viernes, 31 de enero de 2020

LINARES desde RIVOLI


La calle parisina de Rivoli anima la memoria. Imagino al ovetense Indalecio Prieto paseando con sus pensamientos, incomprendidos aquí, hasta La Concorde en sus exilios diversos. Paris, siempre Paris, con o sin el aguacero César Vallejo. París no se acaba nunca… ¿Hemingway? ¿Vila Matas? ¿Bogart? En esa Rivoli, el encuentro, besos incluidos, propiciado por Orlando Pelayo, entre Nicanor Piñole y DALÍ. SANCHEZ DEL RIO, genial autor del Palacio de Deportes, EL PARAGUAS, Los Depósitos de Agua, la desaparecida Tribuna del Buenavista, El Mercado de Siero… reivindicando su procedencia riojana solía decir “Haro, París y Londres

Viví el ovetense RIVOLI desde hace sesenta años. Más de mi París que la genuina Italia. El Rostand de Kadaré, FLORE sartriano, Laserre con Manolo Diaz, Carlos Fuentes y Malraux,… RIVOLI, contiguo a la COLÓN de Manolo Lombardero, antes del fichaje por Planeta/Barcelona, traspasado desde Editorial Sanz, de mejores resultados, en coleccionables placistas y premios, que Cruyf, Kubala y Messi juntos. RIVOLI, novedad vanguardista, como antes el ASTORIA, en otro tramo de la Uría opuesta, que rememoraba Benet. El barrio Uría, despejado tras EL CARBAYÓN, tan estudiado por la Escuela del inolvidable Paco Quirós, es bien distinto sin Olivares, y aún la fugaz huella depredadora de KOTEL, Vereterra, último caído, mi pariente José Tartière… cegando la mágica luz vespertina. Rivoli se levantó con primitiva licencia para “hoteles”, terminología de entonces, en solar desgajado de los nutricios Palacetes Tartière. Son calles urbanizadas por Anselmo González del Valle con aceras de cemento porland, que no se fabricaría en Tudela Veguín hasta 1900. Por casualidad, el nombre Rivoli proviene del PIEMONTE, las raíces de Emma, nuera del Conde de Santa Barbara de Lugones, propietario de la cuadrícula Uría/Regente Jaz/Marqués de Pidal/González del Valle. El trazo urbano modernista miraba, ensanchador, Centroeuropa.

RIVOLI facilitaba exposiciones. Algo retuve de Rubén Suárez, nuestro ejemplar primer crítico. Sentí el impacto electrizante de Jaime Herrero y de dibujantes próximos a Manolo BRUN, personaje irrepetible, y, ahora, Linares actualiza muestra pionera. Estaba en los pliegues de la memoria pero he precisado la retrospectiva del caserón universitario para reordenar la mente.

En los Dominicos sabíamos que Manolo, chaval de la lejana, casi mítica, Navelgas, luego PUEBLO EJEMPLAR, era un genio, lo que enseguida me reafirmaron Casariego, Maldonado y Conrado, tinetenses como él, Elías Caicoya, Paco Reny Picot, Alarcos, Feas, Jesús Villa, Luis Ávila y Liñero, con su casa de Somió invadida de inconfundibles campestres LINARES.

Acierta, una vez más, el Vicerrectorado de Extensión, aunque el comisariado no supere la Antológica 1995 ni las de la Sala Murillo 2010 y 2014. Lástima también del programa de mano con antiasturiano, o lamentable deformación, UVIEU; Ovetum, u Ovetao, era para romanos y romanizados al tiempo que llamaban Lutecia al París de la rue RIVOLI. En mismo aula, encalada, asistí a la fabulosa fantasmal recién de Marga Sancho y no debe olvidarse un rector emblemático, Fermín Canella, acogiendo el taller de Dionisio Fierros, otro jalón. Y en la trasera, la Facultad de Ciencias, donde empieza el incendio del trágico 34, profesó el padre de Luis Fernández, grande de la pintura universal.

No hace falta insistir que LINARES es genio, se constata de antaño hogaño en la Universidad.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Entrañable Oviedo contado a través de tus vivencias.R

Anónimo dijo...

Me ha emocionado tu recuerdo de Rivoli
Y, sobre todo del genio de Navelgas
Sabes que en Navidad estuve allí visitando el belén de Zardin
Un abrazo M

Anónimo dijo...

Qué pieza tan buena te ha salido. Propia de Le Monde o Le Figaro. Fuerte abrazo.J

Anónimo dijo...

A propósito de una de tus citas.
Durante mi Bachillerato en el Instituto de Enseñanza Media Mixto de Sidi Ifni tuve dos profesores que me marcaron, y ambos fueron también Directores del Instituto.
A uno de ellos seguro que le conociste aquí en Oviedo José Maria Pérez Bustamante de Monasterio, que fue el Inspector de Enseñanza Media del Ministerio de Educación y Ciencia en Asturias, junto con Casielles Aguade que lo era de Educación Primaria.
Rafael Rubio Latorre, fue el otro Maestro al que reconozco como tal y fue mi profesor de Literatura y el responsable de mi afición a ella. Rafael Rubio Latorre era discípulo de Dionisio Gamallo Fierros y de Damaso Alonso.R

Anónimo dijo...


Antonio

Que recuerdos me trae la palabra Rivoli.
Calle de París que mencionaba una de las lecciones del libro de francés de 2º de Bachiller.

...... "Qui est cette homme qui promene par la rue de Rivoli"? (Pregunta)
...... "C´est Mr. Vincent" (Respuesta)

En mi francés recordado, puede haber alguna incorrección (mea culpa)

Y Linares, un GENIO
A

Anónimo dijo...

Eres incansable. No sé por qué me llevas a pensar en "el Gran Caupolicán", una fuerza de la naturaleza. Te aseguro que no es por alabarte...A estas alturas, solo queremos querernos. S