lunes, 27 de noviembre de 2006

Claudio Boada

Claudio Boada ejerció de consejero áulico de varios gobiernos. Lo fue de los ministros económicos del tardofranquismo, de Suárez, de Boyer, e incluso se dice que de alguno más reciente. Pasó por la Presidencia de Renfe, del INI, del Banco Hispanoamericano y fue patrono de la Fundación Príncipe de Asturias. En el Hispano, nos otorgó un préstamo de tesorería al Ayuntamiento de Oviedo al llegar yo a la Alcaldía pues no podíamos pagar la nómina. ¡Cómo estaban las cosas! Para sorpresa de algunos, pudimos devolverlo dentro del año. Los sucesivos concejales de Hacienda Enrique Pañeda y Avelino Viejo hicieron maravillas, para lo que contaban con unos compañeros y unos funcionarios honrados y «rigorosos», como escribía Ortega.

Tuve el honor de mantener con Claudio una buena relación y escucharle varios consejos de auténtico maestro. Así, su preocupación por el excesivo endeudamiento de los ayuntamientos españoles «no es cuestión que afecte sólo al municipio sino al país». Años después alabó que Oviedo tuviera una política económica modélica.

La última vez que le vi fue en la exposición madrileña de una magnífica pintora, Sofía Gandarias, que hacía un homenaje a las víctimas del 11-M. Sofía tiene colgado en el Parlamento europeo un gran retrato de Yehudi Menuhin en lugar destacado y encontradizo. En aquellos días, empezábamos a debatir dos opas que tuvieron largo recorrido y por las que hube de intervenir parlamentariamente, en algunos matices a favor y en otros en contra de la inefable comisaria Kroes: la de Mittal Steel sobre Arcelor y la de E.On sobre Endesa.
Claudio me sentenció en seguida: «No tenéis razón en una defensa numantina de la antigua Ensidesa. Tal y como están las cosas, Mittal pagará más y se la llevará sin que se pueda oponer que se trata de un sector estratégico. Tampoco se paralizará la operación por la libre competencia; en cambio, sí tenéis que defenderos en la electricidad y la energía como hacen otros países». Pasados unos meses, con el zigzagueante camino de directivas, ofertas y contraofertas, me siguen siendo de actualidad sus breves palabras.
Arcelor fue absorbida; pero la intromisión de E.On y del Gobierno alemán continúan dando coletazos y respuestas.

lunes, 20 de noviembre de 2006

Jacques Brel

Una tarde-noche había quedado en Bruselas a cenar con mis amigos Concha y Javier Solana. Me dieron una dirección con toda clase de detalles. El portal se abrió sin problema mediante su clave correspondiente. Me dispuse luego a subir hasta un determinado piso; mi sorpresa fue grande cuando descubrí que el botón del ascensor tenía una chapita rotulada con el nombre de Jacques Brel justo en la planta a la que iba. Era inevitable relacionarlo con el cantautor que más me entusiasmó en mi juventud, incluso por encima de Brassens, de Raimon y de Montand, de mayores tintes políticos. Pero, aquel Brel no podía ser “mi Brel” que había desaparecido llevándose su vida hasta una isla polinesia cerca del pintor Paul Gauguin.

Sin embargo, al tocar en la puerta se aclaró que se trataba de su viuda, pues yo no había reparado en las tres pequeñas letras Mme que precedían las grandes del nombre y apellido.

Los Solana me esperaban en la puerta de al lado: Chez Piedad García de la Rasilla, la funcionaria española en la Unión Europea más conocida entre el ambiente hispano y, desde luego, la más cosmopolita. De la Rasilla, que ha trabajado desde la adhesión de España a las Comunidades, se va para pena de todos los que ejercemos en Bruselas a otro destino, el centro de satélites de la UE en Madrid.

Aquellos pioneros que llenaron de entusiasmo la Comisión, el Consejo y el Parlamento están finiquitando su vida laboral o se van como Piedad a otras latitudes. Son gente admirable, que se lanzó a poner los cimientos administrativos españoles dentro de Europa y a recibir los comunitarios con una profesionalidad que es reconocida por todos los países.

Ahora, hay muchos jóvenes en España que aspiran legítimamente a sucederles. Suelen estar muy preparados pero se encuentran con el obstáculo de que, por pura lógica, la mayoría de las plazas se reservan para los nuevos miembros. Lo que es en principio comprensible resulta que termina siendo injusto, pues no siempre la oferta se cubre con los más preparados.

