domingo, 1 de marzo de 2015

Sobre desahucios


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Reflexión sobre el desahucio

13 de Febrero del 2015 - Héctor Felix Lasheras Díez (oviedo)
En nuestra lógica occidental y capitalista, el dinero manda y quien tiene ordena y quien no lo tiene obedece. Tácitamente todos hemos firmado ese acuerdo, aunque nos desagrade, con nuestras actitudes cotidianas y nuestro día a día. Esta situación se manifiesta mejor que en ningún otro sitio cuando hablamos de los desahucios por impago. No entraré en el galimatías legal, sobre mandato constitucional o derecho subjetivo, sobre la dación en pago o sobre la responsabilidad de quien firma a la hora de aventurarse en la epopeya que supone hoy en día tener una casa, quien me conozca ya sabrá mi opinión.
Hoy quiero reflexionar bajo el prisma de la propia lógica económica subyacente a los desahucios. Quien por los motivos que sea, no puede afrontar el pago de las cuotas de su hipoteca ha de ser expulsado pues de ese bien inmueble que aunque pagado en un 90% no es una propiedad del usuario sino del prestamista. A los datos me remito al decir, que actualmente las casas que se embargan se quedan vacías, pues el mercado no se ha ajustado a las propias leyes de oferta y demanda, ofreciendo un amplio abanico de posibilidades, pero fuera del alcance de muchos. Esas viviendas vacías que automáticamente pasan a engrosar una lista de infraestructuras que se van deteriorando por falta de uso y mantenimiento suponen pérdidas directas para la entidad bancaria y la comunidad de propietarios e indirectas para el constructor y la sociedad.
Por parte de la familia desahuciada nos encontramos que esta también genera un gasto mayor que el que tendría si aún estuvieran en la vivienda, pues se convertirán en demandantes de recursos (sean estos públicos o privados) para afrontar la situación. En el mejor de los casos acudirán a familiares, que se verán obligados a recortar gastos para mantener este nuevo plus familiar.
Es decir no solo se generan pérdidas económicas, sino que se dejan de producir beneficios. Hablo de pagar luz, agua, gas, IBI, y otra seria de gastos que conlleva una vivienda y que, reitero, en la lógica capitalista, hace circular el dinero, que es lo que genera riqueza.
Es por eso, que obviando la moralidad, la legalidad y las ideologías para limitarnos exclusivamente a lo económico, desahuciar no es rentable, para ninguno de los agentes implicados. Por eso lanzo la idea, que no mía, pero que siempre he procesado, que es el pago en porcentaje. Si ganas 100, paga 10, si ganas 1000 paga 100, hablando mal y pronto, pues el objetivo sería crear tramos impositivos según renta, con topes mínimos y máximos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Entiendo lo de la alusión a Boadas