Nació como Muñoz Martínez pero, al acceder a la cátedra, había adoptado y unido los apellidos de su progenitor, como homenaje silencioso, pues, redactor del cotidiano socialista Avance había sido muerto en una saca de presos de la paradójicamente llamada Modelo de Oviedo. José María, fallecido el pasado día 4 a los 76 años, tenía apenas dos años entonces, si bien ese vil asesinato le marcó profundamente. Ni en la intimidad, sin embargo, se refería a su carácter de víctima. Recuerdo cuando le comuniqué que, en uno de sus libros, J. A. Cabezas citaba a su padre, a lo que me comentó, con significado laconismo, "no aclara por qué todos los miembros de la redacción llegaron al Gijón republicano mientras Muñocín quedaba a merced de los golpistas de Aranda y Caballero".
En Oviedo, tras pasar por La Laguna, sucedió a Aurelio Menéndez, también íntimo y profesionalmente vinculado a Uría. En el mismo Oviedo surgiría otra cumbre de esa misma especialidad que le precedió ahora en la muerte, Juan Luis Iglesias Prada. Ese grupo que aglutinaría Aurelio, en el que no olvido a Luis Carlón y, en otra generación, a Ángel Rojo, ha tenido una trascendencia académica extraordinaria en la modernización del Mercantil, paralela a la magna contribución de Joaquín Garrigues Díaz-Cañabate.
El rigor y el sacrificio de José María Muñoz-Planas, me consta, han sido heredados por sus hijos, también vocacionados a seguir su estela en el campo de esa rama del Derecho.
Antonio Masip es diputado del Parlamento Europeo.
1 comentario:
Gracias.tines muy Buenaventura memoria
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