Un trozo del Paraíso es para mí
la Ría del Eo, mal
llamada por algunos decadentes, Ría de Ribadeo.
No soy nada original, pues ya, en
1935, el gran poeta Luis Cernuda y el pintor Miguel Prieto, cuya obra es más
conocida en México que en su patria, ya consideraban que la Ría era la entrada del Paraíso.
Un éxito, pues, la denominación, impulsada por Pedro Piñera y Pedro Silva, de
“Asturias, paraíso natural”. Y el Paraíso convencional, aún antes de la prueba
del Bosón de Higgs, tiene un extraordinario borde en el que me sitúo todos los
veranos. También Álvaro Cunqueiro, Juan Cueto, Julien Gracq, la poeta Rosario
Neira y muchos más resaltaron semejante maravilla.
A mis espaldas, Peña Ronda,
Serantes, Santa Gadea… en una Tapia de Casariego que se debate en desaparecer
tragándose la cicuta, o cianuro, de una supuesta fiebre del oro. Ya intuía
Cernuda la proximidad de la
Estigia, laguna mitológica entre la vida y la muerte. Si ganase
la Parca, nos
propondrán luego resucitar el desierto contaminado con cualquier sucedáneo de
Eurovegas. ¿Por qué no quedarse mejor quietinos un ratito mientras pasan las
crisis y las fiebres malsanas sin precipitarnos en el abismo de un suicidio
irreparable, incompatible con la fe en el Paraíso? Desde luego, si el oro
cornúpeta derrota traidoramente no volveré a La Marina, la Terraza, el Palermo y el Alfil a
cargar, junto a tantos amigos y algunas sombras idas, las pilas averiadas en las
recientes justas europeas.
2 comentarios:
¿Quedarnos quietinos y esperar a que pase la crisis? Y mientras tanto ¿ De qué propone usted que vivamos? ¿Del aire? ¡Que poco aprecia usted a Tapia y los tapiegos! Prefiere vernos a todos hundidos en la miseria. Puede usted quedarse en Bruselas, no le echaremos de menos.
buena separata sobre Miguel Prieto, llena de curiosidades que ignoraba y con espléndidos detalles de la mejor erudición. Me ha interesado mucho, mucho.A
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