Bien recuerdo al poeta
argentino Roberto Viñuela, cuya obra póstuma "En trayectoria" me
llega ahora a través de su querida hermana Maricarmen.
Eloína y yo estuvimos por última
vez con Roberto, en fecha cuya exactitud no retengo, en el desaparecido Cabo
Peñas, entre grabados de Miguel Ángel Lombardía y asientos altos a los que, ahora,
en mi parepsia, no podría encaramarme. Antes lo habíamos encontrado en Buenos
Aires cuando era Secretario del Ayuntamiento de Viedma, donde el Presidente Alfonsín
programaba, a la manera de Brasilia, instalar una utópica capital que
revolucionase la geopolítica del Cono Sur. En Oviedo, más que en la ciudad
porteña, la enfermedad, luego, terminal, acechaba ya.
Al recibir ahora la obra poética
completa, su hermana la encuadra muy adecuadamente en su lucha contra el Sida y
en el homenaje debido a tantas generosas gentes que se han dejado la piel por
los enfermos y el reconocimiento social.
Dejo constancia en mi blog
de este libro tan emotivo, que, como ya intenté antes con alguno de los
anteriores, mis bibliófilos amigos Manolo Lombardero, con la mejor colección
privada de Poesía Hispana, y Pérez de Castro, que conserva a su vez, en
Figueras, la mejor biblioteca de autores asturianos, la conserven.
Y es que Roberto es un gran escritor,
de oriundez doblemente asturiana.
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