ALBANIA
“La obsesión por la unanimidad en las decisiones políticas, la tendencia a
la satanización del conflicto y la diferencia, la inclinación a
identificar gobierno y nación, la hipertrofia del poder ejecutivo frente a
otros poderes estatales, el gusto por el liderazgo carismático
personalista, la mirada complaciente hacia la corrupción y la venalidad...". Moradiellos, E., ”Anatomía de un dictador”.
En la fabulosa temporada operística ovetense
estuve casualmente al lado de una filóloga de Soto de Agues, María Roces, especialista
en la recóndita lengua albanesa, que ha heredado de su marido, Ramón Sánchez Lizarralde, las
versiones españolas de Ismaíl Kadaré, premio príncipe de Asturias y permanente merecedor
del Nobel de Literatura. Ramón era Nacional de Traducción/1993; ahora de María la
versión de “Las mañanas del Café Rostand”. Del concejo de Sobrescobio también
otro Roces, Wenceslao, introductor/traductor de clásicos marxistas, al que tuve
el honor de visitar en el exilio y luego en su domicilio entonces del Hotel
Principado.
En mi todavía memoria
de elefante, o semejante festiva suposición metafórica, recuerdo las
provocaciones de Javier Neira en este periódico sosteniendo una abracadabrante equivalencia
de nuestra querida Asturias con Albania.
Años luego de
aquellas desaforadas digresiones de la irrealidad, asturiano en Brubru, hube de representar al
Parlamento de la Unión Europea en Tirana, cuyos dirigentes siguen queriendo entrar
en la U.E. a pesar de evidentes obstáculos políticos, económicos, urbanísticos,
consuetudinarios, incluida la Kanum (eximente
para matar niños de familias con agravio asesino en generaciones anteriores)… Mis
tres días allí, la visita que devolvió el actual presidente albanés, entonces
alcalde tiranés, y el seguimiento al gran
pétit Kadaré, me valieron para
comprender un pueblo misérrimo que salía de dictadura, comparable, además de la
represión, a lo vivido en el tardofranquismo y no tanto a la posterior
transición, democrática y progresista. Ahora, en esta España que ha superado el
franquismo, pero se metió en la pocilga corrupta de tantos dirigentes mediocres
y amorales, damos tumbos con simplezas por doquier.
Sigo, en cualquier
caso, convencido de la racionalidad dialogante, la cordura y la firmeza contra
el fascismo emergente (*), la corrupción, los ataques a la división de poderes,
la intolerancia, la depre anímica, la
hambruna y la desnutrición nada lejanas y la desvergüenza académica.
Mi buen amigo Neira en su descarnada elipse, sin cercanía a la
sensibilidad espiritual del Aula moscona de las Metáforas, jugaba otra liga no exenta de abrupta originalidad
literaria; otra de honor los leales a
feliz locura que desde los griegos se llama DEMOCRACIA, para los franceses, LIBERTAD,
IGUALDAD Y FRATERNIDAD, en el XIX, INTERNACIONALISMO, con la mixtura entre Bienaventuranzas, de la colina galilea,
y heroicas ONGs, SOLIDARIDAD, y, ha poco, cumbre parisina y utopía incluidas, MEDIOAMBIENTALISMO.
Pero… ¡por favor!, ¡nada de
parecerse a la paupérrima Albania! ¡Éso ni de broma!
(*)Los impunes autores de la bomba que me
pusieron el 21/9/78, fecha aparentemente lejana, saben que les conozco y que no
tienen mi perdón. Tampoco el incendiario de la Casa del Pueblo 4/8/2000 siendo
yo Secretario General de la AMSO-PSOE.
3 comentarios:
Muy bueno e instructivo. La frase de cabecera de Moradiellos muy bien traída.
AA
Me gustó mucho. La nota a pie de página… muy kanum…J
Me avisaron desde Oviedo del mismo, así que pude leerte ayer por la noche en la red.
E.
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