viernes, 7 de febrero de 2014

Aterrizaje en Ranón ayer


Ayer aterricé en Asturias como casi todos los jueves. Fue problemático por el viento huracanado y, de su dificultad,da cuenta la prensa de esta mañana. Dimos un primer descenso con golpe en la pista y un ala muy próxima al suelo. En una maniobra excelente el comandante remontó anunciando que lo intentaba de nuevo en siete minutos y que, de haber riesgo, nos volvíamos a Madrid.Por el lado izquierdo,dado que dimos varias vueltas, aprecié las llamas de un incendio no muy lejano.Por fin aterrizamos entre aplausos del pasaje que, salvó algún grito,tuvo gran serenidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es un corajudo inasequible al desaliento. Menos mal que el fatigoso avión no te susta. Creo que eran los soldados espartanos que en la fatiga buscaban resuello tendidos enel "humus natalis· Buena falta hace una Europa con Merkel en su justa dimensión, por mucha presión que tenga la locomotora. A mí no me gusta que me lo den todo masticado. "Timeo hominem unius libri" y, si es mujer, no te digo.
Las disquisiciones y discusiones lunáticas son curiosas para agricultores, marineros, nigromantes... . Todo el Cosmos es fuerza e interelación. Dicen que los del Eo estamos un poco pirados por los vendavales. No les falatará razón. A algunos nos basta cualquier ventolera y, a veces, susurro de una brisa.