantos desde la izquierda, el centro y la derecha aspirábamos a que, de forma pacífica, se superara el régimen de dictadura que vivíamos.

El movimiento de las Comisiones Obreras tuvo un especial impulso a partir de los años 60. Y sufrió, lógicamente, una represión que fue de menos a más. Entre las iniciativas que tomábamos estaba acudir a los despachos de abogados no sólo laboralistas, pues los problemas eran de variada índole. De nuevo a don Joaquín íbamos a pedirle ayuda, que a menudo la materializaba poniéndonos en contacto con otros abogados. De ese modo contactamos con Gregorio Peces-Barba, Manuel Villar Arregui, Jaime Cortezo, Álvarez Miranda, Leopoldo Torres y varios más. Nos defendió a muchos de nosotros ante el Tribunal de Orden Público. A mí en dos de los varios juicios a que fui sometido. Y recuerdo las muchas visitas que hizo a Carabanchel para ver a sus defendidos.

Pienso que, pese a alguno de sus nombramientos como, por ejemplo, el de Defensor del Pueblo, la democracia española no ha reconocido suficientemente lo mucho que Ruiz-Giménez aportó a la conquista de las libertades en España.

Hasta siempre, don Joaquín.