
La noticia de que el
legado de Miguel Hernández puede irse de Orihuela hacia un pueblo de Jaén, lugar
de natalicio de su viuda, Josefina Manresa, me preocupa.
No me haría jamás a
la idea de no asociar al gran poeta con su origen, que menciona en su famosa
Oda, "(...)Orihuela//su pueblo y el mío".
Conocí a Josefina de
la que tengo algún libro firmado y cuya memoria respeto pero me parecería un
auténtico desafuero romper lazos de Miguel Hernández con
Orihuela.
Y no deja de aflorar
el dolor que me causaría que Ángel González no quede definitivamente en
Oviedo, su ciudad.
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