EUROPA: DÍA SÍ; OTRO
TAMBIÉN
"Los largos lamentos de los violines de otoño hieren mi
corazón con monótona languidez". Verlaine,P.// aviso críptico del desembarco
aliado de Normandía.
El pasado Día de Europa, Jonás Fernández tuvo el
acierto de relacionar la fecha con una fabulosa personalidad astur, Indalecio
Prieto.
Fue un acto sobrio, cargado de significado, ante la
Casa Natal del gran español. Sería un éxito para Asturias, no ya la renovación
del escaño bruselense de Jonás que bien merece y nadie discutiría, sino la
mejora en la lista societaria, mostrando el peso asturiano, que debe ir a más.
A mi lado, ante el 23 de Magdalena, (“) hube de ofrecer explicaciones
historicistas a un par de matrimonios ¡neozelandeses!, sorprendidos por las
gaitas interpretando el Himno a la Alegría. Luego también entamé con un grupo
de turistas de Tabarnia, empeñados en demostrarme, que los
"catalanes siempre se habían llevado bien con los asturianos". Al
conocer mi apellido me consideraron catalán
tras terrado, como ya me ocurrió hace años con el gran Josep
Tarradellas, tan distinto al racista actual
inquilino de San Jaume. En celebrado estudio literario,
Salvador de Madariaga, al que conocí en su casa de Oxford, sostenía que los
asturianos éramos los más europeos de los españoles, por encima del raquítico localismo catalán. En aquellas calendas de los sesenta sería difícil
sostener, a su vez, que España iba a ser baluarte nuclear de Europa. Esa visión
la tuvo Indalecio Prieto en pleno aislacionismo
franquista. Como sostuve en un acto, y su libro, del dinámico Vicerrectorado,
de Extensión Universitaria (““), don Inda, sobre los escollos de la guerra
mundial, y cuando sus vecinos en el exilio de México se empeñaban en un
característico antiimperialismo yanqui que dominó varias décadas del
pensamiento izquierdista, se afanaba en La Haya y San Juan de Luz en la
fundación de una Europa unida.
Neofascismo y populismo combaten los valores europeos. Europa, más Europa, que pretenden, entre otros,
Enrique Barón, Javier Solana, Ramón Jáuregui y Joaquín Almunia, campeones de la
Libertad, es más necesaria que nunca, También el espíritu de Indalecio Prieto,
nuestro paisano. A no olvidar nunca, sin embargo, que el verdadero problema
europeísta reside en Alemania.
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(“) En ese mismo 23, equivalente por cierto al topónimo literario de calle Comercio, la principal de la Vetusta
clariniana, que incluía también Cimadevilla, escribió Dolores Medio su gran
novela, “NOSOTROS LOS RIVERO”.
1 comentario:
Por qué el problema de Europa está en Alemania?.
Esa afirmación que abandonado al final demanda un punto y seguido, que enseñe las razones de tan trascendente juicio.
POrque si Europa no puede existir sin alemania, y Alemania es el mayor peligro para Europa, Europa es inviable, conclusión que no me gusta, pero creo que se deriva de tu afirmacion
F
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