Con vistas al Naranco
¡Un castropol para Castropol!
El simbolismo de tener cerrada en agosto la biblioteca de este municipio del Occidente
10.09.2016 | 03:16
¡Un castropol para Castropol!
Antonio Masip Una ilustre personalidad de la cultura a la que estimo me escribe muy preocupada porque la biblioteca pública de Castropol cierra el mes de agosto.
Es ciertamente una barbaridad no exenta de lamentable simbolismo. En el Castropol de la primera mitad del siglo pasado floreció uno de los mejores proyectos bibliotecarios que en la Humanidad han sido: la Circulante que apadrinaban los Loriente Penzol.
Sus efectos, pese al declive sufrido por la inclemencia cultural del país como consecuencia de la guerra incivil, se siguen sintiendo. Es lo mismo que sucede, al margen de niveles, a la librería de Alejandría, en su día la más estimable recopilación de manuscritos imaginable, que unos mecenas suecos, que me contactaron en mi tiempo parlamentario, querían seguir impulsando.
Xabier Fernández Coronado tiene en KRK un magnífico libro dedicado al heroico activismo de la histórica biblioteca castropolense, y don Luis Legazpi, en muy diferente dimensión investigadora, hizo un folleto conmemorativo.
María Moliner, Leopoldo Alas Argüelles, Manuel Bartolomé Cossio y otros eminentes intelectuales aseguraban que la solución española era crear "¡mil castropoles!", frase que tomó legítimamente mi admirado Aurelio Menéndez para referirse a la magna obra del colegio rural de Ibias, que cuenta con una comunidad escolar entrañable.
En Oviedo se perdió la oportunidad de la biblioteca de primeras ediciones de poesía hispana que Manolo Lombardero atesora en Esplugas de Llobregat. Manolo ha sido el alma del Premio Planeta, y es bibliófilo empedernido. Su biblioteca especializada pudo estar en Asturias en el tiempo y la oportunidad de la puesta en marcha, luego frenada en seco, de la Fundación Ángel González. La antigua biblioteca pública del palacio de Toreno en la ovetense plaza Porlier hubiera sido lugar idóneo pues el espíritu de una biblioteca permanece durante años aunque se haya trasladado, como fue el caso a El Fontán.
En fin, me duele que ese espíritu castropolino se valore tan poco como para dar un cierre estival, época inmejorable para el fomento lector. A no olvidar que fue a punto de iniciarse setiembre de 1932 cuando visitó la biblioteca Federico García Lorca, del que Domingo Martínez, tan buen alcalde durante veinte años, me manifestaba con legítimo orgullo cómo se conservaba un libro rubricado que el gran poeta entregó personalmente allí. Fue también en verano, agosto de 1935, cuando no por casualidad, Luis Cernuda y Miguel Prieto participaron tres semanas en las Misiones Pedagógicas. En el volumen homenaje a José Luis Pérez de Castro, del RIDEA, doy noticia de esa histórica presencia.
A la larga, habrá que pedir ¡un castropol para Castropol! en agosto.
10 comentarios:
Gracias Antonio, no lo he visto en la edición de Occidente, tienes toda la razón, es una pena que una biblioteca como la de Castropol este "cerrada a cal y canto en agosto", que mejor turismo cultural para Castropol.
V
Espero que alguien se haga eco.T
Habrá que repetir hoy la frase (no sé si atribuida a Tierno Galván) de MÁS LIBROS MÁS LIBRES...
Un abrazo.A
Te leo desde Hannover, S
Gracias por seguir escribiendo con tan buen criterio y tan acertadas palabras Antonio. Espero que estas líneas te encuentren bien. Un saludo fuerte desde Alemania
O
¡Qué locura!Mj
MUY BONITO
ABRAZOS
G
Hola Antonio, déjame decirte que, en este caso -y solo en este, porque dios me libre de enmendarte la plana-, podrías haber juzgado la labor de la biblioteca de Castropol de manera incompleta: su bibliotecaria es una de las más activas que conozco, y uno de los motores del gran proyecto que con los clubes de lectura de toda Asturias y otras partes de España estamos liderando...
Desconozco la razón del cierre en agosto -¿vacaciones y falta de personal, quizá?- pero sí certifico la labor numantina que esa biblioteca realiza durante el año desde una periferia cada vez más periférica por más que mejoren las infraestructuras y las comunicaciones.C
Pues sí, querido Antonio: una muestra más del amorcillamiento cerebral tan abundante en nuestra querida y maltratada España. En fin...
Un abrazo,
PD: El término "amorcillamiento cerebral" lo acuñó uno de los fans del FIMCR indignado y sorprendido de que no se hubiera apuntado ningún chaval a las clases magistrales de James Campbell que organizamos hace unos años.L
MUY INTERESANTE, ME GUSTÓ
Cuídese,
A
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