HUESO DIFERENCIADOR
SIN TABARNIA
Como me cogió de viaje la toma de posesión de Quim, el
aficionado al selfie de la
emblemática octubrina puerta societaria de Ferraz, que no, aunque lo pareciese,
el escritor humorista Monzó, seguí el acto institucional por la radio con lo
que mi confusión fue tan tamaña que creí que lo hacía en Montserrat cuando era
solo el nombre del salón barcelonés.
En cualquier caso, Montserrat traía para mí recuerdos una
reunión semiclandestina a la que asistí ya en democracia, con líderes
sudamericanos, junto a los hermanos de Che Guevara, Roberto y Ana María, la
hermana de Allende, la senadora Laura Allende…, convocados por el inolvidable
Lelio Basso, también con el concurso de Gustavo Bueno Sánchez. Aquella llegada
por tortuoso camino al histórico monasterio de la catalanidad, fue evocada por
mí ha tiempo en la contemplación de la capital de Colombia, precisamente desde
el Naranco bogotano, llamado Monserrate.
Jaime Martínez, mi admirado amigo en nuestras comunes
aficiones al tenis, la Balesquida y la ópera, me reprocha que no me haya
referido al hueso facial que el honorable Quim, no el humorista, ha encontrado
como diferenciador de los catalanes. Ha sido que simplemente no me percaté de
semejante abrupta aportación a la antropología, que determinó también mi
confusión de un salón semiclandestino
que diría el bueno de Vidal-Folch. La realidad supera siempre la ficción.
Lego, irredento reconocido en Anatomía, no encuentro en mi
cuerpo ese factor del gran Quim, por más que haga protestas de mis ancestros
que provienen de la auténtica Cataluña, no la charnega Tabarnia del estridente Boadella. Cuando vea a mis hijos
constataré si la osamenta de marras es más pronunciada en ellos, pues su madre
tiene también raíces en la Seo de Urgel y Cardona.
¡Y yo sin enterarme ni reivindicarlo antes!¡Y pensar que
gasté amistad con los molts
honorables Maragall y Tarradellas, que llegaron a confundir mi apellido como
auténtico catalanismo!! Pediré prestado a Asturfeito el gigantesco telescopio
para encontrar el recóndito husecito, o, pasada la oportunidad, esperaré por
ese segundo telescopio en bable que anuncia el admirable líder
empresarial, quizá para entonces el nuevo hueso salga en Asturias por
generación espontánea y yo deba, asumirlo sin coñas de Monzó ni Boadella.
Por cierto ya había tomado aquí, para aplicar a Raul Romeva,
cuya libertad deseo, el aforismo de Quim Monzó, en una refriega parlamentaria,
hace diez años para la salida
a la calle “¡bien pisat y bien cagat!”
1 comentario:
Menudo nazi el tal Quim como dijo Guerra
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