En cualquier caso, aunque Brel dejó joven esta ciudad plagada de burócratas, siguió cantando todas sus pequeñas glorias y miserias en versos que tanto se repetían. Vuelvo a recordarlos desde Oviedo y me reafirmo en hacer más cercanas a los ciudadanos las polémicas bruselenses. Como en su canción Mathilde, doy gracias una vez más cuando Bruselas vuelve y sobre todo en la esperanza de que pronto la ciudad y el trabajo vuelvan para mí a ser cotidianos.

lunes, 13 de noviembre de 2006

Ignacio Samper

El próximo 16 de enero Josep Borrell abandonará lo que ha sido una brillante Presidencia del Parlamento Europeo. Pienso que ha dado un paso para acercar la institución a los ciudadanos, llamando la atención de los gobiernos europeos sobre asuntos como la inmigración, donde siguen prometiendo una colaboración y unas políticas comunes que, siete años después del primer gran documento de Tampere (Finlandia), no acaban de concretarse.

Particularmente activa ha sido su política euromediterránea, en cuyas orillas se produce la mayor brecha económica y social del mundo, intentando unir a representantes de todos sus ciudadanos con la recientemente creada Asamblea Parlamentaria Euro-Mediterránea (APEM), cuya Presidencia ha ocupado y de la que tengo el honor de ser miembro activo, con el objetivo de favorecer la reforma política y social impulsada desde abajo.

Pero una Presidencia es también el fruto y el trabajo de sus colaboradores más cercanos. Ahí el acierto de Josep ha sido reconocido por todos los grupos de la Cámara. Así personas como Christine Verger, directora del Gabinete, que ya trabajó con Jacques Delors, Marco Aguiriano, director adjunto del Gabinete y ex-eurodiputado, R. Torrell, David Chico, Annika López Lotson y otros han trabajado muy duro y bien.

Sin menoscabo de ninguno de ellos me interesa destacar hoy a Ignacio Samper, portavoz del Presidente, que lidia a diario en la difícil tarea de explicar y transmitir a los medios de comunicación las complejas decisiones que se toman en el Parlamento Europeo. Esencial en tan delicado trabajo ha sido la gran experiencia de funcionario cabal, sus idiomas (habla con fluidez francés, inglés, italiano y ruso) y su ya largo recorrido en las instituciones europeas. Nacho y su familia tienen además el privilegio y el buen gusto de veranear desde hace años a orillas de la ría del Eo mirando a Asturias.

Ahora imagino que Samper, con la llegada del alemán Poettering a la Presidencia del Parlamento Europeo, dará el relevo a otro alto funcionario. Y si vamos a sentir en España la ausencia de Borrell también sentiremos la de su fiel colaborador. Mi colega Garriga (PP) y yo compartimos la misma opinión sobre este maño de oro. No sé cual será su nuevo destino pero, sin duda, seguirá sirviendo a Europa luchando por el objetivo constitucional que otros desdeñan y torpedean desde dentro de la casa.

Espero, pues, que a Samper se le otorgue el puesto de relevancia que merece y que esté lo más próximo posible al contacto con España y los intereses españoles.

viernes, 10 de noviembre de 2006

Las legislativas americanas desde Oviedo

Las legislativas americanas merecen también reflexionarse desde Oviedo: hace pocos meses resultaba inimaginable que el prepotente Bush perdiera electoralmente como ha ocurrido de forma meridiana el pasado martes 7 de Noviembre. Él mismo lo ha reconocido y ha destituido a Rumsfeld, el principal cerebro de la Guerra de Irak.

Resulta aleccionador que el Presidente del Partido Republicano Ken Melhman haya declarado ante los medios de comunicación que han sido la guerra, el despilfarro y la corrupción los causantes de la derrota. No es de recibo que la administración conservadora de Bush tenga una deuda sin precedentes, más, si cabe, cuando heredó unas cuentas saneadas por parte de la administración Clinton. En Oviedo, donde muchos todavía dan por segura la victoria municipal del actual alcalde, deberían reflexionar sobre cómo sancionan en otras latitudes el derroche del dinero de los contribuyentes.

La corrupción en Oviedo es algo de lo que nadie duda. Es muy común la frase "Han robado mucho, pero Oviedo está guapo y limpio”.

Los ciudadanos acabarán dándose cuenta de que Oviedo puede estar guapo y limpio- por cierto, no estaba feo y sucio cuando llegó Gabino de Lorenzo- sin que nadie tenga que despilfarrar el dinero de los vecinos.

Para equipararnos más a la reflexión autocrítica del líder republicano habría que preguntarse por la posición que ante la guerra tuvieron los ediles del PP ovetense.
Hace unas semanas todavía permitieron servir de altavoz en el salón de plenos municipal a un Secretario o Ministro del Gobierno del Sr. Bush para que dijera sin ellos inmutarse - el que calla otorga- que “Guantánamo era paradigma del respeto a los derechos humanos”.
De forma más explícita todavía en una sesión de zarzuela de “Los Gavilanes” cuando la actriz Amparo Valle sacó una pañoleta del “No a la Guerra”, el concejal Javier Sopeña encabezó una airada protesta al grito de “Sí a la Guerra, Guerra sí”.
Si el prepotente Gabino de Lorenzo no ha destituido a Sopeña por el caso de su propio nombre parece difícil que lo fuese a hacer por estas supuestamente inocentes bravuconadas.
En Norteamérica, por lo menos, sacan alguna lección, probablemente insuficiente, de sus fracasos, sus corrupciones, sus Katrinas( léase Ventanielles) y sus guerras.

Antoni Llidó

El eurodiputado Antonio Masip se ha dirigido a Pepa Llidó Mengual y a la asociación Antoni Llidó Mengual expresando su satisfacción porque se haya reabierto el caso de Antoni Llidó, sacerdote valenciano que fue torturado y asesinado en Chile en 1974 con la directa implicación del dictador Augusto Pinochet.
Antonio Masip pertenció a la defensa de los intereses de la familia Llidó frente a la dictadura pinochetista y más recientemente confundador de la Asociación Antoni Llidó Mengual que tiene por objetivo el esclarecimiento de los hechos y la persecución de los culpables del asesinato.
Sin duda, entre ellos figura Augusto Pinochet pues el mismo dictador reconoció en su día ante una misión de prelados de las iglesias católica y luterana su perfecto conocimiento de los hechos.

viernes, 3 de noviembre de 2006

Juzgado para Ribadeo

Como diputado europeo mi circunscripción es todo el territorio español. Mis oficinas parlamentarias de Oviedo ([email protected]), Bruselas y Estrasburgo ([email protected]) están abiertas a todos los ciudadanos españoles y europeos que me hacen llegar por ese conducto muchas peticiones en las que intervengo. Así lo he hecho siempre que he podido.

También me han pedido ayuda otros diputados de países con una mayor tradición de contacto directo entre elector y elegido, como es el caso de los británicos. Con Gary Titley, jefe de la delegación laborista en el Parlamento Europeo, llevé reclamaciones provocadas por el urbanismo suicida de la Comunidad Valenciana así como pleitos en materia de abuso profesional en la Costa del Sol.

Aunque mi principal preocupación han sido los asuntos asturianos (numerosas preocupaciones me produjo la lacerante discriminación del llamado “efecto estadístico” que he tratado en múltiples ocasiones en esta columna) he ido descubriendo en Bruselas que muchos asuntos de provincias limítrofes (Norte de León, Lugo, Cantabria) en, por ejemplo, Pesca (se salvó la angula) y Agricultura, son también fundamentales para Asturias.

En Ribadeo este verano se dirigieron a mí espontáneamente muchos ciudadanos para reclamar, con mucho fundamento creo, un juzgado. En la librería de Vivín, en Candelaria, en la Sociedad Asturgalaica de amigos del País, en la casa de fotografía de Miguel, en la rebotica pictórica de Fierros, en las concurridas terrazas del Cantón y del Breogan, en los descansos de los conciertos del pianista Erice Calvo Sotelo, el cronista local Malen, el escritor Chemi Lombardero y otros ciudadanos me hicieron recordar esa necesidad que yo ya sentía en mis tiempos de abogado de una entidad tan arraigada en la zona como el Banco Herrero, dirigida por el entrañable José Pulpeiro. Luego el Alcalde, Balbino E. Pérez Vacas, una persona muy seria, ponderada y solvente a mi parecer, me dio toda clase de datos del estado de la cuestión en relación con la ley de Planta y Demarcación. Con ese fondo, hablé en dos ocasiones con el Ministro de Justicia, Fernando López Aguilar, que se mostró receptivo y, como siempre, cordial.

Una cuestión tan sentida y vivida como un juzgado ha sido siempre tema difícil y espinoso pues concurren muchos intereses. Ribadeo perdió una oportunidad histórica cuando se creó el Juzgado nº 2 en Mondoñedo sobre el que debía haber tenido prioridad.
Error fue también la delimitación del juzgado de Castropol que debería seguir abarcando las dos orillas del río Eo.
Es hora de reparar aquel yerro. Espero que la Xunta esté por la labor de recuperar el Juzgado de Ribadeo como veo que es unánime y ágil un ayuntamiento que ha crecido tanto y tan rápido. Confío en que apoyen también otros concellos de la mariña lucense y se beneficien de la proximidad.